Wallace & Gromit in The Grand Getaway: ANÁLISIS
26 ENE 2024 18:00
Los personajes quizá más famosos de la factoría británica Aardman Animations, con permiso de la oveja Shaun y las gallinas de Chicken Run, protagonizan una doble aventura: una película interactiva en VR que lleva a Wallace y Gromit a Marte, y una galería de tiro de tostadas con mermelada en MR. Disponible para Quest 2/3/Pro.
Vacaciones en un planeta tan rojo como la mermelada de fresa
El extravagante inventor Wallace no puede parar de crear aparatos para facilitarnos la vida en el día a día, aunque como bien saben los espectadores de sus aventuras, y su sufrido amigo, el perro Gromit, estos no suelen funcionar como debería, dando origen a todo tipo de desastres y aventuras.
En su primer juego para realidad virtual, la excepción parece ser su nuevo artilugio, el robot Auto-Caddy, un compañero mecánico cuyo trabajo es el de asistirle en sus partidas de golf. Entre sus habilidades, coger objetos con sus brazos extensibles, escanear el entorno y lanzar cosas tras habérselas llevado a la boca.
Una docena de pegatinas de viaje
A lo largo de la aventura, dividida en 12 capítulos, manejaremos en primera persona a este robot o a Gromit, siempre desde posiciones fijas en un punto, no nos podremos desplazar por los distintos escenarios. Este detalle, y algún otro, limitan las posibilidades de este título como videojuego, convirtiéndolo casi más en una película interactiva e inmersiva.
Por ejemplo, nuestra primera misión será recoger todo lo necesario para que Wallace vaya un fin de semana a un campeonato de golf y preparar el equipaje. En lugar de andar por la habitación buscando esos objetos, cogiéndolos con las manos y metiéndolos en la maleta, lo que hay que hacer es localizarlos, llevándonos las manos hacia la cara haciendo la forma de unos prismáticos, teletransportarnos a otras esquinas del salón para encontrar los que nos faltan y cogerlos a distancia con los brazos robóticos; y en lugar de dejarlos en la valija de viaje con las manos, hay que hacer canasta con un lanzamiento parabólico desde la boca de Auto-Caddy.
¡He vuelto a meter la pata Gromit!
Esta mecánica jugable choca al principio, se siente algo encorsetada y limitante, pero hay que acostumbrarse porque el resto de minijuegos que encontraremos a lo largo de esta aventura se basan en ella. Otro aspecto del juego que hay que tener en cuenta es que las voces están solo en inglés, y no hay subtítulos. Si no entendemos lo que nos dicen, aunque podamos consultar en el cuaderno qué acciones nos quedan por hacer y todo sea muy visual, nos podemos quedar atascados sin saber cómo seguir.
En un título como este, con tantos diálogos y narrativa, no se entiende que, como mínimo, no haya sido lanzado con subtítulos. La buena noticia es que sus creadores han prometido que llegarán más idiomas a lo largo de este 2024, y seguro que el español es uno de ellos.
Este no es el campo de golf donde quería pasar el fin de semana.
Viviendo dentro de una película de animación
Visualmente, es una delicia, con matices. Si sois seguidores de las aventuras animadas en plastilina de Wallace y Gromit con las técnicas de claymation y stop motion, os vais a sentir como dentro de alguno de sus cortometrajes y películas. Jugándolo en Quest 2, se nota que el visor va al límite de su capacidad para mostrar esos gráficos, que no se ven del todo nítidos, pero se disfrutan. En Quest 3, o usando herramientas como Quest Games Optimizer, se mejora resolución y rendimiento. Aun así, desearíamos ver este proyecto en plataformas más potentes (PC VR, PSVR2), para disfrutar totalmente de su característico estilo artístico.
El apartado sonoro es también bueno, con las melodías y los sonidos que asociamos a las aventuras de este inventor y su mudo amigo perruno. El doblaje con acento norteño característico de Wallace corre a cargo de Ben Whitehead (quien relevó como voz del personaje al fallecido Peter Sallis), aunque a quien más oiremos hablar será a la actriz Miriam Margolyes (la profesora Pomona Sprout en la saga cinematográfica de Harry Potter), interpretando a una IA con forma de radio y dron volador, la encargada de darnos las instrucciones y narrar la historia.
En Marte hay atmósfera respirable y muchas sorpresas.
Jugar a esta película interactiva nos llevará unas dos horas, más o menos, dependiendo de lo que nos paremos a contemplar detalles, lo bien o mal que se nos dé algún minijuego o puzle y lo completistas que seamos. Sus rompecabezas son sencillos, y es que toda The Grand Getaway parece ser un proyecto pensado para ser disfrutado por los más jóvenes de la casa, o por adultos con espíritu de niño.
Lo mismo se puede decir de su guion, una historia sencilla, simpática y familiar, de la que no digo nada para que seáis vosotros quienes descubráis cómo nuestros protagonistas acaban en Marte, qué descubren allí y cómo logran volver a casa.
Además de hacer la maleta, deberemos poner en marcha un cohete haciendo de mecánicos y usando la mermelada de fresa como combustible, defendernos de una lluvia de meteoritos (golpeándolos con bate de críquet), activar mecanismos alienígenas, fabricar recambios, pulsar botones en una secuencia musical, jugar a golf con unos tótems hambrientos, etc. Como veis, mucha variedad, poca dificultad y ninguna originalidad, aunque eso sí, una gran dosis de humor.
Ni en Marte se puede uno saltar la hora del té.
Embocar o fallar el hoyo
En cuanto a mecánicas o características inmersivas, luces y sombras. Por ejemplo, hay colisiones y físicas, pero ciertas interacciones se sienten torpes, quizá por haberse esforzado en hacerlas "para todos los públicos". Notamos una cierta cobardía en el uso de las posibilidades de la realidad virtual, intentando hacer el juego accesible para todos, se han pasado de frenada. Todo debería ser más loco, más dinámico, más preciso.
El ejemplo más claro de esto es que para ir de un sitio a otro tengamos que mirar un punto del escenario para aparecer allí, el no poder desplazarnos por los escenarios, resta puntos, y en más de una ocasión lo he hecho de forma natural, caminando por mi habitación para acercarme a ver con detalle algunas cosas, por el simple hecho de darme el gusto, no porque lo exija la aventura.
Estos bichitos con un ojo están en todas partes.
Fácil de jugar y rejugar
En la maleta que hace de menú interactivo, irán apareciendo sellos de viaje, pegatinas, desde las que podremos volver a jugar cada capítulo, algo muy útil para enseñar a las visitas los momentos más divertidos.
Además, podremos acceder también directamente a los 4 minijuegos principales, a las partes más arcade de esta aventura. En el apartado Bonus encontraremos la posibilidad de jugar al golf disparando a unas frutas flotantes, revivir la escena en la que atravesamos una lluvia de asteroides (momento Beat Saber), echar una partida al clásico Hack-a-Mol tratando de no aplastar pequeños extraterrestres y afinar nuestros reflejos y puntería disparando con un cañón bolas que hay que encestar en la boca de unos tótems de piedra.
Jamtastic! un extra en realidad mixta
La opción de acceder a los minijuegos alarga la vida del título, pero es que además se ha añadido uno extra, un juego que nada tiene que ver con la aventura interactiva en VR, y que se selecciona desde una etiqueta que cuelga del asa de la maleta.
Se trata de una galería de tiro en realidad mixta en la que tendremos que disparar mermelada a las rebanadas de pan que saltan de un lado a otro desde varias tostadoras. Para disfutar de Jamtastic! hay que configurar la habitación, hacer coincidir nuestro espacio real con el virtual, y es mucho más inmersivo si tenemos Quest 3 o Pro con sus Passthrough a color, aunque es perfectamente jugable con Quest 2.
No es, desde luego, el uso más original de la realidad mixta, pero sí un buen complemento al juego principal, y tiene un tono humorístico que encaja muy bien con los personajes de Wallace y Gromit, a quienes veremos brevemente en forma de hologramas antes de dejarnos a solas con uno de sus estrafalarios inventos.
Ha llegado la hora de dictar sentencia.
Conclusión
Nos encanta que haya propuestas como esta, donde se nota que se ha querido ir más allá de una mera experiencia VR. Sin embargo, al final la propuesta se ha quedado un poquito sin cuajar, en tierra de nadie, a mitad de camino entre una película inmersiva e interactiva muy vistosa y un videojuego total, parte algo desaprovechada. Muy disfrutable si se sabe inglés (a ver cuando llegan los prometidos subtítulos) y si uno es fan de Wallace & Gromit, algo menos si no conocemos a estos personajes.
El juego ha sido analizado con Quest 2.
Vídeo análisis:
Liberty
Visores
#1 26 ENE 2024 19:00
Fan de Wallace & Gromit, espero que no se quede solo en Quest, aunque es lo más probable.
ray_manta
Visores
#2 26 ENE 2024 19:55
Los editores de este tipo de juegos/experiencias sí que suelen publicar sus títulos en PC VR (Madrid Noir, Gloomy Eyes, Gravity, Glimpse, Biolum, etc).
Esperemos que Wallace & Gromit llegue por los menos a SteamVR (ojalá a PSVR2 también, pero eso lo dudo). Si eres fan de estos personajes, te gustará vivir una de sus aventuras.
Y a ver si esos subtítulos prometidos no tardan en llegar, porque sin saber inglés es complicado entender todas las cosas absurdas que pasan o lo que hay hacer en algunos momentos.