Eagle Flight - Oculus Rift: ANÁLISIS

París era una fiesta

MULTIJUGADOR

Es en el modo de multijugador donde este juego, desde mi punto de vista, brilla más. La toma de bandera (un pobre conejo muerto) y su posterior viaje hasta el lugar donde depositarla, engancha desde el primer vuelo. Un máximo de 4 jugadores por equipo deberán, no solo capturar a la presa que aparece en cualquier lugar del mapa, sino también defender al compañero para que este la lleve hasta el nido. Entre tanto, cualquier jugador podrá realizar dos acciones: Graznar a pleno pulmón o usar un escudo sónico (¿?) que repele durante unos segundos los graznidos que te lance el contrario.

El graznido del águila es capaz de formar un aro de fuerza que, al impactar contra otras águilas, las matará. Para que esto no ocurra, o te mueves rápido para sortearla, o te enfundas un escudo que los repele. Tengo en el trabajo a uno que después de comer ajo, también hace eso con su boca.

 

Si un graznido contrario te pega de pleno, si con los nervios decides aplastarte contra una de las paredes de París o si en medio del vuelo te crees un águila de verdad y te lanzas ventana abajo arrastrando las gafas, estás muerto. En caso de que lleves la presa, esta se quedará donde has caído y alguien de cualquier equipo podrá recuperarla para que el juego continúe.

"Si un graznido contrario te pega de pleno, si con los nervios decides aplastarte contra una de las paredes de París o si en medio del vuelo te crees un águila de verdad y te lanzas ventana abajo arrastrando las gafas, estás muerto."

Y aquí, si me permitís, detenemos nuestro vuelo un segundo. Aunque el tema daría para un artículo de opinión, creo que hace falta una reflexión sobre las salas multijugador en la RV. ¿Dónde está todo el maldito mundo? me pregunto. Ayer estuve 7 minutos seguidos esperando que algún aguilucho se uniera a mi partida. Cuando pensé que tendría que pedirle a las palomas de atrezo que pululan la pantalla que se unieran a mi, aparecieron dos tipos con los cuales disfruté de unos 10 minutos de partida antes de que se fueran volando por donde habían venido. Hoy ha tomado casi 9 minutos encontrar a alguien. Se agradece no tener a bots haciéndose pasar por jugadores reales, pero es el segundo juego de 40€ que trato jugar en modo multijugador y el segundo donde la experiencia es un tanto desastrosa. Hay tan poca gente que si un juego que se ha pensado para 4 vs 4,  juegas 2 vs 1, además de volverse imposible, es también frustrante. Y la espera interminable. 

 

Sin un triste bicho que llevarte a la boca, y más solo que la una, esperarás y esperarás encaramado al campanario... quizás más adelante, cuando el juego llegue a cada visor, esto sea un mero trámite. Hasta entonces, armado de paciencia, a disfrutar de la vista de un París en el atardecer más bucólico. Puedes aprovechar para ir al baño, llamar a una pizza o actualizar JAVA... durante este tiempo seguro que habrá salido una nueva versión.

Una característica extraña del modo multijugador es la inexistencia de chat de texto o de voz durante el juego. En una dinámica de atrapar la bandera, echo muchísimo de menos una manera de comunicarme con mi equipo para decidir la estrategia o para enviar al carajo a ese que te ha matado al menos un millón de veces en los últimos cinco minutos. Quizás en una versión venidera Ubisoft se invente algo, o tal vez llegue cuando Oculus añada más características sociales a Home. 

Os dejo este video de una sesión multijugador. 2 vs 1. Tras 7 minutos esperando, resulta que terminé jugando con estos dos tipos. Luego subieron la partida comentada a Youtube. Yo soy ese, knob2001. Y sí, soy así de malo. Y sí, ellos también lo son.

GRÁFICOS Y AMBIENTACIÓN

Estaba claro que un juego de pájaros volando libres por París necesitaba de algo original y los diseños de Ubisoft son preciosos. Recuerdan en cierta manera a los artes tan particularmente coloristas de The Witness. Es verdad que el París de Eagle Flight llega a repetirse enseguida (sin restar jugabilidad) y que al poco tiempo las casas y las plazas parecen las mismas, pero la mayoría de los detalles están tan bien cuidados y son tan luminosos que disfrutarás volando por cualquier rincón, estés o no estés en medio de una misión. 

"Una AMD 390, con el supersampling por defecto, mueve todo perfectamente a los 90Hz de rigor"

En mi caso en particular, una AMD 390 con el supersampling por defecto, mueve todo perfectamente a los 90hz de rigor, tanto en modo un jugador como en multijugador, y con un detalle y una fluidez bastante conseguida. Y no, en esta ocasión no hay menú gráfico. Lo que viene es lo que tienes (a falta de la ingeniería inversa de algún fichero INI). De cualquier manera, es muy de agradecer que Ubisoft haya optimizado tanto el juego para RV cuando la mecánica se basa, casi en exclusiva, en alcanzar la velocidad máxima y afinar el vuelo pasando a ras de suelo o girando en décimas de segundo para no dejarse las plumas en el saliente de una azotea. Toda la ciudad parece moverse con la misma suavidad que la real a esa velocidad y el horizonte es claro (limitado por la resolución nativa de las Oculus) permitiendo distinguir a la distancia tanto a los jugadores online como los hitos y señales de las misiones.

El sol se esconde por el horizonte mientras decides qué hacer, si buscar un bichillo que zamparte o lanzarte a los cielos y de paso, soltar algo de amarras sobre la cabeza de alguna de esas estatuas. No te recomiendo pasar por debajo de los elefantes a riesgo de terminar espachurrado contra una de sus patas.

Es cierto que si te vienes arriba y vuelas más alto que el fénix, al mirar hacia abajo verás que París se difumina en una nube borrosa. Según vayas descendiendo, el mapa irá cargando más y más detalles y estos saltarán ante tus ojos de águila de una manera un tanto brusca. Sin embargo, la experiencia es excelente, original, y todo el rato que no estés emulando a Han Solo (lo se, lo suyo no era un águila, sino un halcón, pero es verdad que lo vas a hacer), lo pasarás contemplando los paisajes igual que un ave surcando tranquila los cielos libres de cualquier depredador.

"La experiencia es excelente, original, y pasarás muchísimo tiempo contemplando los paisajes igual que un ave surcando tranquila los cielos libres de cualquier depredador."

Tal y como vimos cuando Ubisoft presentó el juego en sociedad, allá por Marzo, nuestra visión quedará parcialmente ensombrecida según el ángulo de giro se vaya cerrando. Lejos de tener un motivo estético (parecido al túnel de visión que ven los pilotos al sufrir fuerzas Gs muy altas), Ubisoft ha pensando que el efecto puede minimizar los mareos. El propio Jason Rubin alabó la idea en un tweet y otros se llevaron las manos a la cabeza por penalizar a los más veteranos con técnicas de dudosa efectividad. De momento, Ubisoft sigue en sus trece y el efecto estará siempre presente, lo quieras o no. Desde mi punto de vista, las Oculus no van sobradas de FOV, y este tipo de técnicas hacen muchísimo más evidente el problema. Como además, el pico del animal sobresale por la parte inferior y el flequillo (¿?) del águila por el superior, Ubisoft ya está restando entre ambos mucha pantalla. Por desgracia, el efecto añadido vuelve todo mucho más compacto. Yo habría preferido una opción para activarlo o desactivarlo dependiendo de cómo vayan tus mareos. En cualquier caso, para ser justos con Ubisoft, hay que decir que el efecto no penaliza demasiado la jugabilidad y termina resultando un efecto dramático más de todos los que aparecen frente a nuestros ojos.

En lo referente a la ambientación, la música y el sonido crean una atmósfera particularmente cinematográfica. París ronronea, gruñe y respira cuando te acercas a las manadas de animales que pululan por sus calles. El agua y los riachuelos se identifican a la perfección desde metros a la distancia. Tus alas, (que nunca verás en el juego... una pena, Ubisoft), baten el aire con un sonido muy característico y tus graznidos resuellan por los cielos Parisinos igual que los cuernos de los vikingos antes de la batalla. Mención también a la música, épica y perfectamente sincronizada con la acción. Sin duda alguna, se nota el cuidado y el cariño (y la paciencia, diría yo) en el diseño, algo que agradecemos. En la RV estamos muy cansados de jueguecillos a medio hacer o demos de un producto que no se sabe si vendrá, o no, en el futuro más incierto. 

"París ronronea, gruñe y respira cuando te acercas a las manadas de animales que pululan por sus calles, y la voz del narrador te hará sentir dentro de un documental de la 2"

Por supuesto, el juego está en perfecto castellano, desde los menús hasta la voz del narrador. ¡Y qué voz! Recuerda al instante a una de esas voces de los documentales de animales con los que tú y yo nos quedamos doblados en el sofá hasta que llega alguien a tocarnos las narices. Será por la deformación de tantos años escuchando cosas tales como "y el lirón careto, aprovechando las sombras de la noche..." que fue ponerme las Rift y sentir que el butacón me llamaba a gritos. Como en las películas antiguas, hay voces que podría estar escuchando toda mi vida sin cansarme (y otras que son para salir corriendo).

CONTROLES Y POSIBLES MAREOS

Jugar a ser un águila volando a toda velocidad por entre las pequeñas rendijas que dejan los edificios exige de los controles un grado muy eficaz del movimiento. En este caso, Ubisoft ha desechado el control del pájaro mediante el joystick de la Xbox en favor de... ¡¡¡nuestro propio cuello!!! 

Inclinar la cabeza a un lado o al otro hará que el águila gire siempre en relación al ángulo de nuestro cuello. Si bien durante un vuelo de placer es una experiencia muy placentera, cuando entramos en modo multijugador o nos exigimos más de la cuenta, terminaremos con los músculos más desarrollados que Fernando Alonso cuando rompía nueces en la televisión con la ayuda tan solo de su pescuezo. 

Uno de los errores más grandes que he notado en el control del bicho, es que además de la inclinación, también afectará, y mucho, el lugar donde miremos. Con la intención de no marear al personal, Ubisoft ha debido tomar la decisión de no dejar que el jugador mire a otro lado que no sea el del movimiento, es decir, que igual que giramos el cuello para torcer, también lo haremos si nos giramos rectos sobre la silla que estemos sentados para mirar, por ejemplo, lo que ocurre debajo nuestro. De esta manera se produce un movimiento anti-natural, cuando yendo a toda velocidad, giramos en redondo. El águila en ningún momento se resiente de la inercia, simplemente cambia de trayectoria al instante. 

"Aunque el movimiento sigue la inclinación de tu cuello, también lo hará la posición de tu cabeza, impidiendo examinar lo que ocurre en otro sentido que el de la marcha."

La velocidad, eso sí, se controlará mediante los botones laterales del joystick, pudiendo frenar o acelerar a nuestro gusto. Por cierto, decir también que el águila jamás se detendrá por completo, imposibilitando la capacidad del animal para posarse donde le venga en gana. ¿Que te cansas? Pues a darle al botón de menú y regresar al nido a golpe de selección. 

Allá que vas, a ciento mil por hora, pensando qué hacer cuando llegues al muro. No te preocupes demasiado, lo más probable es que te hagas puré de Águila contra alguna rama o ladrillo.

RESUMEN Y VALORACIÓN

Catalogando una vez más a un juego de RV como una "experiencia", debo decir que Eagle Flight es una apuesta muy solvente. Es divertida cuando debe de serlo (multijugador), entretenida como para apetecerte darte una vuelta de vez en cuando, y espectacular como para ponerle las gafas a ese amigo tan receloso de la calidad de los visores de la primera generación. Por la falta de una historia narrativa en condiciones, Eagle Flight no será el juego de tu vida, ni mucho menos, pero sí que puede ser el típico entretenimiento casual -excepcionalmente diseñado- que te ponga una sonrisa de tanto en cuando.

"Eagle Flight no será el juego de tu vida, ni mucho menos, pero sí que puede ser el típico entretenimiento casual -excepcionalmente diseñado- que te ponga una sonrisa de tanto en cuando"

Con un precio de 39€, parece que tardaremos un poco en ver sus servidores a rebosar de contrincantes. Para un modo de un jugador, y para una dinámica muy poco variada, se me antoja un pelín caro. También es cierto que si visitas muy a menudo sus calles de París, será un dinero muy bien pagado. 

Un poco de humor aviar... seguro que después de jugar unas horas, lo pillas. :)

 Y ahora sí que sí, ha llegado el momento de destapar la caja azul que estabais esperando: