Here They Lie - PlayStation VR: ANÁLISIS
13 MAR 2017 9:00
Tic, tac, las doce en punto, hora de acostarse. La pesadilla comienza. El dolor y el abandono lo impregnan todo, los depredadores nos acechan tras las puertas entreabiertas. Solo nos queda seguir los pasos de Dana, la mujer de amarillo, esa que un día nos fue tan cercana y ahora tan ajena. ¿Está en sus ojos la respuesta?
El terror que te mira
La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido (H.P. Lovecraft)
En esta extrañísima propuesta de Tangletemen para VR seremos Buddy, un hombre que anda buscando a Dana por un mundo siniestro y caótico. En su viaje imaginario reinará la inquietud constante y el desasosiego. ¿Es el terror que nos espera fuera mayor que la carga soportada? Empezamos en un vagón de metro poco iluminado. Atravesaremos verdaderos cementerios urbanos donde reposa lo abandonado y lo inerte. Humanos deshumanizados con cara de animales se esconden en la oscuridad. Están listos para darnos caza. Los más peligrosos son los del cráneo de ciervo con sus astas y sus ojos blancos. ¿Nos vieron? Oh sí , nos vieron. Se oyen sus gruñidos, sus aullidos, mientras nos alejamos de ellos. Apaga la linterna, corre y escóndete para no ser golpeado hasta la muerte.
El objetivo del juego es llegar hasta el final sin ser cazado por las criaturas malignas. Estamos ante un walk simulator de terror con sigilo donde el grado de interacción con objetos es mínimo. Además de abrir puertas, podemos apagar televisiones, coger las llamadas de teléfono de un conocido amigo y recoger pilas para la linterna. Eso es todo. Dispersos por el juego encontraremos fotos realizadas por Dana que nos abrirán la puerta a sus reflexiones y microrrelatos de terror escritos a máquina. Estos relatos son del tipo "La muerte nos vigila mientras estás leyendo y sabes que ahora podría atraparnos". Dan buena ambientación e incrementan el nivel de paranoia si cabe.
En lo jugable, es cierto que cuesta acercarse a este título. Nos lo pone difícil en varios aspectos. No obstante, tras darle una oportunidad descubrimos que su peor parte, en todos los sentidos, es el tramo inicial y va mejorando progresivamente con escenarios de mayor belleza artística. Incluso morir es extraño y estridente en este juego. Todo se tiñe de un rojo psicodélico y volvemos a salir a flote en un mar sangriento bajo un amanecer también rojo para continuar en el punto donde caímos. Esto no ocurrirá demasiadas veces, pues la IA enemiga es bastante tonta y será fácil de engañar.
El mal acecha tras la esquina
Recorrer el infierno
Se usa dualshock de forma convencional y el movimiento es libre. Podemos utilizar la mirada para corregir la trayectoria. La opción más confortable es el giro a tramos de 40º (extraña configuración y poco natural pues 40 no es divisor de 90 ni de de 180). Con PS4 Pro, el nivel de mareo se minimiza bastante con respecto a la versión anterior, aunque consideramos que aún tiene riesgo y no es apto para recién iniciados en realidad virtual. En gran parte se debe a su indefinición gráfica (a pesar de las mejoras) y al movimiento del personaje. Por poner un ejemplo, resulta más incomodo cuando el camino a seguir se curva, los escenarios se mueven o tenemos que correr. Durante el desplazamiento se producen además ligeras oscilaciones que no ayudan. Podemos decir que las actualizaciones tan solo han mejorado muy ligeramente este título. Aún así se agradecen, por supuesto.
Llama la atención ver nuestra sombra durante el desplazamiento. Miramos a nuestros pies y nos vemos el cuerpo. Incluso dado el caso, nos podremos ver reflejados en los espejos u otras superficies. Es una curiosidad que no queríamos pasar por alto, ya que no ocurre en todos los juegos de VR.
"El hombre es un lobo para el hombre" (Plauto)
Bienvenidos al templo del terror
Visiones de un desierto urbano
Gráficamente es un juego bastante limitado -al menos en VR-. Si por algo se salva es por su gran trabajo en el diseño artístico de escenarios devastados. Estos además mejoran a medida que avanzamos en el juego, pues tal vez la primera parte es la menos agraciada en este sentido. Si por algo merece la pena este juego es por la oportunidad de contemplar el mundo que han creado. En algunos momentos alcanza niveles muy notable visualmente y se mueve en un terreno entre lo teatral, lo fotográfico y lo pictórico, construyendo escenarios donde las criaturas realizan performances infernales. Aquí se podrían citar posibles referencias como el expresionismo alemán, el surrealismo, Lars Von Trier (véase Anticristo), La semilla del diablo (Polanski), El resplandor (Kubrick) o incluso algún episodio de la laureada serie Black Mirror (había un episodio donde aparecían humanos con carretas de animales, como ocurría también en la película Tú eres el siguiente) o la ambientación sórdida de Hannibal. Sean o no, en cualquier caso, ese es el espíritu maléfico que nos ronda. Literalmente nosotros formamos parte de ese cuadro, estamos dentro y el pintor es el mismísimo diablo. Los colores usados en la paleta son el blanco, el negro y muchos tonos de grises en la mayor parte de los momentos. El amarillo se reserva para el vestido de la chica, mientras que el rojo para la sangre y el fuego, consiguiéndose de este modo realzar y dar fuerza a determinados elementos.
"El infierno está todo en esta palabra: soledad" (Victor Hugo)
Con la nueva actualización también se le ha añadido un modo 2D que luce realmente bien (4K y HDR) y ofrece una buena opción jugable a aquellos que no puedan con el movimiento libre. Se gana en gráficos pero se pierde en inmersión, como suele pasar en estos casos.
El sonido acompaña bien al título y se encarga mantener alta la tensión con chirridos, zumbidos, música industrial ligera, estridencias, portazos, aullidos, llamadas de teléfono, etc... En este sentido, una vez más podemos decir que estos elementos contribuyen a favorecer la inmersión que a veces flaquea en parte por el nivel gráfico.
Te daremos una paliza
This is the end
Si el título es psicodélico en sus tres horas aproximadas de duración, es en el tramo final donde alcanza su cénit. Se abren del todo las puertas y se desata la bestia. Durante nuestro viaje onírico-diabólico el círculo se cerrará en este laberinto en espiral. El final es un nuevo comienzo y la respuesta es una pregunta sin respuesta.
¿Es Here They Lie la representación interna del estado emocional de una persona llena de desesperanza y abandono? ¿Es una metáfora de las cloacas de lo humano en un mundo frío, violento y deshumanizado? ¿Es un viaje del antihéroe a lo más profundo de su miedo? Algo de todo esto contiene y te lo transmite en su aparente caos. Está recubierto de un halo maldito sobre las miserias y las ruinas del ser donde el ritual, la lascivia, lo psicotrópico, la violencia gratuita, el simbolismo, los viajes astrales,... bailan en conjunción para removerte las tripas. El ojo que te observa eres tú mismo antes de ser devorado. Todos arderemos en el fuego que todo lo arrasa ¿Qué locura es ésta? Exacto, una locura con mayúsculas.
"Cada uno somos nuestro propio demonio y hacemos del mundo nuestro infierno" (Oscar Wilde)
En conclusión, es un título áspero para la VR con algunos puntos flacos como hemos señalado pero que crece en su justa medida si le perdonamos sus defectos. Si te gusta este tipo de terror debes jugarlo, pues te ofrece algunos momentos únicos, pero si no es el caso, mejor no, pues podría resultarte incluso desagradable. Quedas advertido, tú sabrás dónde te metes. Yo por mi parte, me pongo mi careta de cerdo y me asomo a la ventana a ver si asusto a algún viandante.
Por todo lo comentado le asignamos una nota de 6.
Más información sobre las mejoras en el modo Pro: Here They Lie añade mejoras en PS4 Pro
Sr_Ton
Visores
#11 » Respuesta a rober_cuen #10 26 JUN 2018 21:15
Entiendo tu discrepancia pero el tema de los géneros es un terreno pantanoso y lo suficiente abierto para que quepan diversas opiniones. Yo soy amigo de usarlas simplemente para describir el juego y entender qué es. Por ejemplo, a juegos como Outlast también se le ha colgado, en ocasiones -en otras no-, la etiqueta (acompañada normalmente de otras, eso sí) de walk simulator o quizás mejor running away simulator pues tras jugarlos uno tiene la sensación de estar más cerca de ese género que del survival horror dada la anecdótica gestión de objetos. Pues bien Here They Lie lo es más todavía, si cabe, pues no tiene ningún tipo de gestión de objetos más allá de leer notas y el sigilo no es una mecánica en si, se trata tan solo de no pasar demasiado cerca o que no nos vean usando el movimiento normal. Si nos ven toca correr, claro. El juego es básicamente andar y correr como un turista de terror. No sé si lo has jugado entero pero a mi sí me parece un walk simulator y diría más, me parece más walk simulator que alguno de ellos que conllevan cambios de mecánicas que aquí no existen. Un saludo.