Eolia: ANÁLISIS

De vuelta al universo músical

No es la primera vez que ROTU Entertainment nos pone sobre la mesa un mundo de leyenda donde mezclan diferentes mecánicas como exploración y juego musical. IONIA fue el primer intento y ya nos ofrecían algunos momentos VR muy interesantes, pero a la hora de jugar, la experiencia se quedaba muy cortita.

Ahora ROTU lo intenta de nuevo dentro del mismo universo con EOLIA, y prometen solucionar todos los problemas de la primera parte en una exclusiva de Quest 2. Para empezar, hacen uso del hand-tracking, lo que a priori es bastante interesante. ¿Pero merece la pena esta segunda aventura en un mercado VR con cada vez más y mejores propuestas?

Un desierto de arenas mo... vistosas

La introducción es un sueño onírico donde nos presentan las primeras mecánicas de escalada y musicales. Es un poco lineal, pero demuestra desde el principio que los desarrolladores saben cómo plantear momentos que nos impresionen y maravillen en VR.

Y es que centrándonos en lo visual, y pese a que la exclusiva de Quest le pase algo de factura frente a su precuela, lo cierto es que el mundo de EOLIA está bien diseñado, tanto gráficamente como artísticamente, y es un placer explorarlo. Nos alejaremos de la frondosidad de IONIA explorando un desierto muy vistoso, pero disfrutaremos de una ambientación que logra en más de una ocasión atraparnos.

Al ser un juego con parte musical, lo normal es esperar también un buen acabado en ese sentido, y aquí ROTU logra un resultado muy agradable al oído. Las distintas melodías cogen el suficiente protagonismo y tienen la suficiente personalidad para que te interese jugar y resolver los puzles.

Y ahora... ¿Por dónde?

El mundo, como digo, es interesante, y el lore que lo acompaña no voy a negar que también lo es. Se nota el esfuerzo y el mimo por intentar dotar al conjunto de carisma, aunque el planteamiento de la historia no sea el más original. Nuestra misión será la de reunir unos instrumentos para poder detener una maligna tormenta que amenaza con engullir el desierto de EOLIA.

Aparte de poco original, la narrativa también es algo confusa. Nos sueltan excesiva información que luego esperan que tengamos interiorizada, y además el juego no es del todo claro con los objetivos. Súmale que el juego de momento está solo en inglés y más de un usuario tendrá algún que otro problemilla extra para avanzar. No obstante, es un juego cortito y no creo que os dure más de 4-5 horas.

Mejor... ¿Sin Manos?

Pero el mayor problema de EOLIA es cuando nos metemos en acción. Los puzles musicales son muy gratificantes, pero no todo dentro del juego acompaña de la misma forma. El hand-tracking da la impresión que está muy a medias, y nos complica más la calidad de vida de lo que consigue mejorarla.

Con la mano izquierda controlas el movimiento usando unos joysticks virtuales, y con la derecha tienes el movimiento de giro o el salto. En las monturas sorprende ver el movimiento de manos, pero yo he preferido usar el joystick a la hora de moverme por el mundo. A mí me costaba mucho hacerme con el control y desistí un poco.

Aun así, al principio todo parece funcionar más o menos. El problema es cuando las acciones se multiplican y se complican. Es entonces donde el juego nos pide más precisión y el control no nos permite tenerla. Tal vez la ambición de hand-tracking con movimiento libre ha jugado un poco en contra de la gente de ROTU Entertainment.

Afíname un poco...

Es cierto que podemos volver a los mandos y solucionar algunos de los problemas como la sección de escalada o el plataformeo, que funcionan mejor y se disfrutan más. Pero nos encontraremos que otros vienen desde el diseño y se mantienen. Por ejemplo, yo he tenido problemas al usar las monturas, con hand-tracking o sin él, no me respondieron como deberían.

Luego, la gestión de los menús o del inventario es bastante complicada, con menús emergentes donde meter o sacar los objetos se complica más de la cuenta por el uso de scroll y una usabilidad muy rudimentaria. Es un problema de muchos juegos VR, pero en EOLIA es una de las partes peor rematadas. Al menos todo el diseño gráfico del juego me ha parecido muy bueno.

Por último, también me he encontrado con algunos problemas a la hora de interactuar con diferentes objetos o de rendimiento. El juego se me ha bloqueado alguna vez, y a la hora de abrir más de un baúl he acabado encima de él. Son detalles "tontos" de pulido y puede que se solucionen en el futuro, así que estaremos atentos a nuevas actualizaciones.

Con todo, en mis últimos párrafos puede parecer que le he metido mucha caña a EOLIA o que no he disfrutado del juego. No os lleváis tampoco una idea equivocada. Cuando el juego responde nos encontramos con buenas secciones de plataformas y escalada, con agradables puzles musicales y unas zonas muy bellas donde es muy agradable explorar y pasar el tiempo.

Conclusión

ROTU ha conseguido dar un buen salto desde IONIA. EOLIA es mucho más juego, con mecánicas interesantes y que se mezclan bien entre ellas. Han demostrado que saben crear mundos con mucha personalidad y con un diseño artístico interesante. Con tan solo un poco más de tino a la hora de cerrar temas como la gestión de inventario o la claridad de diseño, podemos tener delante a un grupo que será capaz de ofrecer propuestas VR con mucho futuro. Por ahora, EOLIA es lo suficientemente bueno para que te incite a seguir, pese a las frustraciones y pegas que seguro te encontrarás por el camino.

El juego ha sido analizado con Quest 2.