Peaky Blinders: The King's Ransom - PRIMERAS IMPRESIONES

Revolución, espionaje y crimen organizado

El estudio Maze Theory nos ha permitido jugar al primer acto de Peaky Blinders: The King's Ransom, que se compone de 10 capítulos, siendo uno de ellos el que está disponible en forma de demo exclusiva para visores Pico Neo 3 y Pico 4. 

Esa demo del juego ya nos había dejado buenas impresiones, y eso que se trata solamente de una introducción casi puramente narrativa. Ahora hemos avanzado en la historia, pudiendo comprobar que el juego va a ser mucho más que una película interactiva. Hemos tenido que desactivar bombas, apagar un incendio, explorar escenarios, afinar nuestra puntería en un intenso tiroteo y accionar un puente para poder escapar.

Lo que vamos a poder disfrutar a partir del 9 de marzo en visores Quest 2 y Pico es toda una aventura que expande el universo de la serie protagonizada por el actor Cillian Murphy (Espantapájaros en la trilogía de Nolan sobre Batman), de la que yo he visto solamente un par de capítulos para poder comprobar hasta qué punto este juego recrea sus escenarios y personajes.

No hace falta haber visto Peaky Blinders para entender la trama de este "Rescate del Rey", pues cuenta una historia paralela a la de la serie, con nuevos personajes, con un argumento casi más propio de las novelas de espías que del género de mafiosos. Es 1928 y nuestra misión es la búsqueda de la "Caja Roja" de Winston Churchill, el maletín que contiene las identidades de todos los agentes británicos repartidos por el mundo.

Estamos en el periodo histórico de entreguerras, pero poco hay de "los felices años 20" en los callejones de la ciudad industrial de Birmingham, por cuyo control compiten tres bandos: la criminal familia Shelby a la que pertenece el protagonista, los alborotadores comunistas The Winter's Children y la hermandad china The Tong, que no aparece en los capítulos que hemos jugado.

Ambientación

Sobresaliente, o notable muy alto, sería mi valoración de Peaky Blinders: The King's Ransom en cuanto a calidad visual de sus gráficos, animaciones, atmósfera, voces de los actores de doblaje, música y sonido en su conjunto. Técnicamente, en lo audiovisual, el juego es de lo mejorcito que vamos a encontrar en el catálogo de Quest y Pico. 

Visualmente, no deslumbra como Red Matter 2 o Moss porque recrea la sordidez de las calles de los barrios obreros de una ciudad donde las chimeneas de las fábricas lo llenan todo de humo y suciedad, no estamos en una impoluta base espacial ni en un mundo de fantasía.

Escenarios de la serie como el pub Garrison, el embarcadero Charlie's Yard o la casa de apuestas de los Shelby son perfectamente reconocibles, al igual que los personajes, recreados con sencillez y eficacia. Obviamente, no son Meta Humanos generados con Unreal 5, pero cumplen con creces lo que podemos esperar ver en plataformas standalone.

Las voces son una gozada de escuchar, con su acento inglés arrastrado y barriobajero. Hay subtítulos en castellano muy claros de leer y bien situados en pantalla. Menú y anotaciones en el cuaderno también en español, así que el idioma no va a ser una barrera insalvable para comprender la historia, en todo momento vamos a saber qué sucede y qué tenemos que hacer a continuación.

Mención especial a la sintonía de la serie, del juego y leitmotiv en muchos momentos, la gran canción Red Right Hand de Nick Cave & The bad Seeds. Con las manos manchadas de sangre roja acaban la mayoría de personajes de esta aventura, ninguno es inocente.

Jugabilidad

Si como experiencia narrativa en realidad virtual basada en una serie de televisión pocos defectos se le pueden sacar a este trabajo, como juego interactivo o de acción, la apreciación es menor en cuanto a mecánicas y capacidad de diversión. No estoy diciendo que su jugabilidad sea mala, en absoluto lo es. Sin embargo, hay pequeños detalles que no nos han terminado de convencer. 

Se juega en primera persona, y de nuestro personaje solo vemos unas manos flotantes enguantadas en cuero negro, y tres ranuras en el cuerpo invisible en donde se almacenan automáticamente los objetos que necesitamos (pistola, cigarrillos, mechero, agenda).

Es un título en el que iremos de la mano todo el rato, con personajes secundarios diciéndonos qué hacer y hacia donde ir, con algo de exploración si queremos coleccionar cartas del tarot, pero muy pasillero. Por mi parte, nada que objetar, caminar por esos callejones y entrar a diversas estancias es completamente inmersivo.

Los pequeños problemas vienen a la hora de interactuar con elementos del escenario, no siempre todo funciona como debería, o se han tomado decisiones un poco cobardes a estas alturas de la VR. Un ejemplo, señalar con unas "manitas blancas" los objetos que podemos coger o usar. Otro, que en lugar de abrir las puertas agarrando del tirador o pomo haya que presionar el gatillo y pasemos al otro lado con un fundido en negro en muchas ocasiones.

Coger todo tipo de cosas es natural y hay poses de manos. Hay buenos detalles, como encender y fumar un cigarrillo o servirse una copa, pero hay otros un tanto absurdos: las botellas de licor parecen vacías, y, sin embargo, el vaso se llena. 

Crear bombas uniendo varios elementos me resultó confuso, porque solo hay un modo correcto de colocar cada pieza, aunque parecen encajar de cualquier manera, y me toco desmontar y montar de nuevo, siendo la vez que menos precisa he sentido la habilidad de coger objetos.

Hay veces que, al dejar cosas sobre la mesa (una botella), esta parece quedarse bailando sobre la superficie, probablemente por no detectar correctamente las colisiones, que las hay, y se agradece que los objetos sean y se sientan sólidos.

Hay acciones que deberían ser emocionantes (apagar un fuego con cubos de agua) que se resuelven de manera precipitada, momentos que deberían ser tensos (desactivar bombas en mitad de un tiroteo) que se sienten flojos, poco intensos, retos sin dificultad, meros trámites.

Quizá todo esto se deba a que la parte que hemos podido probar es un poco introductoria, tal vez en los siguientes actos nos enfrentemos a situaciones o rompecabezas más complejos y desafiantes. Por ejemplo, en las dos horas que hemos jugado solo hemos podido usar la pistola al final.

Esta arma se recarga y amartilla manualmente, y sin ser una mecánica a la altura de un buen juego de disparos especializado, funciona bien y mucho mejor que en otras experiencias narrativas donde las escenas de tiroteos están solo por cumplir, por dar gusto a los jugadores amantes de la acción. 

Conclusión

Nos hemos quedado con ganas de más familia Shelby, y eso es buena señal. Peaky Blinders: el rescate real ha cumplido nuestras expectativas, y supone un gran avance para el estudio Maze Theory con respecto a títulos anteriores como Doctor Who: The Edge of Time. Han hecho un trabajo notable, con algunos altibajos que quizá se allanen avanzada la trama o en la versión final, porque en este juego hay mucho más que humo y problemas, hay una apuesta ganadora.