The Town of Light - Oculus Rift: ANÁLISIS

28 JUN 2016  14:29

knob2001

15

The Town of Light - Oculus Rift: ANÁLISIS

Mi nombre es René. Me han dicho que tengo que escribir este diario, pero no me apetece. Es mentira que me sienta mejor cuando lo escribo. De hecho es peor. Yo solo quería ser como los demás. Sin embargo cuando pienso en las cosas que he hecho, me doy cuenta de que son las que me han traído aquí…

Cuando los centros psiquiátricos daban muchísimo miedo

“Tengo la certeza de que me estoy volviendo loca de nuevo[...] y esta vez no me repondré.”

  

No se trata de una línea de guion de The Town of Light. Con esta frase tan terrible comienza la carta que Virginia Woolf le dejó a su marido poco antes de que la niebla londinense cayera sobre ella –y su salud mental- un día de 1923. Igual que el personaje de Septimus en su novela más famosa (La señora Dalloway), Virginia Woolf también temía el paso del tiempo: la hora y la hora que pasa después de esta y luego las horas que se suceden para recordarle que se estaba volviendo loca. Porque no hay nada peor en la locura que los momentos de lucidez. ¿Grita el loco porque está loco o acaso grita porque sabe que está loco? Esta es la angustia que propone el estudio italiano, LKA, con las idas y venidas del personaje de René en The Town of Light

 

  

“Es en la Realidad Virtual donde, por primera vez, podremos experimentar las más horribles alucinaciones como si fuera nuestro cerebro, y no el de un enfermo, quien tergiverse la realidad...”

 

A lo largo de la historia el hombre ha utilizado el Arte para dejar claro que la realidad es subjetiva; pese a contar con los mismos sentidos, cada persona filtra las respuestas de maneras diferentes. El dichoso vestido viral de hace unos meses, que si es azul que si es dorado, es la punta más chabacana del iceberg sumergido tras la psique de nuestra especie. La Literatura, el Cine, los Comics y los Videojuegos (los que van en mayúsculas) permiten al hombre desahogarse de sus locuras y evitar el escarnio público a decir lo mismo pero en un contexto de normalidad. Si Virginia Woolf razonó en un libro el estrés post traumático de la guerra (a raíz de su propio proceso de enajenación), o Terry Gilliam fue capaz de plasmar en el cine mundos como el de Brazil o la mentalmente divergente Doce monos –ejemplos habría mil, mención especial a Lovecraft y “En las montañas de la Locura”, a Dennis Lehane y Shutter Island, Alguien voló sobre el nido del cuco” (Ken Kensey en libro y Milos Forman en cine) o uno de los mejores comics de Batman, Arkham Asylum-, es en la Realidad Virtual donde, por primera vez, vamos a poder experimentar las más horribles o maravillosas alucinaciones posibles como si fuese nuestro cerebro, y no el de un enfermo, quien tergiverse la realidad. El éxito o fracaso de este tipo de apuestas dependerá en gran medida también del grado de lucidez en que el jugador se encuentre... pero dejemos a los moderadores del foro velar por la buena salud mental de los usuarios y dediquémonos a hablar de este juego dando por hecho que los cuerdos, somos nosotros.

 

Al cine y a la literatura siempre les ha dado mucho juego mucho visitiar manicómios

Inspirado en hechos reales

La experiencia de horror psicológico (esto es, sin sustos ni bichos ni extremidades a borbotones, solo la más cruda realidad) que vende The Town of Light se basa en un puñado de historias ocurridas en un psiquiátrico mental de la Italia de 1936. Si bien la coletilla “Inspirado en un hecho real” nos hace pensar en uno de esos bodrios que emite Antena 3 a las cuatro de la tarde de un domingo cualquiera, en esta ocasión los hechos y lugares que aparecen en The Town of Light se sostienen sobre una base muy documentada.

 

 

El psiquiátrico donde se desarrolla la historia de René, una chica de 16 años ingresada allí en contra de su voluntad y por una razón que deberemos de adivinar, sigue existiendo en el mismo corazón de la Toscana donde fue construido (Ciudad de Volterra). Más tarde hablaremos del esfuerzo que ha puesto LKA en reconstruir aquellos parajes extrañamente idílicos, sus pasillos angostos repletos de puertas y cada esquina polvorienta de cada sala del internado; de momento mencionar que el sitio, ya de por sí y sin ayuda de ningún filtro de Unity, pone los pelos como los tornillos de las estanterías Billy.

 

Así da miedo cualquiera...

No parece difícil sugestionar al jugador con una premisa tan incómoda: ingresada en un lugar espeluznante y rodeada de personas enajenadas, eres testigo de cómo la realidad se resquebraja sin saber si es por tu culpa (como mantienen los doctores) o porque el mundo, y no tú, se está volviendo loco. “Cuando estás loco, dejas de existir” dices de una manera lisérgica en boca de René mientras tus manos tratan de soltarse de las argollas de la enfermedad. Y puede que tengas razón. Hubo una época en la que a los enfermos mentales se les recluía sin derechos para esconderles del mundo real y lo que era peor: convenciéndoles de que las tropelías que con ellos se cometían estaban más que justificadas. The Town of Light intenta poner voz a una historia cualquiera que quizás se repitió cientos o miles de veces en centros de todo el mundo hasta que la ciencia supo encontrar su lado humano y menos experimental.  

The Town of Light (PC)

4.9

Lanzamiento / Febrero 26, 2016

12 March 1938. Renée, 16 years old, is ripped out of her world, locked up and deprived of everything. Her only fault was that she didn't know what her place in the world was."A danger to ...

Nota de los usuarios

?