Zero Caliber 2: ANÁLISIS

Una nueva misión

Nuevamente somos arrojados a la aventura de la mano del estudio XREAL Games, quienes en 2018 se abrieron paso al campo de batalla con Zero Caliber y, posteriormente, su remake adaptado a standalone en 2021, Zero Caliber: Reloaded. Aprovechando la experiencia adquirida, ahora nos hacen responsables del destino del mundo, donde el dictador Barak busca usar sus fuerzas militares para apropiarse de ese recurso sin el cual no podríamos sobrevivir más de 5 días: el agua.

Un soldado de élite

Una historia algo hollywoodense es lo que nos espera a lo largo de unas 8 horas de campaña, distribuidas en 12 niveles, lo suficientemente interesante pero sin pretender demasiado. Aunque acompañada de una buena jugabilidad con escenarios variados, nos enfrentaremos casi siempre solos, sin algún argumento claro de por qué somos esa especie de "súper soldado" que puede con todo sin necesitar ayuda (salvo contadas y cortas excepciones en las que tenemos un par de compañeros no muy útiles). Eso sí, aunque la historia no sea memorable, puede que alguno se la pierda por completo, pues el juego se encuentra únicamente en inglés, tanto en los diálogos como en los subtítulos.

Así que, sin revelar detalles de la historia, pasemos a hablar de la jugabilidad, aclarando desde ya que, aunque estamos ante un juego emocionante, el inicio puede no dar esa gran sensación, por lo que iré de menos a más.

No importa cuántos vengan por nuestra cabeza, nosotros podemos con todos ellos. Aunque puede que antes requiramos un tutorial para recordar que somos un soldado capaz de cargar con el destino del mundo. Aquí encontré una primera barrera: para algunos será necesario tener un poco de paciencia en estos primeros pasos, ya que el tutorial, a mi modo de ver, está mal explicado y es poco intuitivo. Su diseño asume que conocemos cosas de antemano u omite información, por lo que recomiendo ir más allá de lo que nos dicen, o incluso revisar los carteles puestos en las paredes antes de ingresar al tutorial.

Esto, combinado con un inicio lento y una sensación de repetitividad casi monótona en el diseño del primer nivel, hizo que no me enganchara de inmediato. Ir de casa en casa y revisar habitación por habitación una y otra vez me dio la impresión de que poca sería la variedad que me esperaría en las siguientes horas. Afortunadamente, estaba equivocado.

A lo largo de la campaña, nuestras misiones se desarrollan de manera bastante clásica para los juegos de guerra, donde lo usual es avanzar por el nivel abatiendo a cada enemigo que nos encontremos. Encontraremos algunas zonas abiertas y otras más cerradas, dependiendo del terreno en el que se desarrolle la batalla, como montañas nevadas, trincheras, calles o edificios.

De esta manera, se nos ofrece una buena variedad de escenarios que nos invitan a probar diferentes tipos de coberturas y armas. Especialmente si optamos por la mayor dificultad, donde mantenernos cubiertos constantemente añade un toque de realismo adicional, en donde tres disparos pueden ser suficientes para regresarnos al último punto de control. O, si lo prefieres, la dificultad mínima hace que esta historia sea toda una escena de acción en la que lanzarse de frente es una opción válida al más puro estilo Rambo. Claro que, de esta forma, el juego no durará mucho.

Por mi parte, jugué mayoritariamente en dificultad normal, donde encontré un diseño equilibrado, salvo por el hecho de que la munición suele sobrar en la mayoría de los casos. Además, lo menos realista es que te puedan golpear con un lanzamisiles a quemarropa y sigas vivo buscando cobertura.

Aparte de eso, el balance entre situaciones desafiantes y momentos en los que nos sentimos en control está bastante bien. Hay momentos emocionantes en los que la puntería no es suficiente, sino que tendremos que planear nuestros movimientos en mayor o menor medida. Y si bien la inteligencia artificial de los enemigos no es destacable (acabando consigo mismos al lanzar mal las granadas en más de una ocasión), generalmente compensa con cantidad según la situación y ubicándose en puntos estratégicos bien pensados por los desarrolladores.

Un paréntesis aquí para criticar negativamente la forma en que debemos buscar los códigos de acceso cuando nos topamos con puertas bloqueadas. Nos ponen una barrera para supuestamente buscar una contraseña, y a solo dos metros hay una hoja o un grafiti enorme con el número en rojo brillante. Es como si consideraran al jugador tonto o ciego.

La jugabilidad se combina con un diseño de niveles que alterna enfrentamientos a corto y largo alcance, cambiando nuestro estilo de juego según el caso. Aunque en general, los recorridos son altamente lineales, lo cual está bien llevado en algunas zonas, pero se siente muy llevado de la mano en otras, especialmente en los primeros niveles.

Todo lo mencionado se complementa con un buen manejo de armas y una gran variedad de arsenal a lo largo de la campaña, junto con la ubicación de estas en varios puntos durante la aventura o las que dejan los enemigos. Esto nos incita a probarlas y encontrar las que más nos gusten. Además, hay armas escondidas con skins que desbloqueamos al recogerlas. Esto se combina con un sistema de personalización muy completo que nos permite comprar y ajustar el equipo en el lobby, con el dinero que ganamos al completar misiones.

También, en plena batalla, es posible hacer cambios gracias a un eficiente sistema de intercambio de partes de las armas, que nos permite tanto hacer un reemplazo rápido como tomarlo con calma si la situación lo permite.

Toda guerra tiene su final, y en este caso debo advertir que no es uno muy épico. El final de la campaña viene acompañado de un buen enfrentamiento con las fuerzas enemigas y la dificultad justa. La gran decepción es lo que debemos hacer después, cerrando de una forma poco glamurosa, cinematográfica, impactante o como queramos describir una situación lo suficientemente memorable. Por el contrario, hacemos lo que tenemos que hacer y ya. Se siente como un simple "Gracias", aparece la escena de que ganamos puntos por terminar el nivel y ni siquiera los créditos aparecen, siendo bastante anticlimático.

Finalmente, mencionar que la campaña completa puede ser jugada en equipo de hasta cuatro jugadores, lo que hace que sea ideal para enfrentar la batalla con amigos, especialmente recomendable en alta dificultad, donde cubrirse mutuamente es esencial. Además, cuenta con multijugador PvP y compatibilidad con mods diseñados por la comunidad.

La guerra vista de cerca

Habiendo realizado este análisis desde un dispositivo standalone (Quest 3), mi percepción es que estamos ante unos gráficos entre aceptables y tendiendo a considerablemente buenos. Aunque es verdad que hay juegos que se ven mejor, tenemos un buen diseño de escenarios, con un buen balance entra la apariencia de estos, las armas y los enemigos. Aun así, hay algunos aspectos negativos que mencionar para que llegues preparado.

Lo primero que noté fue un Foveated rendering fijo y considerablemente grande. Al desviar medianamente la mirada del centro, notaba como la resolución bajaba, siendo especialmente notable en el nivel de las montañas nevadas, cuyos detalles destacan este cambio de forma negativa.

Además, los enemigos en ocasiones aparecen a lo lejos sin animaciones, y gráficamente lo más pobre son los efectos de explosión y destrucción, muy simples cuando debemos acabar con un tanque, aeronave o algo por el estilo.

Un aspecto visualmente molesto son los puntos que marcan los objetivos de la misión. Son casi siempre intrusivos, al estar constantemente presentes y ser lo suficientemente grandes como para obstruir la vista de manera apreciable.

Por otra parte, el rendimiento es excelente y el apartado sonoro está muy bien logrado.

Conclusión

Zero Caliber 2 se hace un lugar en el catálogo de FPS standalone, contando con una campaña divertida, perfecta para jugar solo, o aún mejor, en compañía de amigos formando un cuarteto con la misión de salvar el mundo. La variedad de escenarios y situaciones permite disfrutar de sus 12 niveles, junto con un manejo de armas muy bien implementado, que nos llevará a experimentar constantemente y sentir distintas emociones al acabar con el ejército enemigo. Y aunque el final no es memorable, el camino hasta allí resulta en una aventura recomendable si disfrutas de ponerte en el papel de un soldado en medio de una cruenta guerra por un recurso esencial.

El juego ha sido analizado con Quest 3.