Probamos Trackmania Turbo con MMOne Project en la PGW 2015

Mi experiencia

Mientras esperaba nervioso y con ganas infinitas de subirme en la “silla” discutía las posibilidades con Alexandr Ryzhkin. Le preguntaba si no le parecía una experiencia demasiado dura para una persona que prueba por primera vez la realidad virtual. ¿No puede resultar mareante? A esto me respondía que la gente no se suele marear, "MMOne ayuda a nuestro cerebro a que la experiencia no es ficticia, sino real. Ese movimiento lógico es lo que espera nuestro cerebro en todo momento, y no estar parados o sentados cómodamente si en realidad deberíamos estar del revés", algo que podéis ver literalmente en la siguiente foto.

Tras un rato de conversación, llegó el momento, el gran momento de probar la experiencia. Avanzo ilusionado como un niño que va por primera vez a la feria y subo con la ayuda de una escalerilla. Me introduzco en la silla, y un encargado me dice que me siente bien al fondo. A continuación me aseguran todos los cinturones y anclajes, hasta me fijan bien los pies, la seguridad es lo primero y aquí más que nunca. Después me colocan el DK2 añadiendo una correa más que pasa por debajo de mi mentón para una sujeción máxima. Me dan un mando de Xbox, (yo también lo pienso, hubiera estado mejor un volante). Me recentran bien la vista, tengo la cámara del HMD al frente bien fijada al extremo de un palo.

¡Comienza la experiencia! Me veo suspendido en mi coche en lo alto de una grúa, el posicionamiento funciona sin problemas (versión 0.7 del SDK) y el juego se ve bastante bien para ser un DK2. Seguidamente me descuelgan y desciendo en caída libre, empieza la fiesta. Comentaros que las dos primeras vueltas son predefinidas, no tengo el control, solo puedo mirar y experimentar la vuelta, en la tercera conduzco yo, tengo el control (lo hacen así para que todo el mundo pueda experimentar bien lo que puede ofrecer). Mi corazón se dispara, la sensación de velocidad es brutal, en todo momento tengo vista en primera persona, solo veo el morro del coche, a pesar de que en el vídeo podéis ver que en la pantalla aparece el coche. Siento cada movimiento, cada bache, cada vibración con sutileza y precisión, siento los virajes con violencia, me lo paso en grande. Enfilo un looping, siento como el coche sube, como yo subo, como me pongo del revés, no quiero que termine, estoy cómodo, esto es realidad virtual. El brazo es muy preciso y capaz de reproducir casi todos los movimientos, solo cuando el coche sale ya disparado sin control y haciendo toda clase de volteretas donde la reproducción deja de ser fiel al 100%, pero a la vez bien pensado para no acabar demasiado locos o mareados.

Como hemos comentado la tercera vuelta soy yo quien conduzco, sin duda es la mejor, la sensación es tremenda, es increíble, disfruto como nunca, el videojuego se reinventa conforme avanzo metros. Me imagino jugar a un juego de rally, me imagino en EVE Valkyrie... no quiero bajar, no quiero que termine la vuelta, pero la experiencia concluye. Me quito el casco, me desabrochan, me bajo, pero la emoción no cesa. Me preguntan si todo ok, les digo que “alucinante”, cero mareos y con ganas de más. Por buscar algún “pero”... antes de experimentar MMOne venía de probar Partouche VR, de la que pronto os hablaré. Si añadimos unos buenos y grandes ventiladores, jugando bien con su flujo en función de la velocidad, el resultado es tremendo y a Trackmania le pega mucho al conducir un F1, la sensación de velocidad se multiplica.

Al final le comento a Alexandr ¡que quiero uno para casa! Entre risas me dice que evidentemente está enfocado a eventos o ferias, pero estamos de acuerdo que esas son las sensaciones que persigue la RV, donde todos los sentidos son importantes para la ansiada presencia. A continuación podéis ver el vídeo: