Fujii: ANÁLISIS

Conclusiones

Fujii me ha encantado, tanto a nivel técnico, como artístico; se nota que, a pesar de la complejidad de las interacciones de todo con todo, funciona como la seda, sin dar ningún problema. Los gráficos son muy coloridos, con animaciones cuidadas. El apartado de sonido tampoco se queda atrás: buenos efectos de sonido y una gran variedad de temas musicales. Mantiene sin dificultad su atmósfera de alegre y colorido mundo mágico de plantas sensibles, criaturas y espíritus de la naturaleza.

Los biomas están muy elaborados: cada construcción, cada piedra, cada elevación del terreno… pero eso tiene un coste: han empleado mucho tiempo en cada uno y solo han creado dos medianamente grandes. En una hora nos sabremos cada recodo de un bioma, salvo el tercero y último, que solo podremos visitar una vez por aventura, ya que es el final, y se recorre en tan solo quince minutos.

El juego es más bien una experiencia muy interactiva, diseñada para ser amigable y relajada. Ni hay enemigos, a pesar de la ominosa oscuridad inicial, ni hay puzles mínimamente difíciles. Está bien que ahora permitan varios puntos de salvado. Seguro que a los niños les gustará entrar en este mundo de película de animación del estilo de Hayao Miyazaki, y encontrarán cosas interesantes y ninguna que les impida avanzar en crear sus propios jardines.

Me he pasado un par de veces el juego y, aun así, de vez en cuando visito mis parterres o recorro algún bioma, pero no es muy rejugable. Pide editores de Biomas, plantas, animales y puzles, para intercambiar con otros jugadores; pero no están previstos, desgraciadamente. Otra lástima es que no sea multijugador.

Los amantes de los juegos de acción, los puzles difíciles y el desmembramiento de zombis, solo deberían acercarse a este plácido juego cuando estuvieran hartos de tanto lío.

El análisis se ha realizado con la versión de Oculus Quest; el juego está tanto en la Store de Oculus como en Steam, siendo compatible con los Index controllers.