Crimen - Mercenary Tales: ANÁLISIS

8 locas y divertidas historias para todos los gustos

La historia da comienzo, como todos los buenos relatos, en una taberna, tras una jarra de cerveza. Crimen - Mercenary Tales consta de 8 niveles que componen 8 historias con ocho personajes diferentes. No queremos avanzar demasiado de la historia de cada una de estas aventuras, pero sí os podemos decir que uno de sus nexos comunes es el tono jocoso y divertido que se incluye en cada uno de estos 8 viajes. Las historias son muy variadas, e incluyen desde tramas románticas hasta sangrientas cazas de monstruos. La narración de las historias recurre a la hipérbole para darle un punto más de heroicidad y protagonismo a cada uno de sus personajes, lo que convierte a este juego en un título muy divertido de jugar y vivir en primera persona. Y es que nosotros encarnaremos al héroe o heroína de cada historia.

Las historias también tendrán otro nexo común que será la taberna inicial, en la cual se darán cita todos los personajes y se interpelarán unos a otros mientras cada uno de ellos narra su propia historia, lo que sin duda dará lugar a hilarantes situaciones que nos harán sonreír a cada paso que demos. Igual nos vemos dando espadazos en un tenebroso castillo que en un templo o un barco abandonado. La variedad de situaciones es muy grande, así como todas las armas del siglo XVII (época en la que se sitúan las narraciones) que podremos empuñar. 

El videojuego nos permitirá seleccionar entre movimiento libre y teletransporte, y en líneas generales sus opciones de adaptación y configuración dependiendo de nuestra sensibilidad o posible mareo frente a la realidad virtual son perfectas tanto para novatos como para jugadores experimentados. 

Un hack and slash muy sólido

Crimen - Mercenary Tales es en líneas generales un juego tipo arcade y slash que incluye bastante sangre y que lo diferencia del resto de propuestas del género. La espada será nuestra fiel compañera constante a lo largo de las ocho historias que presenta el título. El juego de Carbon Studio bebe mucho de otras propuestas exitosas del género como Until You Fall, y pone de relieve que los combates cuerpo a cuerpo en VR pueden ser muy adictivos si las mecánicas se implementan de la forma adecuada. El juego cuenta con un buen sistema de bloqueos y puntos débiles y podremos aplicar la estrategia que queramos si sabemos cómo optimizar nuestra modalidad de juego. Cuenta con un sistema de parry que premia bloquear correctamente y la sensación a los mandos es perfecta, contando con uno de los mejores sistemas de combate en primera persona que hemos vivido en VR.

Su propuesta arcade es perfecta y sus mecánicas están muy bien implementadas. La variedad de enemigos y tipo de conductas que aplican es de aplaudir, y veremos diferentes modos de ataque y defensa dependiendo del rival que tengamos delante, y por tanto tendremos que cambiar nuestro ataque o defensa en base a sus actitudes y comportamientos. Crimen - Mercenary Tales cuenta con una duración de entre 3 y 6 horas dependiendo de nuestra pericia a los mandos, y pese a contar con un combate muy adictivo y 8 personajes y ambientaciones diferenciadas, puede llegar a hacerse repetitivo en su planteamiento si lo jugamos en sesiones de una larga duración, por lo que recomendamos jugar por ejemplo una historia en cada día o sesión, para no caer en esa sensación de estar haciendo siempre lo mismo.

A pesar de que Crimen - Mercenary Tales  no se centra únicamente en el combate e incluye secciones de puzles y escalada, también es cierto que sirven para enlazar un combate con otro y no tendremos esa sensación de respiro cada vez que demos con una de estas secciones diferenciadas de su core principal. Además se incluyen combates contra jefes finales que también intentan otorgarle ese plus a la propuesta y darle variedad a un gameplay que se centra demasiado en aquello que sabe hacer bien, pero que peca de repetitividad. Estas secciones contra jefes finales, sin ser las mejores que hemos visto en el género, sí que consiguen introducir ciertas fases u objetivos a lograr para poder derrotarlos, y en cierto sentido suponen hacer frente a jefes que podríamos encontrarnos por ejemplo en una mazmorra de la saga The Legend of Zelda (salvando las distancias).

Como si estuvieses dentro de un cómic

Crimen - Mercenary Tales apuesta por un apartado gráfico cartoon tan característico de este tipo de juegos que permite introducir diferentes tipos de biomas y personajes sin tener que recurrir a una alta carga gráfica. El apartado artístico tipo cómico le sienta de maravilla, y el uso de los colores vivos de los que se sirve para presentar su mundo es muy acertado. Con esta presentación se consigue que cada personaje y su ambientación sea totalmente diferente y que, por momentos, al menos visualmente hablando, pudiéramos estar ante 8 juegos o minijuegos (por su duración) diferentes. Por contra, los personajes no principales y los enemigos no cuentan con un diseño ni animaciones tan bien presentadas como las de los ocho personajes principales. 

El apartado sonoro apuesta por tonos folk eslavos que corren a cargo de Arkadiusz Reikowski y cuya música es perfecta para la ambientación histórica de un título que cumple notoriamente en este apartado. Crimen nos llega en español (con subtítulos), algo a agradecer pese a ser un juego que llega por tan sólo 15 euros y que a priori no habría destinado una partida a traducir el juego a diferentes idiomas. Por tanto, podremos disfrutar sin ningún tipo de preocupación de sus hilarantes diálogos para divertirnos en cualquier momento. Las voces nos llegan en inglés con una calidad de actores de voz muy elevada. Si somos conocedores de la lengua agradeceremos estos tonos y acentos tan bien llevados. 

Conclusión

Crimen - Mercenary Tales nos ofrece mucho por un precio tan ajustado y nos permitirá vivir 8 historias diferentes con unas ambientaciones que serán únicas en cada caso. Su tono jovial y divertido nos sacará más de una sonrisa a lo largo de sus entre 3 y 6 horas de duración. Como contrapuntos destacamos un apartado gráfico mejorable para los personajes no jugables y una cierta repetitividad en sus mecánicas si optamos por largas sesiones de juego. Pese a todo, Carbon Studio nos presenta un hack and slash muy notable para realidad virtual.

El juego ha sido analizado en Quest 2.