SportsBar VR: ANÁLISIS

Jugabilidad y adaptación VR

Con Sportsbar VR nos encontramos con uno de esos títulos que ponen al límite el tracking de PSVR, tendremos que dejar espacio libre y colocar la cámara preferiblemente en una posición elevada, ya que cuanto más espacio consigamos mejor podremos aprovechar la experiencia.

El juego sin duda está pensado desde cero para la realidad virtual, teniendo todos los menús como objetos físicos en el espacio que incluso podremos mover de sitio a nuestro antojo, algo realmente cómodo, ya que así evitamos que los menús puedan interferirnos en alguna acción. Pero no solo en los menús se hace notar el buen hacer de los desarrolladores en el apartado de la VR, sino también en la completa configuración, donde se tendrá en cuenta nuestra distancia con respecto a la cámara y la inclinación de ésta, y donde podremos configurar nuestra altura dentro del bar, con lo que ajustamos nuestra escala con respecto al bar y, sobre todo, con respecto a las mesas de billar, ya que dependiendo de nuestro espacio y posición de la cámara, este ajuste puede ayudarnos mucho a la hora evitar problemas para realizar tiros con el taco correctamente. Pero aparte de esto, nos encontramos con que prácticamente todo lo que veamos en el bar podremos cogerlo, moverlo o lanzarlo, aumentando en gran medida la sensación de presencia, y cómo no, permitiéndonos hacer el gamberro sin consecuencias (no hay nada como poder romper botellas, lanzar taburetes y demás con total despreocupación).

Otro de los grandes aciertos en cuanto a la adaptación a realidad virtual es sin duda el control, realizado íntegramente con dos mandos PS Move que representarán nuestras manos, y con los que han conseguido un sistema de locomoción variado, completo, y a nuestro modo de ver bastante acertado. Tendremos a nuestra disposición el habitual teletransporte, con el que no solo nos desplazaremos dentro de un área, sino que también nos colocará en la posición más deseada para practicar un "deporte de bar" cuando apuntemos a una mesa de juego al teletransportarnos (ya sea de billar, dardos, skeeball, etc); pero aparte de este modo de movimiento, contaremos con el denominado modo Hulk, que activaremos manteniendo pulsados en ambos mandos el botón Move, y con esto nuestras manos serán capaces de "arrastrar" el escenario a nuestro antojo, consiguiendo hacer pequeños movimientos hacia los lados, adelante/atrás y rotaciones, solventando así en cierta medida la falta de joysticks y aumentando la precisión de nuestros movimientos. Lo cierto es que este modo Hulk puede que no sea una gran opción para los que sean de "mareo fácil", pero es toda una novedad que podría implementarse en todos los juegos que soporten los controles de movimiento de Sony.

En cuanto a la jugabilidad, los creadores han sabido solventar de buena manera las carencias del sistema, así como la falta de los objetos reales ante nosotros, con opciones como que cuando estamos jugando al billar, podamos pulsar el gatillo de la mano delantera del taco para fijarlo en la mesa y después pulsar el gatillo de la mano trasera del taco para cambiar la inclinación del taco antes de realizar el tiro. Esto, aunque lo pueda parecer, no elimina para nada la sensación de jugar al billar de verdad; es más, evita que, para acciones de mucha precisión, podamos cometer un error por la precisión de los mandos o por el propio hecho de tratarse de una simulación (y no poder apoyarnos en la mesa o que nuestras manos estén en una posición imposible si sujetásemos un taco real). Otra opción similar la encontramos en los dardos, donde el modo tradicional y real de jugar no es para nada fácil por el hecho de no sujetar el dardo real en la mano entre otras cosas (aunque ha mejorado mucho con las últimas actualizaciones), y por ello se ha incluido la opción de fijar la posición e inclinación del dardo con el gatillo de la mano que no lo sujeta, de tal forma que una vez apuntemos fijaremos el dardo y a continuación realizaremos el lanzamiento de forma natural (solo que la orientación del dardo se será la que habíamos fijado); de este modo se disminuye en gran medida la dificultad, pero también se hace mucho más viable jugar en VR.

Salvando esos casos, el resto de acciones serán idénticas a como si las realizásemos en la vida real: recoger y lanzar bolas de skeeball, utilizar la pala de air hockey, mover las piezas del ajedrez o las damas, usar una pala de ping pong para intentar batir nuestro récord de toques, arrojar una cerveza, lanzar cualquier objeto o construir torres con ellos... las posibilidades son infinitas, y es que pronto os daréis cuenta de que, aunque comencéis jugando seriamente a cualquiera de los juegos disponibles, es muy fácil acabar haciendo el gamberro o inventando cualquier juego o reto con los objetos repartidos por el bar o cualquiera de los que hayáis desbloqueado que podréis hacer aparecer, sobre todo cuando jugamos online.

Hablando del online, es sin duda otra de las virtudes del juego, haciendo buen uso del micrófono incorporado en PSVR para entablar conversaciones, aunque como suelen decir, a buen entendedor pocas palabras bastan, y si el idioma se convierte en una barrera entre los jugadores la comunicación pronto se abrirá camino con gestos y las risas están aseguradas. Es increíble la sensación real de tener delante a otra persona, con la que puede que acabemos más tiempo hablando mientras, cansados, nos sentamos a jugar una partida de ajedrez contemplando el destrozo que hemos causado en el bar con nuestra juerga, y no es difícil de imaginar que, pronto, juegos como este se conviertan en puntos de reunión habituales para amigos que se encuentren a distancia, o incluso sin problemas de distancia.