Resist: ANÁLISIS PSVR2

Tu amiga y vecina Sam Finch

Seguro que muchos ya habéis oído hablar de Resist. En ROV pudisteis leer a finales de 2021 un análisis de la versión original para Quest 2 del juego que nos presentan los padres de Rush o Into Black, un título, este último, que también llegará a PSVR 2 en algún momento próximo.

Resulta que tomamos el rol de Sam Finch, una joven que llevaremos a liderar los actos más importantes de la Resistencia, un grupo rebelde, pero bien organizado que busca liberar la ciudad de Concord de un régimen que les lleva por el camino de la amargura con unos robots que limitan la libertad de los ciudadanos si no cumplen con sus restricciones.

Pero lo bueno de Resist, antes de indagar más en lo que ofrece, es que conoce la realidad virtual. Parece que muchos juegos de hoy en día se olvidan de la importancia de las sensaciones que se transmiten a través de un visor. Esa presencia, la escala de las cosas y la tangibilidad. Por eso comenzamos la aventura subiendo a lo alto de un rascacielos en el ascensor de un andamio exterior para limpiar unas ventanas sucias.

Sentir ese vértigo a cientos de metros de altura, que se expande cuando cruzamos unas vigas de metal para luego dejarnos caer al vacío y, en ese preciso instante, regalarnos las habilidades que dan forma al juego y que nos convierten en una especie de superhéroe es algo que nos gana como jugadores.

Sin necesidad de picotazos de arañas experimentales con ambas manos podemos balancearnos entre edificios con una libertad y naturalidad pasmosa. Bien con el movimiento de la cabeza o con el giro de la muñeca marcamos la dirección del balanceo en todo momento. Con los gatillos reducimos la longitud del cable para que el impulso siguiente también permita subir más alto y así, casi sin querer, recorreremos las calles de Concord cuál hombre arácnido.

Hay más, por supuesto, ya que a medida que avancemos en la campaña conseguimos armas y una suerte de jetpack que junto a los bailes entre cables hará que crucemos la ciudad en un periquete. Por suerte los más delicados cuentan con todo tipo de opciones para evitar los posibles mareos.

Puede costar hacernos con todo al principio, al menos con la precisión que nos gustaría, pero columpiarse y disparar al mismo tiempo será pan comido y algo que habrá que dominar si queremos sobrevivir. Resist es un juego rápido, muy inmersivo y... repetitivo.

No todo podía ser tan bueno y quizá es donde el título de The Binary Mill peca al querer ofrecer un mundo abierto basado en objetivos, que nos llevan de un lado para otro constantemente, de escasa variedad. La campaña a penas nos llevará dos o tres horas superarla y aunque hay misiones secundarias, nos cansaremos de hackear o enfrentarnos a oleadas de enemigos de nula diversidad.

La lluvia, reflejos  y otros detalles hace que cada cambio de clima aporte algo visualmente.

Una adaptación a la altura

A pesar de esa reiteración jugable Resist es muy divertido. Los tiroteos son sencillos, pero esa combinación de movimientos y disparos convence rápidamente. Además, visualmente resulta un producto muy llamativo gracias a su gran definición de imagen y unos 90 fps que hacen que su jugabilidad se sienta mucho mejor haciendo que aunque no cuente con el mejor apartado técnico del sistema se olvida pronto entre tanto ajetreo.

Ah, y en PS5 Pro la cosa alcanza los 120 fps. Las sensaciones al recorrer las calles de Concord de tal forma mientras las ventanas de sus rascacielos simulan reflejar los alrededores y la luz del atardecer se aprovecha del HDR colándose entre sus calles convence. Por esto mismo decimos que Resist conoce la realidad virtual.

The Binary Mill sabe exprimir todo lo que ponen en juego para que, sin grandes alardes, se transmita de la mejor forma posible. Y si además saca provecho del foveated rendering para que todo esto no sufra altibajos y se acompaña de una vibración en los mandos como debe ser, mejor que mejor.

Como es habitual los gatillos ofrecen resistencia al disparar el arma, pero también hay multitud de situaciones en las que sentimos las funciones hápticas de los VR Sense e incluso, algo que siempre es de agradecer, sentir el tembleque del visor. Resist ha hecho los deberes para llegar a PSVR2 así que solo podemos esperar lo mismo del resto de conversiones que el estudio tiene entre manos y que estamos ansiosos por catar.

Las misiones se tornan repetitivas y nos cansaremos de hackear demasiado pronto.

Pero lo mejor de este simulador de Spider-Man es que su historia nos hace jugar y jugar olvidándonos del tiempo. Las conversaciones entre Sam Finch y sus compañeros de la Resistencia vía radio son de lo mejor que se ha escrito en realidad virtual. No hay un momento de respiro y aun así siempre nos sorprende gracias a sus ingeniosos comentarios que más de una vez nos harán bosquejar una sonrisa.

Por suerte llega con subtítulos en español, con una definición estupenda, que se acompañan con voces en inglés de una notable factura para redondear un producto que si bien no brilla en todo, sí nos deja una sabor de boca estupendo.

Echamos en falta más armas, ya que la pistola y "escopeta" se quedan cortas incluso para su breve duración y aunque quiere evolucionar sin parar con un árbol de habilidades, este ofrece pocos cambios jugables en pos de modificar las estadísticas.

Nos gusta ver todos los ciclos del día, cambiando cuando la historia lo dicta, cómo llueve y nos caen gotas mientras se deslizan por la pantalla, como si cayeran en nuestros ojos, y que incluso personalizamos su distancia en las opciones... pero al final lo que ofrece está más que visto a nivel estructural y sus retos de pasar por arcos o los que mencionamos anteriormente acaban lastrando un producto que tiene un corazón que siente la realidad virtual como pocos.

El HDR juega un papel importantísimo en la iluminación.

Conclusión

Resist hace que su repetitiva propuesta sandbox sea apetecible gracias a una jugabilidad divertida, rápida y muy inmersiva. La adaptación al visor de Sony aprovecha sus características y aunque no sea ningún portento gráfico, no le impide lucir bien por el buen uso de la iluminación y otros recursos. Se antoja corto en cualquier caso, aunque la experiencia, gracias en parte a una narrativa estupenda, hace que merece la pena balancearse por esta urbe futurista.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.004.102