ARKTIKA.1: IMPRESIONES

Un Triple A que luce como tal.

La primera vez que uno se pone Oculus Rift para jugar a 'Arktika.1' una sensación de cierto nerviosismo nos embarga. Una sensación que responde a ese proceso que lleva parejo toda expectativa. 'Arktika.1' nos ha generado unas expectativas muy altas. Principalmente por la empresa desarrolladora que hay detrás de este videojuego. Nada más y nada menos que los creadores de los 'Metro', A4 Games.

Pero ese estado de nerviosismo no tarda mucho en desaparecer. Uno recibe en su retina las primeras imágenes del juego. Una pantalla de presentación con los logos de los desarrolladores, distribuidores y por supuesto Oculus como publisher apostando a tope por el juego. Una serie de briznas de fuego y hielo explotan dirigiéndose hacia nuestra visión, acompañadas de uno efectos de sonido con mucho músculo. Esto pinta a triple A.

Enseguida nos vemos en el interior de un camión militar. Su conductora, que no para de hablarnos y meternos en situación, parece más una modelo rusa (su acento es claro, aunque no tanto como el de uno de los soldados que paran nuestro vehículo pidiendo documentación identificativa), que una mercenaria labrada en inhóspitas condiciones invernales.

Con ella, descubrimos retazos de este mundo helado, en unos primeros instantes donde nuestra atención quedará anclada en los pequeños detalles. Esos copos de nieve fundiéndose en la luna del camión. Esa ventanilla que es bajada bajo nuestra propia acción, permitiendo que el aire nos reciba, meciendo copos de nieve hacia el interior del camión. O esos gigantescos robots con forma de gorilas, corriendo con sus cuatro extremidades por un horizonte nevado.

Es cuando nos queda claro que estamos, posiblemente, ante el juego con mayor potencia gráfica que hemos disfrutado tras las gafas de realidad virtual. 'Lone Echo' marcó una cima que este Arktika.1 parece haber superado gracias a su nuevo motor gráfico, el potente A4 Engine.

Para salir del camión, se nos muestra el sistema de locomoción del juego: teleportación. Puede que este sistema no encandile a muchos de vosotros, pero os aseguro que es una decisión brillante para fortalecer el sentido estratégico del juego. Y vamos a ser más conscientes de ello en el segundo nivel, lugar donde dejé de jugar. Una fase que demuestra que este juego no ha sido diseñado a la ligera, ni buscando el siempre típico tiroteo al que estamos demasiado acostumbrados en realidad virtual. Hay un excelente diseño de niveles que hace interesante cada enfrentamiento, y que juega perfectamente con los mismos elementos de los Metro. Esa increíble ambientación de lugares subterráneos habitados por soldados no demasiado simpáticos o seres mutados con garras demasiado afiladas.

Se nota tiempo, mimo, e interés por ofrecernos un gran juego. Algo que comprobaremos en el magnífico tutorial, o en la personalización de las armas. Estas pueden comprarse con los créditos que generemos en cada fase, mejorarse en la capacidad de munición o el daño y ampliarse con accesorios como miras o linternas (atención por que estas últimas son indispensables pues muchos momentos los pasaremos rodeados de una total oscuridad).

Esos perks nos recordarán a los de un 'Call of Duty', pero con un efecto más continuado que una mera ventaja de racha temporal. Así, podemos añadir al juego un sutil efecto RPG, que casa perfectamente con esa ambientación y ese estilo de juego, que parece un cruce entre los mencionados Metros y Killzone.

También recordaremos al 'Robo Recall', cuando nuestra acompañante nos lleve a nuestro centro de mando donde veremos un mapa en el que se distribuirán todas las nuevas misiones a elegir.

Después de una primera misión completa donde terminamos enfrentándonos a una especie de jefe final de fase y parte de una segunda donde confirmamos la variedad de ambientes y de nuevas mecánicas, nuestras primeras impresiones no pueden ser mejores.

Eso sí, el juego esta en inglés, y por algún extraño bug del que ya hemos dado parte a los desarrolladores, no hemos podido disfrutar de subtítulos (solo en inglés). Suponemos que lo arreglarán en breve.

Como he dicho anteriormente, la excelencia de sus gráficos ayuda a una clara mejora en la inmersión. Pero ojo, pedirá de un gran equipo. Nosotros con una GTX 1080 solo hemos podido arañar un nivel gráfico alto, pero no ultra, ya que sino comprometíamos el número de fotogramas por segundo y por consiguiente la jugabilidad.

Los tiroteos, son adictivos y varían en función de las armas que portemos. La IA de los enemigos se comporta correctamente, al menos los minutos que hemos jugado. Cuando te teletransportas siguen disparando hacia la última ubicación en la que estabas, aunque su brillantez y agresividad depende mucho del nivel de dificultad en el que juegues el juego.

No sabemos por ahora su duración, pero la primera misión nos ocupó bastante más que cualquier misión de un shooter típico de RV. Y por supuesto hay una historia de trasfondo que promete.

¿Sabrá 'Artika.1' satisfacer todas nuestras (altas) expectativas? Saldremos de dudas en breve. Estad pendientes de nuestro veredicto final, con el inminente análisis de este prometedor triple A.