Dying Light vuelve a la realidad virtual después de 2 años

Los que llevéis un par de años siguiendo las noticias de la realidad virtual recordaréis que Dying Light, esa curiosa mezcla entre GTA, Assassin's Creed y Left 4 Dead que tan buenas criticas recibió, llegó a funcionar con el DK2 de Oculus en aquella época en la que los experimentos sacaban a la luz los problemas de mareos que acarreaban los juegos tradicionales con su sistema de control analógico al ser trasladados tal cual a la realidad virtual. La llegada de las versiones comerciales de Oculus y HTC Vive dejaron en el olvido unos cuantos experimentos como Dying Light o Alien Isolation, pero parece que Techland no quiere dar por concluida aquella prueba.

Y es que, para sorpresa de todos, el parche 1.12 de Dying Light, publicado el día 13 en Steam, ha actualizado la compatibilidad con el SDK de Oculus (aunque no hay ni una palabra al respecto en las notas de lanzamiento), funcionando ahora tanto en el DK2 como en el CV1. Por el momento dicho soporte es completamente experimental, de hecho la única forma de poder jugar sin que el control se haga un lío es colocarnos en el mismísimo centro de nuestra zona de juego, ya que de lo contrario el simple giro de la cabeza provoca un movimiento indeseado del jugador. Las sensaciones son muy parecidas a cuando hacemos funcionar un juego no compatible con la realidad virtual mediante vorpX o Vireio, salvo que en este caso el rendimiento es bastante bueno y los fallos gráficos son mínimos, aunque el control deja mucho que desear y la probabilidad de terminar mareado es muy alta en una gran parte de los usuarios.

Si sentís curiosidad y tenéis el juego en vuestra Biblioteca de Steam, basta que con que sigáis las mismas instrucciones que os indicamos en su día para el DK2: en la carpeta Mis documentos\Dying Light\Out\Settings se encuentra el fichero video.scr, al que tenemos que añadir una línea que contenga OculusEnabled() al final. Al lanzar el juego se arrancará automáticamente Oculus Home y podremos jugar desde el Rift, utilizando el gamepad o teclado y ratón como método de control (el Rift tiene que ser el dispositivo de audio predeterminado en Windows). Estáis avisados de que el soporte se encuentra en un estado muy precario, tan precario como lo estaba en su día con el DK2, pero al menos Techland ha actualizado el juego a una versión del SDK compatible con la versión comercial del Rift. ¿Será el comienzo de una adaptación en condiciones, o una simple curiosidad para que los usuarios más atrevidos y con estómagos de hierro se entretengan? Sea lo que sea, el juego funciona aunque esté lejos de ser una experiencia óptima, y seguro que muchos usuarios lo agradecen, aunque desde luego no es la experiencia ideal para enseñar a los que prueban la realidad virtual por vez primera.