CITY CAR DRIVING - Oculus Rift: ANÁLISIS

21 NOV 2016  10:17

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CITY CAR DRIVING - Oculus Rift: ANÁLISIS

En solo un segundo: ¿qué se te viene a la cabeza si te digo que unos rusos han publicado un simulador de conducción por las calles de una ciudad repletas de peatones? Si has contestado con uno de esos videos de rusos haciendo el ganso, este juego es para ti.  En caso contrario, entra primero en youtube, busca "video de rusos" y luego regresa a esta review.

En lo más frío del crudo invierno

Es una verdad mundialmente reconocida que los prejuicios no son buenos consejeros. Cuando escuché que un equipo de desarrolladores de la antigua unión soviética andaba dando soporte RV a un juego de conducción, reconozco que todos esos prejuicios me visitaron a la vez. Y esto tiene una razón. El primer “video de rusos” que vi en youtube fue el de un coche que trataba de adelantar a otro en una carretera perdida de la estepa nevada. Tras varios metros jugando a ver quién se achantaba antes, el primero, para dejar claro que de ninguna de las maneras apartaría su orgullo del carril, sacó una metralleta por la ventanilla y apuntó al otro coche como si aquello fuera algo de lo más natural. El otro coche frenó con mucha educación y hasta allí llegó la maniobra de adelantamiento. Años después, los videos de rusos haciendo el salvaje por las calles de la Madre Rusia se cuentan por millares y sus desparrames también acumulan millones de visitas (tantos como rússkiye la han debido palmar en ellos)

 

 

City Car driving es un juego que viene del frío, como los espías, e igual que los padres de todos los personajes de las novelas de Tolstoi o Dostoyevski, es un juego tosco, parco y tan atormentado que la ciudad virtual por la que nos moveremos bien podría haber sido la ciudad de cualquiera de sus novelas. Nada más cargar la ventana principal nos damos cuenta de que el diseño se quedó congelado en los años 80 cuando Gorbachev clamaba su Glasnot por las esquinas de toda Europa. El juego es retro, pero de esa manera tan del Este que me hace recordar a las intrigas de John Le Carré.

 

"Dadnos una ciudad virtual, dadnos un coche virtual y no solo perderemos el civismo y la buena educación, también perderemos los 15 puntos del carnet" 

 

Lo cierto es que City Car Driving pertenece a otra época. Hablando de coches, es un DeLorean en un mundo de Lamborghinis. Rodeados como estamos de texturas hiperrealistas, antialiasing a borbotones y reflejos del sol del atardecer en asfaltos granulados, todos hemos echado partidas a las calles abiertas de Mafia I o de GTA V que empezaron con la misión de rigor pero que a las primeras de cambio terminaron girando por la ciudad, sin hacer otra cosa que disfrutar de un buen salto imposible sobre el río de turno y habiendo pasado previamente por encima de cuantos transeúntes se cruzaran en nuestro camino. Porque para qué negarlo: dadnos una ciudad virtual, dadnos un coche virtual y no solo perderemos el civismo y la buena educación, sino también los 15 puntos de carnet. Procedamos a ver de qué manera perderemos también la bonificación en el seguro de nuestro coche.

 

Bienvenido a la Rusia comunista de 1980. Al menos hace un buen día para despedirte de tu familia cuando la KGB venga a por ti.

 

GRÁFICOS EN LA DÉCADA DE LOS PROTOTIPOS

Si al evocar los tiempos de cuando mis padres eran pequeños lo imagino todo (y a todos) en blanco y negro, estoy seguro de que la generación que nos sigue recordará nuestra infancia como un gráfico a baja resolución. Más o menos como el universo de City Car Driving. En la ciudad no existen más detalles que las aristas puntiagudas de sus (pocos) polígonos. Recordar, estamos en la Rusia de los 80 y por aquel entonces las cosas se hacían para funcionar, no para que fueran bonitas, y así te lo hace saber el juego cuando te sientas la primera vez en uno de sus Ladas o Skodas. Es inevitable comparar las calles de City Car Driving con las de Euro Truck Simulator 2 porque la premisa de ambos juegos es casi idéntica -conducir-; pero si en el juego de camiones he pasado horas circulando por sus caminos y carreteras asombrado por los miles de detalles diferentes que ofrecen cada una de sus múltiples cunetas, en City Car Driving he malgastado ese mismo tiempo preguntándome dónde narices estaba, porque todas las calles de la ciudad parecían las mismas.

"Estamos en la Rusia de los 80 y por aquel entonces las cosas se hacían para funcionar, no para que fueran bonitas"

Aunque aspectos como este refuercen la sensación de vivir en una ciudad simulada, es extraño, muy extraño, que la inmersión esté tan bien conseguida. Pero de eso hablaremos un poco más adelante. De momento vamos a explicar que en un barrio cualquiera de City Car Driving conviven 4 modelos de peatones. La mujer rusa, el marido ruso, el adolescente ruso y la típica abuela rusa temerosa de que ese cielo raso y plomizo se desplome sobre ella sin avisar. Porque todo es muy endogámico en de City Car Driving: acaso una viejecilla se detiene en medio de un paso de cebra cuando a tu izquierda siete u ocho de sus hermanas gemelas caminan en fila y a su aire, otra más allá en la esquina contraria y otra cruza ya el paso de cebra en la rotonda. Estrangulando con tus manos el volante, completamente desorientado en una ciudad de locos, te debates si atropellarlas a todas ahora o esperar al siguiente semáforo. Total, susurras, no es que vayas a dejar a una familia huérfana habiendo miles de abuelitas idénticas espolvoreadas por cada barrio.

 

Mejor que se den la mano para cruzar, nunca se sabe el desalmado que irá detrás del volante de uno de esos coches (y sí, hablamos de ti)

 

Pese a que el juego resulta más simple que la Oca, los desarrolladores han concentrado todos sus esfuerzos en presentar un catálogo bastante completo de vehículos. El parque móvil oficial dispone de varios modelos: desde los más rectangulares Vaz o Gaz (soviéticos hasta la médula de la junta de trócola), pasando por un Fiat, una camioneta de reparto o una especie de camión oruga del año de la tana. Todos están recreados con la mayor exactitud posible (ni en gráficos ni en sonido, sino en espíritu) y además, por si fueran pocos, una nutrida comunidad de fans suben y discuten en el foro oficial del juego mil vehículos más: BMW, Porsche, Audi... incluso motocicletas. La mayoría, sin embargo, son cuatro latas de aquellos que olían a cuero y colillas con las suspensiones saltando más que el colchón de una cama de agua. 

 

El parque móvil es de lo más actual, tienes desde el primer coche que se compró tu padre hasta una furgoneta para repartir melocotones por los pueblos de la Rusia más profunda.

 

¿HAS DICHO JUGABILIDAD, TOVARISCH?

City Car Driving tiene de juego lo que tú decidas que tenga. En realidad, o al menos como ellos tratan de venderlo, City Car Driving es un simulador de conducción completo. ¿Morirán las autoescuelas a causa de la Realidad Virtual o morirán antes los coches conducidos por humanos? Eso solo lo sabe Google y el señor Elon Musk y el último firmware de sus Teslas. Hoy en día, propuestas como estas sí que permiten simular un entorno tan violento para el conductor como las calles que rodean un colegio a la salida de los niños, un atasco navideño en plena calle mayor, o los cambios de carril aleatorios de aquellos que estaban en el bar cuando explicaron eso de los "intermitentes". Antes de meternos en el coche podremos modificar a nuestro gusto el flujo de vehículos y el grado de conducción temeraria de los conductores: entre lo solitario de un domingo a las nueve de la mañana hasta el atasco típico de los viernes por la tarde o el milagro de encontrar aparcamiento cuando llegas a casa una noche de nevada invernal. Vale incluso para ir entrenando aquello tan socorrido de rezar  "San expedito, San expedito, por favor, búscame un sitito".

 

Si tienes narices, pon el intermitente de la izquierda y espera a que alguien te deje pasar. Como en la vida real, la carcajada del que viene detrás la escucharán hasta en Moscú.

"¿Morirán las autoescuelas a causa de la Realidad Virtual o morirán antes los coches conducidos por humanos?"

Es digno de reseñar que las señales viales y los semáforos siguen las reglas del país que elijamos en el perfil. ¿Queréis saber cómo es eso de conducir por la izquierda a lo inglés? En City Car Driving se puede. ¿Queréis sentir eso de tener un semáforo en la otra punta del cruce y dudar de si el ámbar es para ti o para el que viene, como ocurre en los EEUU? Aquí también se puede. Por desgracia, el juego ha sido traducido por el equipo altamente cualificado y automático de Google translate, y de vez en cuando te quedarás a cuadros porque la frase en cuestión no tiene ni pies ni cabeza... pero como tampoco tiene ningún sentido gran parte del juego, da lo mismo; tu sigue acelerando que alguien ya cambiará de carril sin avisar y te lo llevarás por delante.

City Car Driving (PC)

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Lanzamiento / Noviembre 3, 2016

City Car Driving – simulador realista de la conducción del vehículo que le ayudará a aprender las aptitudes básicas de conducción del vehículo en distintas condiciones de la carretera, ...

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