Subside: ANÁLISIS
9 OCT 2024 16:00
Bucear a pulmón libre a través de los gráficos más espectaculares vistos en mucho tiempo en realidad virtual es toda una experiencia inmersiva, en todo el sentido de la palabra. Disponible para PC VR.
Be water, my friend
Desde que vimos los primeros vídeos de Subside y probamos su demo nos quedó claro que estábamos ante un portento gráfico y la duda de si en el juego final habría algo más que hacer que nadar con los ojos abiertos de par en par por la asombrosa calidad de esa representación del agua y sus criaturas.
¿Estamos ante un juego, un simulador de buceo a pulmón libre o solo ante una experiencia o demo técnica larga para realidad virtual?
La balanza se inclina más hacia el lado de Kayak VR Mirage que hacia algo como theBlu. Algo de jugabilidad hay en este simulador que nos invita a bucear en aguas poco profundas, pues para desbloquear útiles complementos y escenarios debemos recoger discos duros (o algo similar), monedas de oro (muchas monedas), peces de juguete, llaves que abren maletines sumergidos, cámaras fotográficas. Sin embargo, el que quiera sumergirse en este título debe de tener claro que Subside es un "walking simulator", un juego contemplativo de exploración tranquila y que puede hacerse algo tediosa.
No vamos a poder manejar ningún arma de pesca submarina, los peces u otras criaturas marinas están para ser vistos como en un tanque de agua gigante, para que sintamos que en el fondo del mar hay vida, y mucha más basura y objetos humanos de lo que nos gustaría encontrar.
Las fotografías que acompañan este artículo no hacen justicia a lo bien que se ve todo en VR.
Por el momento, hay disponibles 7 escenarios: una zona de entrenamiento, tres áreas grandes para la exploración (el mar de Cobal Cove, un río en Ocari Gorge, una oscura cueva inundada, Flooded Caverns) y tres de tamaño reducido para el asombro o pasar un poco de miedo (jaula con tiburón blanco, encuentro con ballena, nadar entre carpas koi). Se puede bucear de día, o de noche (si desbloqueamos esa posibilidad). Si la respuesta del público es positiva, el estudio A2D (de un solo desarrollador) estudiará ampliar su contenido, de manera gratuita o mediante DLCs de pago. Eso sí, antes de eso ha prometido llevar lo que ahora hay en Steam a PlayStation VR2. También estudiará que la comunidad PC VR pueda añadir mods.
Los complementos de la tienda no son cosméticos, sino muy útiles, por eso no son gratis (se pagan con monedas del juego)
Jugabilidad
Todo consiste en bucear, moviendo los brazos como lo haríamos en el mundo real, explorando las diferentes áreas para descubrir todos sus secretos y coleccionables. Recomiendo ser exhaustivo, aunque no haga falta completar una al 100% para pasar a la siguiente, pero sí encontrar las 4 piezas que las desbloquean. Esos objetos cuadrados con forma de disco duro también liberan opciones como la de nadar de día o de noche.
En el fondo marino, o del río, encontraremos también monedas de oro, que sirven para adquirir complementos en la tienda, algunos muy útiles y otros indispensables. Consejo: no gastéis dinero como si os hubiese tocado la lotería. Esos objetos (aletas, radar, reloj con indicador de oxígeno, guantes especiales, cinturón con plomos, soplete de soldadura submarina, extras de capacidad pulmonar, etc.) no están disponibles libremente, también hay que desbloquearlos, localizándolos en maletines cerrados sumergidos.
Encontrar y abrir estos maletines es parte de la diversión.
Esas cajas, si tienen cerradura, se abren con unas llaves de color rojo (no siempre fáciles de hallar), y si tienen candados, cortándolos con un soplete (para lo que hay que desbloquearlo y tener monedas suficientes para poder comprarlo). Los maletines con candados contienen solo hologramas o aspectos estéticos para adornar la sala de bienvenida.
Así pues, lo importante es recoger todas las monedas posibles, las llaves, las piezas que desbloquean escenarios y las 12 figuritas de plástico (cuatro tiburones de juguete, cuatro pequeñas ballenas y cuatro pececillos) que nos permitirán acceder a sus correspondientes áreas especiales. Advertencia: algunas de ellas están bien escondidas en zonas de difícil acceso.
La cueva sumergida parece fácil de explorar, pero tiene sus secretos.
La jugabilidad de Subside, el que sea más o menos interesante, dependerá de vuestra afición al coleccionismo y vuestra capacidad de asombro, porque debajo del agua parece que no hay más que "cuatro peces", pero cuando parece que ya lo has visto todo, una criatura sale de unas rocas, una sombra inquietante delata que algo nada sobre nosotros o simplemente descubrimos la enorme cantidad y variedad de cosas que el ser humano arroja a las aguas de mares y ríos.
Cuidado con ensimismaros contemplando todo eso bañado por los rayos de luz que atraviesan el agua, porque, de vez en cuando, hay que salir a la superficie a respirar, y también a admirar los paisajes del exterior (aerogeneradores a lo lejos, patitos de goma, cascadas, barcas, etc).
Precaución: no sacar las manos de la jaula.
Gráficos y sonido
El apartado audiovisual es sobresaliente, extraordinario, y muy meritorio, teniendo en cuenta que todo el trabajo lo ha hecho una sola persona. La calidad es asombrosa en la representación del agua, cristalina en el caso de los escenarios marinos, un poco más turbia en el caso del río encajonado en un cañón rocoso. La gran distancia de dibujado cuando nos asomamos al exterior, las texturas de peces y otras criaturas marinas, de las rocas, palos o algas, todo nos deja con la boca abierta y se nota que hay amor por los detalles.
Hemos jugado utilizando como dispositivo PC VR tanto un visor Meta Quest 3 como el casco PlayStation VR2. En este segundo caso, se nota la mayor intensidad y contraste de los colores que proporciona su pantalla OLED (y nada de mura, ni siquiera en la oscura cueva inundada). Si vuestro visor lleva LCD, Subside es tan potente visualmente que lo vais a disfrutar igual, o más, porque las lentes pancake os darán un extra de claridad. Jugarlo con o sin cable, con el visor que tengáis más a mano, lo importante es gozar de estos gráficos, que falta nos hacen.
La ambientación sonora no puede ser tan espectacular como la visual, dada la naturaleza de la propuesta, y, sin embargo, está igual de cuidada que la visual, en otra escala. El ruidito de las burbujas al usar el soplete, el sonido que hacemos al bracear en el agua, el canto lejano de una ballena o de las gaviotas si sacamos la cabeza del agua, las pequeñas melodías para indicar que hemos hecho un hallazgo o desbloqueado un escenario.
¿Qué sería de una experiencia VR sin ballenas? En este caso, aparición más que justificada.
Mecánicas VR
La naturalidad con la que nadamos bajo el agua moviendo los brazos está perfectamente conseguida. Eso sí, como normalmente jugaremos en posición vertical (de pie o sentados), puede que nuestro cerebro necesite adaptarse a ello en alguna ocasión, porque claro, normalmente bucearemos en dirección horizontal, paralela al fondo del mar/río.
Hay posibilidad de desplazamiento por teletransporte, varias opciones de giro y otras de comodidad, como una viñeta que restringe nuestro campo de visión que es un tanto paradójica: que se vea que llevamos puestas unas gafas de bucear, ¡como si el efecto buzo de los visores VR no fuese suficiente!
Hay colisiones con rocas, objetos y criatura marinas (que normalmente se apartarán), no con las largas algas que suben hacia la superficie (las atravesaremos). Podemos encontrarnos algunas imprecisiones, quizá algo problemáticas en la zona de la cueva sumergida.
La interacción con objetos no siempre es perfecta, unas cosas funcionan muy bien (sacar y meter la pequeña pistola de soldadura de la espalda, usarla para fundir los candados) y otras no tanto (insertar las llaves para abrir las cajas).
Bucear en agua dulce en este encajonado río es una maravilla.
También hay algunas inconsistencias, que algunos moluscos se puedan coger y otros no, pero nada que afecte realmente a la experiencia de bucear, explorar y recolectar, ni que rompan la inmersión.
Los mandos trasmiten respuestas hápticas, por ejemplo, cuando estamos cerca de un "tesoro" si hemos comprado la pulsera-radar. Sin embargo, son vibraciones no demasiado intensas y que se confunden con las que se producen al chocarnos con alguna roca. En este sentido, entre jugar con Quest 3 y PSVR2 como visores PC VR, ninguna diferencia.
Por último, decir que el juego parece estar bastante bien optimizado. En mi caso lo he jugado con una RTX 3080 todo en Ultra, pero sus requisitos mínimos son una GTX 1080/Radeon RX 6800S y los recomendados una RTX 2080/RX 6800.
En la gran pecera que es la zona de Koi Haven hay carpas, algo que parece un siluro y muchas monedas de oro.
Conclusión
Os guste bucear o no, estamos ante una refrescante propuesta dentro del panorama de la realidad virtual para PC en la actualidad. Vale cada céntimo de los 24,50 € que cuesta, ya sea para dedicarle unas horas (mínimo 5) y desbloquear todo el contenido importante actual, o para tenerlo en la recámara y sumergirse en esta experiencia de vez en cuando, o para asombro de las visitas. Subside, sin duda, debería aparecer en los diccionarios como ejemplo de la definición de inmersión: acción y efecto de introducirse en un ámbito real o imaginario. En pocas palabras, Subside es VR.
Hemos jugado la versión SteamVR de Subside utilizando Meta Quest 3 con Air Link y PSVR2 con adaptador como visor PC VR.
Liberty
Visores
#22 » Respuesta a cercata #21 25 NOV 2024 17:46
Los colores y, sobre todo, el brillo de la luz en el agua, se ve increíble con PS VR2 en PC.
Liberty
Visores
#23 26 NOV 2024 2:28
Tráiler de la versión de PS VR2: