Dino Frontier - PSVR: ANÁLISIS

Cowboys vs dinosaurios

Se ha hablado sobre la estrategia en tiempo real del tipo "simulación de dios" y lo bien que suele funcionar en realidad virtual. Yo mismo lo hice cuando analicé hace unos meses el magnífico Tethered. Ahora nos llega Dino Frontier y lo vuelve a demostrar. El título se muestra prometedor en sus primeros compases, averigüemos si mantiene el tipo al profundizar en su propuesta.

La ambientación es un trasunto del antiguo oeste donde los animales han sido sustituidos por dinosaurios. El salvaje oeste se vuelve aquí más salvaje que nunca añadiendo al cocktail unas ciertas dosis de humor. Nosotros desempeñamos el papel de Big Major (gran comandante). Nuestra tarea será velar desde las alturas por buen desarrollo y crecimiento del poblado para derrotar a Bandid King (rey bandido) y sus secuaces.

Manejando el cotarro

Los controles son uno de los más sencillos y naturales que he visto en PSVR. Esto cobra mayor importancia tras comprobar su precisión y versatilidad en el juego. Desde mi punto de vista, en este aspecto se alcanza un nivel de excelencia. Se juega a Dino Frontier, mejor sentados y con dos moves. Éstos representan cada una de las enguantadas y gigantes manos de Big Major (nosotros mismos). Estas manos sobrevuelan el escenario -similar a Oh my Genesis o Job Simulator- y nos permiten interactuar con el entorno. Con el gatillo de cada move podremos, entre otras acciones, coger personajes u objetos para reubicarlos donde queramos. Por su parte con los botones centrales de cada uno de los moves, desplazamos el escenario como si lo pudiéramos agarrar. Es decir, haríamos, de esta forma, scroll en el entorno. El uso es muy parecido al que realizamos con nuestros dedos en la pantalla de un móvil o de una tablet. Así acercando/separando los dos moves simultáneamente podremos hacer un zoom o bien rotar el entorno girando los moves. Será muy importante controlar estos movimientos en el desarrollo del juego para ir a una parte concreta del escenario. 

Como sabemos, en un juego de gestión de recursos la información es fundamental. En Dino Frontier ésta se obtiene de diversas maneras. En la muñeca izquierda tenemos un reloj de pulsera que al ser consultado (girar muñeca hacia nosotros), nos muestra los recursos que tenemos, el nivel de Big Major  -máximo nivel 11- y el objetivo actual en el juego. Por otra parte, podemos coger nuestros personajes o dinosaurios para resituarlos y ver su estado actual. Si en ese momento giramos la muñeca deja de estar colgando de nuestros dedos -véase Gulliver cogiendo a un liliputiense- y pasa a situarse sobre la palma de nuestra mano para poder observarlos con detalle. Además de todo ello, el juego nos alerta durante la partida con efectos sonoros o iconos bien diferenciados. En definitiva, no nos perderemos en ningún momento.

 En las manos de Big Major está el destino de nuestras tierras

Colonos, edificios y dinosaurios

El escenario principal es una planicie arenosa donde construiremos los edificios de nuestro poblado western. El pueblo esta rodeado por montañas y zonas verdes donde podremos explorar la vida jurásica y cretácica. En el borde izquierdo tenemos un menú flotante de ajustes varios -podremos subir y bajar el suelo a nuestro antojo-, a nuestra derecha tenemos un menú para nuevos colonos, capturar dinosaurios y construir edificios. Seleccionamos y ante nosotros aparece una atractiva paleta con todas las opciones. ¡Les quedaron bien hasta los menús!

Los colonos habitan y trabajan en el pueblo. Empezamos con uno pero podemos llegar a tener ocho. Cada nuevo colono es diferente en características y aspecto. Van subiendo de nivel y pueden ser entrenados para luchar mejor o realizar mejor las acciones. Evidentemente, pueden morir. Tienen cuatro necesidades básicas que deben ser cubiertas como si de tamagochis se trataran: Sueño, hambre, diversión y salud. Los colonos realizan tareas automáticas siempre, aunque tal vez no sean las deseadas. En esos momentos cogeremos al personaje y lo situaremos en el lugar relacionado con la tarea que queramos. Si lo lanzamos cerca de un enemigo luchará. Una de sus funciones principales es generar los 4 recursos básicos: madera, alimento, metal y oro. Digo generar y no recoger porque los recursos quedarán en el suelo y, salvo mejoras, será Big Major con sus manos grandotas quien las depositará una a una en el edificio adecuado. Igualmente cuando los recursos vegetales escaseen debemos reponerlas usando nuestra regadera gigante. A regar, a regar, ...

Los edificios que pueden construirse son 11 -y solo uno de cada tipo-. Muchos de ellos pueden mejorarse. Aportan nuevos servicios y mejoras para colonos y dinosaurios. Para hacerlo es necesario cumplir las condiciones exigidas y luego Big Major dará unos martillazos para rematar la faena -me encanta-. El primero de ellos es el almacén de comida. Luego vendrán otros como el saloon que aporta diversión, el centro médico para curar, ... Existen tres edificios especiales que dan acceso a nuevas zonas: El refugio del alcalde, la mina y el volcán. Mientras que la última esta destinada al final del juego, las dos primeras son fuentes extra de recursos donde se podrá obtener de forma exclusiva metal y oro. En la mina tendremos que soportar hasta 20 oleadas de enemigos mientras recolectamos recursos. Estos combates son quizás unas de las partes estelares del juego. Me imagino un tower defence más amplío usando los típicos juguetes de soldaditos, indios, vaqueros u otros. Quedaría de maravilla en VR y este juego así lo demuestra. 

Hay 9 tipos de dinosaurios en total. Los dinosaurios pueden ser cazados con una trampa y domados. Solo podemos tener uno de cada tipo. Todos los dinosaurios pueden ser montados por colonos y aunque algunos de ellos son específicos de combate (por ejemplo T-Rex o velociraptor) todos ellos contribuyen en las luchas. Cada dinosaurio tiene funciones especificas como poner huevos o recoger madera. En este sentido cumplen un papel bastante parecido al de los edificios.

 A ti te pondré a cortar madera...

No habrá paz para los bandidos

El objetivo final del juego es derrotar a Bandid King y su banda. Aunque eventualmente atacarán el poblado y se producirán combates, la batalla final será en el volcán. Para conseguir viajar a esa zona con un grupo de colonos y dinosaurios debe construirse el edificio correspondiente. Para ello, como dijimos, deben cumplirse una serie de requisitos que, en este caso, solo serán posibles alcanzando un cierto nivel de desarrollo. Serán necesarios desarrollar el pueblo hasta un cierto punto, obtener un determinado nivel y acumular un buen número de recursos concretos. Es decir, solo llegados a un cierto momento avanzado de la partida podremos acceder a la batalla final. Para mi gusto, es precisamente ese tramo, el menos inspirado de todo el juego.

 Voy a construir un Saloon de dos martillazos

Auténtico sabor del oeste virtual

Las sensaciones con este juego son muy buenas en todo momento. Se ha diseñado pensando en la comodidad del jugador VR y esto se ha llevado a su máximo exponente. Lo que aquí expongo se nota desde los controles hasta el propio ritmo de juego pasando por el diseño de los escenarios. Todos sabemos que los juegos de estrategia pueden llegar a exigir, por momentos, mucho y muy rápido del jugador. Esto aquí se evita de algún modo, pues la dinámica general es conservar lo que el jugador va creando, aportándole mejoras si éste va procediendo adecuadamente. Es decir, el juego nos lo pone fácil. Por ejemplo, es posible en todo momento conseguir recursos inagotables. ¿Quieres comida? Riegas una y otra vez los setos de bayas cercanos al pueblo y ahí lo tienes. Es una vía muy lenta pero puedes hacerlo así. Por otro lado, las ayudas y el objetivo actual te guían en los pasos a seguir, evitando la frustración del jugador. Conclusión: Puedes jugar a tu ritmo sin problemas que tarde o temprano irás completando los objetivos. Es todo un mérito de los desarrollares del juego que sea divertido a la par que asequible. Este equilibrio se consigue. Se nota que el objetivo era buscar una alta jugabilidad en realidad virtual. Así, Dino Frontier no nos supondrá un reto elevado pero nos lo pasaremos en grande con él.

Creo que tú lo que necesitas es dormir... 

Canciones, disparos y rugidos

Técnicamente el juego tiene buena factura. Se percibe muy trabajado. Su estilo cartoon colorido le sienta de maravilla. Aunque en este juego es recomendable tener una visión global, a veces me sorprendía haciendo zoom en alguna zona del pueblo o en algún combate entre dinosaurios para contemplar las animaciones. La estética y el diseño de personajes me han gustado mucho. 

El sonido es acorde con el juego y funciona muy bien para alertar de diferentes situaciones que se producen en el juego. La música ambiental, en este caso siempre del oeste, acompaña bien contribuyendo a crear un ambiente relajado y confortable. Pienso que en este tipo de juegos la música no debe molestar o distraer demasiado. No es el caso. Merece una especial mención la banda sonora con esos temas jocosos para amenizar las noches de expedición. Tenemos hits country como I love my dino (Amo a mi dino), You should always brush your teeth (Debes cepillarte los dientes) o Are you cooking something? (¿Estás cocinando algo?). Son muchas y variadas, ¿cuál es tú favorita?

Todos los textos están traducidos al español y te dan toda la información necesaria. El audio del juego está en inglés pero es sencillo de entender. Mi nivel de inglés es medio y no tuve problema en ningún momento. Para mi gusto además tanto el narrador como los breves diálogos de los personajes están bien interpretados. Por otra parte todo es muy intuitivo y visual en el juego por lo que podemos decir que es bastante independiente del idioma.

 Esta noche pondremos una trampa para T-Rex

Conclusiones

Dino Frontier se trata de un excelente título en todos los aspectos. Es un imprescindible para todo poseedor de PSVR, salvo si no te gusta el género, por supuesto. Es un juego al que se aprende a jugar, simplemente jugando. Está realmente bien diseñado y tan sólo verte en este entorno ya se disfruta. Pocas pegas se le pueden poner a este título salvo que no tengamos más de él, pues tras las 4-5 horas aproximadas que tardaremos en completar el escenario no hay nada más. Podría haberse ampliado su vida con otros escenarios diferentes sin tantas ayudas o simplemente introduciendo en el juego diferentes dificultades. ¿No es rejugable entonces? Mentiría si dijera que no pues le darás fácilmente un par de vueltas o más, solo por repetir la buena experiencia. En fin solo puedo recomendarlo encarecidamente y clamar al cielo para vengan expansiones. ¡Qué un T-Rex los devore si no es así!