République VR: ANÁLISIS

Sigilo con historia

A continuación tenemos el análisis completo enfocado en la versión de Quest, y luego, tras la Conclusión, tenemos un anexo para la versión de PlayStation VR.

Después de una campaña de Kickstarter exitosa que permitió que République saliera originalmente para pantalla plana en varias plataformas, Camouflaj adaptó más tarde su título al mundo virtual, permitiéndonos disfrutar de todas sus virtudes, que no son pocas, desde nuestro querido visor. La primera versión llegó a Oculus Mobile (Gear VR y Go), y después dio el salto a Rift y Quest. Planteado originalmente como una aventura episódica, se nos ofrece ahora en un pack completo donde encontraremos los 5 episodios juntos, siendo posible así completar la aventura en su totalidad. Detrás de la misma amanece el nombre propio de Ryan Payton, involucrado en desarrollos como Metal Gear o Halo, creador con una clarividencia especial sobre lo que un videojuego debe transmitir y que, sin duda, ha dejado su impronta en esta obra llamada République VR.

A République VR hay que acercarse con el sosiego y pausa del que sabe que una aventura convenientemente temporizada le espera. El ritmo de avance es constante, pero de velocidad reducida y radicalmente apartado de la acción más frenética. Como cuando uno se embarca en un libro que le absorbe y le hace empatizar progresivamente con todo lo que este le cuenta, République requiere más de la tranquilidad y tiempo del lector expectante que del desahogo instantáneo de cualquier otra propuesta virtual.

Antes de continuar con el análisis, y para los que quieran dejar de leer, es importante mencionar que el juego está totalmente en inglés con subtítulos en castellano. Y en un título como este el aspecto del idioma resulta muy importante ya que, a no ser que tengas un nivel de inglés alto, vas a tener que leer mucho texto, y cuando digo mucho me refiero a cientos y cientos de líneas. Toda la historia se desarrolla a partir de conversaciones, pistas de audio y reseñas escritas que refuerzan, completan y componen en definitiva el conjunto que este juego pretende ser. République VR no tiene sentido sin su historia, la cual juega un papel decisivo en su éxito y, en mi opinión, de peso mayor que sus propias mecánicas jugables. En mi caso particular me ha tocado leer todo lo que aparecía en pantalla para no perderme detalle de la trama, y hay que decir que el juego sigue siendo totalmente disfrutable. En el lado bueno, decir que el doblaje de voces en inglés es uno de los mejores que he escuchado en mucho tiempo, con un nivel altísimo en todos los personajes. Sin duda, una delicia para los oídos del que pueda entenderlo.

Si todavía sigues leyendo a estas alturas es posible que llegues a disfrutar de este juego como se merece. Vamos allá.

République VR toma como referencia de inspiración la obra maestra de George Orwell 1984 para construir y desgranar poco a poco la atmósfera de control férreo, censura y manipulación en la que toda la historia se desarrolla. En este contexto totalitario, representado por una organización con su Gran Hermano al frente, existen ciertos individuos que han nacido y crecido dentro de ella sin conocer nada diferente al adoctrinamiento extremo que han vivido desde pequeños. Los Pre-Cal (forma corta de Pre-Calibrado), que así se hacen llamar, son a estas alturas adolescentes a los que se les ha alineado el cerebro con las ideas expuestas en el ideario de referencia del Sistema, llamado Manifesto.

El juego nos propone ayudar a Hope, una pre-cal sometida, a escapar de la organización. Por alguna razón, alguien de dentro que quizá se lo ha pensado mejor, nos ayudará dándonos acceso a los sistemas informáticos que controlan todas las cámaras y accesos de la infraestructura donde está encerrada. A través de la visión que las cámaras de seguridad nos den, desplegadas por absolutamente todo el recinto, iremos guiando a Hope a través de su aventura, evitando que sea vista por los numerosos guardias de seguridad que pueblan las estancias.

Básicamente estamos ante un juego de sigilo en el que siempre tendremos que evitar que nos descubran. Si esto ocurre, el enfrentamiento físico casi siempre jugará en nuestra contra y acabaremos convenientemente recluidos en una celda próxima a nuestra captura. Puntualmente tendremos la opción de anular a alguno de los guardias usando spray de pimienta o una pistola eléctrica, pero en general no será un buen recurso para zafarse de los enemigos. En un primer momento tengo que reconocer que las similitudes con el primigenio Metal Gear que pude ver en esta dinámica de juego elevaron desproporcionadamente mis expectativas. A pesar de que al principio intuimos un inventario de objetos bastante elevado que pudiera sugerir más variedad en las capacidades de Hope, hay que decir que la dinámica de juego se apoyará durante toda la aventura en el sigilo ya comentado, con tan solo algún toque diferente en forma de mini-juego ocasional o puzle.

El móvil que Hope porta durante la aventura jugará un papel fundamental, ya que nos dará información relevante sobre el mapa y nuestros objetivos inmediatos. Es además el medio de comunicación que tenemos con nuestro aliado dentro de la organización y por el que recibiremos todo tipo de instrucciones y comentarios pertinentes. Mediante el sistema de actualizaciones de su sistema operativo, llamado OMNI, podremos abrir puertas de seguridad en el orden correcto y así ir progresando ordenadamente en nuestra aventura.

Como ya se ha comentado, la dinámica de juego no es demasiado compleja y quizá se le podría haber sacado algo más de partido viendo sobre todo el ecosistema creado. Sin embargo, en ningún caso se siente el juego cojo en este sentido, ya que la otra gran pata de la mesa la forma la historia que se desarrolla. Gracias a nuestras capacidades de hackeo tendremos acceso a multitud de registros de audio, notas escritas o archivos informáticos en los que se nos irá construyendo pieza a pieza el conjunto de la historia. El sistema, la organización, sus integrantes... todo evolucionará a lo largo del juego y se desarrollarán relaciones cambiantes donde habrá cabida para traiciones, contradicciones y reconversiones varias. Al finalizar sus 10-11 horas de juego uno no sabe si ha leído un juego o jugado un libro, en cualquier caso sientes que has formado parte de una aventura compacta y original con una propuesta ciertamente diferente, lo que es de agradecer.

Técnicamente el juego ha sufrido algún recorte con respecto a la versión plana que saliera para PC y PS4, pero en general luce perfectamente en nuestro visor. No vamos a encontrar ninguna floritura gráfica, desde luego, pero tampoco el juego pretende destacar en ese sentido. La escala de habitación pasa a un segundo plano en este caso ya que es un juego para disfrutar cómodamente sentado.

No quería acabar esta review sin hacer una mención especial al conjunto enorme de items coleccionables que encontraremos a lo largo de nuestra aventura y el trabajo de iconografía y documentación asociado que ha llevado a cabo la gente de Camouflaj. Más de 30 libros, censurados por la organización, y, sorprendentemente, otros tantos videojuegos, muy actuales algunos, están desperdigados por las estancias del edificio. Cada uno de ellos está convenientemente modelado y acompañado de unos párrafos descriptivos que nos ayudarán a recordarlos o descubrirlos según el caso. Sin duda un detalle de agradecer que completa aún más el ecosistema creado en el juego.

CONCLUSIÓN

République VR plantea una aventura de sigilo episódica con un ritmo pausado y alejado de cualquier ambiente de acción. El idioma puede suponer una barrera para muchos ya que, a pesar de tener subtítulos en castellano, se trata de un juego donde los diálogos y continuos textos construyen la atmósfera en la que se desarrolla la trabajada y ambiciosa historia que hay detrás. Una vez dicho esto, el buen doblaje de voces original, la cantidad de personajes e historias asociadas y el carisma de nuestra protagonista, que va creciendo conforme avanza el juego, hacen de este título un juego original y muy recomendable.

El juego ha sido analizado en su versión de Oculus Quest.

Versión de PSVR (Dark)

Casi cuatro años después de su primer acercamiento a la realidad virtual, el título de Camouflaj llega por fin al visor de Sony en su versión aniversario con extras en forma de comentarios de los desarrolladores.

Hay que estar atentos a rutas y salidas... y por qué no, a los sprays para pasar a la acción.

Esta casi anecdótica novedad para muchos echa por tierra algunas novedades esperadas tras tanto tiempo de espera, como un apartado gráfico más cercano a la versión plana que aproveche la potencia de PS4 y la necesaria caracterización de todos los enemigos que pueblan los rincones del juego.

Desafortunadamente no encontramos ninguna mejora de este tipo, pero por suerte el buen diseño del que hizo gala République VR permanece intacto, recordándonos además lo bien que puede llegar a funcionar un título en tercera persona y que tan ausentes están en esta tecnología.

De cámara en cámara sin ser vistos

Para ponernos en situación, Hope es la prisionera sobre la que tomaremos el control para intentar salvarla de su cautiverio en una misteriosa mansión. Para ello, tomaremos posesión de las diferentes cámaras de seguridad que inundan el recinto, desde las cuales obtendremos una mejor visión de la ubicación de los guardias y las diferentes vías de escape posibles.

Su inteligente diseño de juego está por encima de las asperezas mecánicas que no se han mejorado

El sistema de juego es muy inteligente, originario de móviles, y saca provecho de las bondades de la realidad virtual permitiéndonos estudiar el entorno con nuestra mirada, buscando la siguiente cámara que nos permita obtener un mejor ángulo y llevar a Hope al próximo rincón seguro DualShock 4 en mano.

Por el camino podremos robar a los guardias sin ser vistos, rociarlos con sprays que los dejarán aturdidos un valioso tiempo para cruzar la sala, o incluso, a través las cámaras, cerrarles puertas a distancia y ver su recorrido por el nivel. Unas habilidades avanzadas que podremos adquirir en ciertos terminales de la mansión a cambio de información, o más bien por los puntos que obtenemos al encontrar periódicos o ciertos datos por el camino.

Un sigilo vetusto

Si bien es cierto que en un título donde el sigilo es el núcleo vital, lo notamos algo limitado, también por culpa de unas animaciones demasiado rígidas debido a la naturaleza del producto original y que bien merecían una revisión.

Al detenernos nos llevarán a la celda más cercana, algo que da mucho realismo a su mundo.

A pesar de contar con esta rigidez, todo funciona, y aunque sea de modo algo primitivo en ocasiones, su buen diseño de niveles pseudo-laberíntico, recordando al de los primeros Resident Evil así como algunos de sus puzles, y el bloqueo de puertas mediante tarjetas de seguridad, hacen que olvidemos pronto esta importante limitación, lo cual dice también mucho de su buen planteamiento.

Por otro lado, y aunque no afecta directamente a su jugabilidad sí que reduce la inmersión del título, es que todos los enemigos comparten apariencia. Algo que a priori no debería importar si no fuera porque repartidos por los niveles encontramos documentos de identificación de cada guardia mostrando su foto y personalidad… algo que no se ve correspondido con su símil tridimensional en ningún caso.

El apartado técnico podría haberse trabajado más para lograr un mundo más creíble

Variedad y cantidad

A lo largo de sus cerca de 10 horas, el título de Camouflaj mantiene el tipo gracias al variado planteamiento de sus capítulos. Inicialmente lanzados de forma episódica, estos se vieron beneficiados de diferentes plazos de desarrollo y por lo tanto de nuevas mecánicas en cada uno de ellos hasta convertir por momentos una aventura de infiltración en una experiencia cercana al Survival Horror en sus últimos compases.

La narrativa, presente desde el primer momento, y lo bien llevado de su guion permiten que poco a poco desvelemos los entresijos de un lugar de inicio desconocido sintiéndolo cada vez más cercano gracias también a un estupendo doblaje al inglés (acompañado por textos en castellano).

Técnicamente, como comentábamos al inicio, es un producto muy modesto, alejado en acabados de materiales de la versión plana (que podemos adquirir en pack junto a la versión VR), con texturas demasiado lavadas, modelados muy básicos y animaciones que tampoco acompañan.

Su aspecto en VR no es tan resultón como en su versión plana.

Conclusión

Con todas las asperezas que esperábamos ver resueltas y no han sido así, a République VR: Edición Aniversario, le pesan mucho sus orígenes como producto. Y con todo, el diseño de juego, su bien resuelto planteamiento, variedad y duración le hacen resistir y colocarse como una aventura modesta pero muy recomendable.

Además rompe, de paso, una lanza a favor de las aventuras en tercera persona demostrando que pueden resultar igual de inmersivas si la tecnología sabe sacarle partido.

El juego ha sido analizado con PSVR en PS4 Pro.