Vetrix Worlds: ANÁLISIS

Encajando piezas

Si bien es cierto que con un visor en la cabeza podemos disfrutar de la mejor experiencia encajando tetraminós con el maravilloso Tetris Effect (y su actualización Connected), tampoco mentimos si esperábamos en algún momento experimentar esos rompecabezas de otro modo. A lo largo de los años no han sido pocas las variantes, incluso oficiales, que la marca ha intentado explorar pero todavía sin atreverse a cruzar al mundo más virtual posible. Es aquí donde Vagabond ha tomado la iniciativa para presentar Vetrix Worlds, un juego donde en lugar de ver caer las piezas somos nosotros mismos los que las colocamos.

La idea original no cambia pero sí cómo la llevamos a buen puerto. Contamos con una retícula de variables dimensiones con dos niveles de profundidad en las que colocamos, en cualquier posición, las piezas que aparecen, una a una, en la parte izquierda. Nuestras manos son la herramienta ideal para cogerlas, voltearlas y dejarlas en el que consideremos el lugar ideal para, tras completar esa doble fila, hacerlas desaparecer y ganar puntos. Incluso sirve dejarlas en el aire para utilizar ambas manos o simplemente pensar. Claro, la profundidad es un factor fundamental y es por ello que estos "Vetriminós" (aceptamos barco) no sólo encajan en el plano bidimensional si no también en el tridimensional.

Aquí sirve cualquier posición siempre y cuando encaje dentro de la retícula de juego. Incluso la altura no importa ya que no necesitan una pieza sobre la que apoyarse quedando así  flotando en el aire. Esto provoca que se produzcan huecos vacíos de forma habitual si no tenemos cuidado pero tampoco importa. Las piezas se colocan también desde cualquier ángulo o posición introduciéndola, directamente, en la misma área de juego, algo que agiliza y mucho la dinámica de juego. A las pocas partidas tenemos claro donde situar las formas que todos conocemos además de una distinta más volumétrica ideal para las esquinas o formar incluso cubos con dos de ellas.

Al contar con dos filas de piezas puede resultar algo engorroso colocar las más alejadas, sobre todo por visibilidad, pero con tan solo pulsar un botón situado justo debajo de la retícula, esta se voltea horizontalmente dejando la línea trasera en el plano más cercano. Una herramienta de los más útil que que utilizaremos frecuentemente durante las partidas en busca de la posición ideal para el próximo Vetriminó. Y no, no hay posibilidad de reservar piezas para más adelante. Aquí jugamos sí o sí con aquellas que aparecen, o al menos así es con las reglas por defecto.

Un puzle para rato

El modo principal de Vetrix Worlds está estructurado en cinco mundos compuestos a su vez de cinco niveles en cada uno. Estos proponen tres desafíos a superar y en caso de hacerlo obtenemos tickets para desbloquear cada uno de los mundos ambientados en diferentes localizaciones mundiales. Justamente los retos hacen que afrontar cada pantalla sea completamente diferente a la anterior a nivel mecánico exigiendo jugar un determinado tipo de piezas, formar Vetrix (un estructura volumétrica de cuatro alturas) o sumar un determinado número de puntos en el tiempo estipulado. Una buena cantidad de variantes a las que se añade el uso de unos cubos especiales.

Si hacemos desaparecer una fila que contiene uno de estos cubos tendremos a nuestra disposición su poder: una papelera donde descartar piezas, una reserva para guardar una de ellas o la aparición de unos cubos de puntos en la zona de juego entre otras. En la campaña la aparición de estos cubos de poder es obligatorio, pero no es así en el resto de modos más tradicionales donde nos enfrentamos a nosotros mismos en pruebas contrareloj, infinitas o por puntuación. Tanto individualmente como en línea donde además se incluye un modo cooperativo muy interesante. ¿Lo malo? La ausencia de jugadores impide disfrutar de ello de forma rápida, quedando relegado a partidas privadas.

Además de una campaña de varias horas, jugaremos un tiempo indecente por el simple hecho del gustazo que supone apilar y hacer desaparecer sus "Vetriminós".

Lo mejor es que su adictiva jugabilidad se acompaña de una definición de imagen estupenda, haciendo todo mucho más tangible y potenciándose con una buena respuesta de la vibración cada vez que cogemos una pieza. Y por fin, un estudio se preocupa de hacernos presionar dos botones, los correctos cual pinza, simulando el agarre físico de los objetos. Algo que también utilizamos para reubicar los elementos de la interfaz (zona de juego, piezas, opciones...) en cualquier momento de la partida para mejorar la comodidad en cada situación en altura y profundidad. Además el juego cuenta con textos en nuestro idioma, aunque como podéis imaginar no son muy necesarios.

Vetrix Worlds se ha preocupado por un elemento clave en esta tipología de juegos: una banda sonora que nos mantendrá pegados al visor durante horas. Su estilo retro, que incluso nos recuerda a la saga Pixel Ripped, hará que las tengamos resonando en la cabeza tras dejar de jugar incitando a una partida más. Un título que por la campaña ya nos tendrá mantendrá entretenidos sus buenas tres o cuatro horas a las que se añaden esas modalidades inherentes al género donde jugaremos un tiempo indecente por el simple hecho del gustazo que supone apilar y hacer desaparecer sus "Vetriminós" (ya deberíamos dejarlo como nombre oficial). Y si puede ser en compañía, mejor que mejor.

El momento más codiciado: Crear un Vetrix.

Conclusión

Podríamos pensar que Vetrix Worlds es una medianía más que busca hacerse un hueco en un fórmula tan trillada. Craso error. Sin duda estamos ante uno de los títulos de puzle más inspirados de la realidad virtual en esto de colocar piezas para hacerlas desaparecer. Los retos de cada nivel además de las modalidades de siempre garantizan horas a una jugabilidad estupendamente resuelta a la que nos gustaría dedicarle más tiempo online si hubiera jugadores, o bots, para sacarle todo el jugo posible. Un rompecabezas muy físico, diferente y digno de la tecnología que enamorará a los fans de la eterna obra de Alexey Pajitnov. Eso sí, continúa siendo extraño disfrutar de un buen "Tetris" lejos del señor Roca. 

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.000.000

Vídeo análisis: