Block Buster: ANÁLISIS
19 MAY 2023 15:00
¿Alguna vez has querido sentirte como Godzilla arrasando con todo a tu paso? Happy Kamper Pictures LLC te da la oportunidad con Block Buster. Disponible para Quest 2.
Género Kaiju
El género kaiju (monstruos gigantes destrozando todo y dándose de tollinas entre ellos) está muy bien representado dentro de los videojuegos. Lanzamientos protagonizados por Godzilla se reparten entre todas las generaciones, y licencias como Rampage peinan canas llenas de diversión arcade.
Con eso en mente, era cuestión de tiempo que aparecieran experiencias VR que nos pusieran en la piel de estos monstruos gigantes, y siendo sinceros, lo cierto es que ya el año pasado se publicó una interesante propuesta tanto en SteamVR como en AppLab de Quest, Kaiju Monster VR.
Pero ahora Kamper Pictures LLC con su primer juego Block Buster quiere entrar arrasando con todo y ser el referente del género, usando como armas mucha personalización, decenas de secretos, cantidad de coleccionables y mucha, mucha destrucción. Pero... ¿Tendrán la suficiente garra para ello?
Quiero ser un Kaiju de mayor
Pues a primeras sensaciones, empezamos bien. En los mandos el feeling es bueno con una jugabilidad clara y directa. Usamos el teletransporte clásico para movernos y ambos mandos para coger o destruir a golpes todo aquello que nos encontremos en unos escenarios grandes de buena definición y con un buen campo de visión. Estos niveles se dividen por zonas cerradas con barreras a modo de protección civil, y una vez encontremos el generador que las mantiene en pie, podremos pasar a las siguientes. El truco es que tenemos que escoger y no podremos pasar por todas las zonas en una misma partida.
La zona de inicio es básica y sin enemigos para que nos recarguemos de poder. Si nos llevamos a la boca a los pobres civiles o a los diferentes vehículos que se mueven entre nuestros pies iremos creciendo, al tiempo que nos hacemos más resistentes a los golpes. Tras este momento de destrucción libre es cuando pasaremos a zonas donde nos tendremos que defender de enemigos, mid-bosses o enemigos finales, y además deberemos explorar un poco para encontrar ítems especiales, bunkers civiles, secretos o coleccionables.
Destrozando como buen Kaiju
Aunque no es una exploración muy profunda, algunos secretos están bien escondidos y son interesantes de buscar, como las diferentes piezas que nos permitirán construir monstruos extra o las grúas repartidas por las diferentes zonas que, si las destrozamos, desbloqueamos objetivos y misiones secretas.
Los bosses son espectaculares a su manera y tienen mecánicas propias en cada nivel. Van desde un dragón japonés al típico portaaviones militar lleno de lanzacohetes, y cómo no, es en estos puntos donde la dificultad se dispara un poco. Por suerte, disponemos de un ataque especial diferente para cada monstruo usando los gatillos de cada mando. Eso sí, con cabeza, ya que al usarlo perderemos tamaño y resistencia volviendo a un estado anterior, y además, tarda un poco en cargarse.
Cabe destacar que los escenarios son bastantes variados, desde una ciudad industrial a un nivel tipo años 50 en blanco y negro. En total son 5 ambientaciones diferentes que quiero que descubráis por vosotros mismos. Al principio pueden parecer muy simples, pero son muy diferentes entre sí.
Kaijus simples pero simpáticos
Estos niveles, además de diferencias visuales, se esfuerzan en mostrar diferencias estructurales, como ser más verticales, y requieren que pienses algo distinto para avanzar arrasando. Aunque no negaremos que, en general, la base jugable es siempre la misma con un corazón muy arcade a lo Rampage.
Por su parte, visualmente Block Buster no es demasiado complejo. Los civiles son parecidos a muñecos funkos y estéticamente los escenarios se apoyan en una idea de cajas que forman las distintas construcciones, lo que provoca que parezca que estás volcando bloques más que destruyendo ciudades. De la misma forma, los efectos sonoros y los efectos gráficos también son muy planos, usando éstos últimos texturas 2D y poco más. La BSO tiene melodías agradables y adaptadas a las diferentes temáticas de los escenarios, pero tampoco destacaría ninguna.
Por ende, he echado en falta algo más de músculo visual y detalle. Pero también es cierto que el conjunto es muy resultón en movimiento. La nitidez, el campo de visión, la cantidad de efectos y el número de elementos en pantalla al mismo tiempo para comer, destrozar o lanzar consiguen que el conjunto final resulte muy satisfactorio a la vista.
Personalización Kaiju
Al margen del núcleo destructor, el juego nos permite elegir nuestra propia habitación y personalizarla, llenando las estanterías según nos guste con coleccionables y objetos que ganaremos en una rueda de la suerte usando los puntos conseguidos en los niveles.
Figuras de los personajes que masacramos mientras jugamos, maquetas de los bosses, vehículos o adornos extra para la habitación como canastas son solo algunos ejemplos entre los cientos de objetos que han preparado Kamper Pictures LLC. De hecho, la habitación me ha recordado mucho a la de otros juegos como Startenders, donde podemos personalizar e interactuar con diferentes cosas buscando aumentar la inmersión VR. Por contra, a veces las acciones a realizar son demasiado sencillas y aportan menos de lo que deberían.
Tal es el caso de la construcción y edición de los nuevos cosplays de kaijus usando las piezas que encontramos, con pasos algo austeros. Que por cierto, hablo de cosplay y no de monstruos en sí, ya que en teoría somos nosotros mismos los que conseguimos disfraces que nos permiten desmelenarnos cuando salimos de la habitación.
Con esto en mente, el juego también nos permite editar un personaje dentro de un editor muy cercano al que tenía la Wii con los ya olvidados Mii. Simplón, pero con los elementos suficientes para crear cierta identificación con nuestro avatar virtual.
Asperezas kaijus
De modo accesorio podremos visitar las habitaciones de nuestros amigos (o alguna random), revisar nuestros objetivos o ver el mapa tridimensional de los diferentes mapas con las zonas visitadas y los secretos conseguidos. Sus 5 niveles con sus 5 monstruos desbloqueables y los más de 200 objetos que prometen desde Kamper Pictures LLC dan experiencia VR para rato, pero el juego en algunos puntos se queda a medias más allá de lo comentado. El sistema de avance obliga a superar los objetivos principales para desbloquear el siguiente, al mismo tiempo que la partida no te deja explorar el nivel completo. Este punto personalmente me ha parecido una forma artificial de alargar el juego.
Me explico, uno de los objetivos suele ser encontrar todas las piezas del cosplay, y si no escoges la zona correcta, toca repetir el nivel más veces de las deseadas. Esto deja una sensación agridulce a una búsqueda que suele ser placentera. Al menos, una vez consigues una pieza, no tienes que volver a buscarla.
Y ya para terminar, el juego está solo en inglés, lo que como siempre puede ser un hándicap para muchos. La acción se explica por sí sola, pero el juego está plagado de cajas flotantes 2D para la interfaz, obligando a entender algo y, de paso, reduciendo la inmersión virtual.
Conclusión
Kamper Pictures LLC ha conseguido una experiencia VR Kaiju que, a los mandos, resulta divertida y emocionante. Su desarrollo puede ser algo monótono y su aspecto resultar algo sencillo, pero sus muchos elementos en pantalla ayudan a sentir que eres un bicharraco con mucha capacidad de destrucción, mientras que sus muchos coleccionables añaden horas de juego. Si alguna vez has querido saber lo que se siente siendo Godzilla estando dentro de una película Kaiju, Block Buster es tu juego VR.
El juego ha sido analizado con Quest 2.