Stride: Fates - PRIMERAS IMPRESIONES

El arte del desplazamiento

Como enamorado de la breve saga Mirror's Edge, la primera vez que jugué a Stride me sorprendió lo bien que había trasladado sus mecánicas de parkour a realidad virtual. Sin embargo, apenas jugué con profundidad las modalidades que iban llegando (carrera sin fin por escenarios procedurales, contrarreloj, arena), esperando un modo historia que ha llegado tres años después y en forma de aventura independiente: Stride: Fates.

La versión que hemos probado y a la que corresponden los videos que ilustran este artículo es la que el estudio JoyWay ha creado específicamente para los beta testers y es representativa de lo que veremos en Meta Quest, aunque la hemos jugado en PC con el visor HP Reverb G2. Hemos podido pasarnos solamente la introducción, que sirve como tutorial, y los primeros 45 minutos de la campaña. 

Historia

El juego comienza en los tejados de los edificios de una moderna ciudad, y mientras aprendemos a correr, saltar, hackear cerraduras electrónicas y disparar, se nos encarga una misión y se nos van dando pinceladas de cómo es esa sociedad moderna, se empieza a intuir que el acceso a la tecnología más moderna ha hecho aumentar la brecha entre ricos y pobres, o que las corporaciones industriales parecen tener más peso social que las instituciones políticas y administrativas tradicionales.

Gráficos

El minimalismo del juego original queda atrás, y nos encontramos con muchos más detalles, sobre todo cuando dejamos los tejados y entramos en oficinas y almacenes. En su estado actual, visualmente es un juego competente en Quest. Teniendo en cuenta que no nos vamos a poder entretener en mirar el atardecer tras el skyline de la ciudad, no sé si tiene sentido pedirle más. Lo peor, las animaciones y caras de nuestra instructora y de los enemigos. Ya veremos el resultado final y hasta qué punto hay diferencias con la versión PC VR. 

Mecánicas

Todo lo que tiene de parkour en primera persona se podría hacer de distinta manera, pero quizá no mucho mejor en realidad virtual. Es una auténtica gozada ponerse a correr, deslizarse por debajo de un conducto de ventilación, saltar entre tejados, usar ganchos o tirolinas, galopar por una pared vertical y encadenar un movimiento con otro con absoluta fluidez hasta que llegas a un punto de control, o caes hasta estamparte contra el suelo.

Aviso: para correr hay que seguir moviendo los brazos, y la mejor sensación es hacerlo de pie en mitad de una habitación. El resto de acciones se hacen con los sticks, pulsando botones y gatillos de manera independiente o combinada. No hace falta tener un gran espacio libre si uno se mantiene en el sitio, pero sí tener un poco de cuidado, sobre todo en la parte de combate.

Jugabilidad

Tengo sensaciones encontradas con respecto Stride: Fates, quizá culpa mía por desear que fuera un Mirror's Edge, un juego donde el parkour y las acrobacias eran el plato fuerte, no los tiroteos o el acabar con los enemigos, que eran simplemente una forma de generar tensión y añadir algo de variedad a la propuesta.

En esta aventura la parte de acción es mucho más importante, al menos en la parte que he podido jugar. He estado más tiempo en el interior de los edificios, eliminando matones a tiros, cuchilladas o puñetazos, que atravesando la ciudad por los tejados.

Si en Stride era todo correr y saltar sin descanso, con algún que otro disparo, en Fates se pierde esa tensión y fluidez, ganándose profundidad o variedad, y narrativa. Es decir, misión cumplida, tenemos un modo campaña de verdad, pero a costa de sacrificar diversión, porque los combates y la exploración no funcionan igual de bien que el parkour.

Conclusión

Mi primer acercamiento a Stride: Fates, en versión muy preliminar, me ha dejado un regusto no tan dulce como el que esperaba, y que quede claro que es una impresión muy personal y precipitada, incompleta y sin reposar. Estoy seguro de que el juego completo será bueno, aunque también de que no llegará a la excelencia. Ojalá me equivoque y el resto de la aventura que me queda por jugar esté a un nivel superior, a la altura de los tejados y de los edificios de Airon City.