Creed: Rise to Glory - Championship Edition - ANÁLISIS PSVR2

Conformismo en el cuadrilátero

Cuando pudimos enfundarnos por primera vez los guantes de Adonis Creed supimos que los juegos de boxeo habían cobrado una nueva dimensión. La inmersión que ofrecía y su elaborado sistema de combate nos convencieron sin muchos problemas catalogándolo como uno de los mejores títulos del género en años a pesar de contar con claros puntos de mejora. Creed: Rise to Glory - Championship Edition tiene la responsabilidad de no sólo mantenerse en lo más alto, si no también de hacerlo con honor.

Y es aquí donde, tras un lustro, Survios no ha sabido estar a la altura. Eso no quiere decir que no estemos ante un notable producto, pero sí algo decepcionante sabiendo que la inclusión de nuevo contenido abría la puerta a solucionar la reducida oferta del juego original. Además, el no contar con actualización gratuita para los poseedores de Creed: Rise to Glory hacía que las esperanzas depositadas en ello tuvieran una mayor razón de ser.

Pero si eres nuevo en esto de lanzar mamporros al rival verás como Creed: Rise to Glory - Championship Edition se convertirá en uno de tus juegos favoritos del sistema y uno de aquellos que enseñar en las visitas de amigos a casa. Si a esto le sumas ser fan de Rocky, estarás sobre un ring de combate repleto de caras conocidas, música y ambientación como para estar más que satisfecho... y sudado, porque sin duda es de una alta intensidad física, como debe ser.

Salto de generación

Pero lo primero que llama nuestra atención es el salto visual con unos modelados de personajes sencillamente excelentes. Rotundos, de facciones y musculaturas muy realistas que imponen lo suficiente como para querer golpearles con todas nuestras fuerzas. Todos estos matices se realzan con un sistema de iluminación mucho más creíble que sabe aprovecharse de las bondades del HDR donde sentimos los focos del ring, la luz ambiente de la sala de entrenamiento o la calidez a plena luz del día del desierto.

El remozado aspecto visual es estupendo.

Para la ocasión se han actualizado también texturas y materiales algo que notamos enseguida al ver nuestro propio pantalón brillante, las costuras de la chaqueta del presentador o la suciedad de las ventanas. Todo para crear una atmósfera mucho más realista donde cada combate se acompaña con una buena cantidad de público tridimensional en cada combate (por algún motivo desconocido cabezones), animando en cada golpe y que sin duda consigue que tras cada derribo alcemos los brazos victoriosos hacia ellos.

Sin duda uno de los puntos que más esperábamos ha acabado siendo el más decepcionante: el uso de las capacidades hápticas. La vibración de los mandos se percibe demasiado sutil con cada golpe y mucho más desapercibida pasa la del propio visor, que entre tanto movimiento corporal, es casi anecdótica. Un punto claramente mejorable que nos aleja de sentir de forma mucho más realista un producto que parecía estar hecho para lucirse en este sentido.

Golpes con cabeza

Listos para la acción, Creed: Rise to Glory - Championship Edition, es un juego de lucha muy técnico. Aquí de nada sirve lanzar puñetazos al aire como un loco puesto que esto cansa al luchador con golpeos más débiles. Por lo tanto se debe medir muy bien cuando golpeamos o nos protegemos con ambos brazos en la posición correcta del asedio rival, buscando siempre sus zonas indefensas en el momento correcto y también las más dañadas.

Porque si conseguimos golpear una misma zona del cuerpo varias veces veremos como esta mostrará signos de desgaste hasta que nos permita pasar a un estado especial, a cámara lenta, donde lanzar nuestros puños a ciertos puntos débiles marcados para llegar al KO. Una secuencia espectacular para rematar a un rival que se levantará, si todavía tiene fuerzas, para volver a la acción y seguir el combate. 

La vibración de los mandos se percibe demasiado sutil con cada golpe y mucho más desapercibida pasa la del propio visor, que entre tanto movimiento corporal, es casi anecdótica

Ganchos, golpes laterales y esquivas serán nuestros aliados y exigen como hemos dicho una buena dosis de capacidad física. Porque cualquier acción del título la realizamos con los movimientos de brazos o cuerpo: agacharnos o echar el cuerpo atrás para evitar un puñetazo (ralentizando la acción al hacerlo en el momento justo), cubrir nuestro rostro con el gesto correcto o golpear en la dirección desaseada con fuerza para hacer más daño. A los pocos segundos notaremos como de forma instintiva, nuestra pose arqueada, será la propia de un boxeador.

Y ahora sí, ya sin los PS Moves, nos movemos libremente con los sticks por todo el ring. Se siguen conservando las opciones de locomoción (con la misma dudosa implementación) y además, si contamos con espacio suficiente, siempre nos queda desplazarnos físicamente para colocarnos en la mejor posición para el enfrentamiento. Una lástima no contar con la opción de ajustar el espacio del ring virtual al de nuestra habitación real ni tampoco ajustar la altura de nuestro luchador (si nos miramos la rodillas estas están algo flexionadas, y a priori tenemos todo bien calibrado).

Los minijuegos de entrenamiento son los mismos, sin novedades.

Cierto es que siguen ocurriendo algunas cosas extrañas con las físicas: poses extravangantes de los luchadores al caer derribados, la inclinación de las muñecas y algún que otro golpe donde nuestro puño se queda atascado unos instantes entre los brazos rivales. O unos subtítulos, ahora sí en español, gigantescos en mitad de la pantalla solapándose a los personajes durante el combate... son pequeños detalles que a pesar de no ser graves, sí nos gustaría haber visto resueltos en esta edición definitiva de Creed.

En un abrir y cerrar de ojos

Todo el esfuerzo depositado en ofrecer un combate real y satisfactorio se esfuma, en gran medida, con un contenido igual de limitado que en la anterior versión. Además de la campaña original (una sucesión de combates y minijuegos con algo de diálogo) contamos con una nueva historia basada en los hechos de la película CREED III. La parte negativa viene cuando completar ambas nos llevará poco más de dos horas. Es cierto que contamos con tres niveles de dificultad, pero no ayudan a suavizar la efímera sensación de terminar el juego en una tarde.

Además de la campaña original contamos con una nueva historia basada en los hechos de la película CREED III

No se han añadido minijuegos a los que ya había, pero sin duda ofrecen un buen aliciente para, entre combate y combate superar puntuaciones online y seguir sudando. Esto es algo que lo desarrolladores conocen y han querido sacarle partido con un modo fitness donde configurar las calorías que queremos quemar en minijuegos o combates. Unos combates que fuera de la campaña toman mayor protagonismo con su modo online.

Una modalidad con juego cruzado entre plataformas donde elegir entre 22 personajes y 13 escenarios (meramente elementos cosméticos) para enfrentarnos cara a cara a otro jugador en partida rápida o privada. Lamentablemente es una opción que no hemos podido disfrutar todavía ya que el juego no se había lanzado todavía al momento de escribir estás líneas. En cualquier caso, siempre contamos con el juego libre donde continuar peleando en combates normales o por resistencia del jugador (sin resistencia virtual). Además la ausencia de tiempos de carga, como viene siendo habitual en PSVR2, incitan a participar en un combate tras otro.

El HDR ayuda mucho a sentir la iluminación particular de cada escenario.

Conclusión

Creed: Rise to Glory - Championship Edition llega para afianzar su victoria en el ring. El sistema de combate sigue siendo tan bueno como hace cinco años y el aspecto visual renovado, con un fantástico HDR, lo vuelve mucho más inmersivo que nunca. Pero de manera algo conformista los añadidos que reclaman una actualización de pago se antojan demasiado efímeros y no son suficientes como para extender una fórmula base, que si por otro lado es tu primera vez con ella, resulta imprescindible. Y es una pena que el decepcionante uso de las particularidades del visor para sentir cada golpe le aleje de ser la experiencia de boxeo definitiva que debería. Eso sí, prepárate para cansarte, sudar y saltar a uno de los mejores rings que hemos probado nunca.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.000.002.