Doctor Who: The Edge of Time: ANÁLISIS

La realidad no virtual está en peligro

Un virus misterioso está destruyendo la realidad y solo el Doctor Who puede acabar con él, pero se encuentra atrapado en los límites del Universo y necesita ayuda, la nuestra. Esta aventura es un guión original, no corresponde a ningún capítulo de la serie y no hace falta haber visto ninguna temporada para vivirla, pero al estar llena de guiños se disfrutará más si estamos familiarizados con ella.

Doctor Who es una serie británica que narra las andanzas de un Señor del Tiempo conocido como "el Doctor", que explora el universo en su TARDIS, una nave con conciencia propia capaz de viajar a través del tiempo y el espacio. Por fuera parece una cabina telefónica de policía azul, que era un elemento común en las calles del Reino Unido cuando la serie comenzó en 1963. Con la ayuda de distintos acompañantes, el Doctor salva civilizaciones, ayuda a gente común o corrige injusticias, tanto del pasado como del futuro, y como tiene la capacidad de regenerarse, ha podido ser interpretado por diferentes actores y en la actualidad por una actriz.

Explorando el universo

El juego comienza en una lavandería donde enseguida podremos comprobar que el tiempo y el espacio ya no son estables, así que cuando la Doctora solicita nuestra ayuda, nos vemos arrastrados a viajar por diferentes planetas y realidades siguiendo sus indicaciones.

Seis son los escenarios que pisaremos: la lavandería, el interior de la Tardis, un peligroso bosque de un planeta lejano, una nave espacial averiada, una mansión victoriana y el templo de un planeta desértico. Esa variedad de mundos es el gran aliciente de este juego, ya que el apartado gráfico es bastante notable. Si a esto le añadimos una completa biblioteca de sonidos y melodías sacadas directamente de la serie, parece que estamos ante un gran producto. Pero veamos si la jugabilidad está al mismo nivel.

Jugabilidad y mecánicas

Los mundos que visitamos son variados sí, pero pequeños. Normalmente nos movemos en espacios limitados y, aunque tengamos la opción de movimiento libre, yo muchas veces he optado por el teletransporte por comodidad. Podemos jugar perfectamente sentados o hacerlo de pie. Estas opciones (y otras) se pueden escoger el el menú de inicio.

Los puzles que tendremos que resolver no son ni difíciles ni originales (pulsar botones en el orden correcto, conectar unos cables o redirigir unos láseres con espejos). En todo momento se nos dice qué es lo que tenemos que hacer y en cuanto tardemos más de 30 segundos se nos da una pista. La única herramienta con lo que contaremos será el famoso "destornillador sónico". Durante la primera mitad del juego nos vamos a sentir "tontos", pero afortunadamente una de estas tediosas misiones se convierte poco a poco en una aventura de terror.

No dejes de mirarlos

Si habéis visto los capítulos en los que aparecen los inquietantes "ángeles llorosos", ya os podéis imaginar el grado de tensión al que nos vamos a enfrentar gracias al grado de inmersión de la realidad virtual. Si vuestro primer contacto con estos seres va a ser en este juego, espero que podáis sobrevivir a su terrorífica perversión del juego infantil "el escondite inglés".

Con el corazón todavía encogido llegaremos al final de nuestra aventura donde nos enfrentaremos a los enemigos más clásicos del Doctor, los odiosos Daleks. La especialidad de estos robots con aspecto de dedal gigante es aniquilar a todos los seres vivos, y frente a sus láseres poco podemos hacer, así que mejor que no nos vean. Nos encontramos ante una breve fase de sigilo a la que seguirá otra de juego disparos sobre raíles a la que la poca dificultad le resta emoción. Por último, en el episodio final de nuestro viaje descubriremos el origen del virus que está destruyendo el Universo, pero de una forma escasamente interactiva aunque con emoción argumental.

CONCLUSIÓN

Doctor Who: The Edge of Time no es un mal juego, pero parece que ha sido creado más como apoyo a la serie en la que se basa que con la idea de ofrecer un genuino entretenimiento en realidad virtual. El apartado audiovisual es fabuloso y el guión, sin ser gran cosa, funciona como excusa para sentirnos protagonistas de un episodio de la serie. Se agradece la variedad de mecánicas jugables, pero se quedan todas a medias por su escasa dificultad o por su brevedad.

En apenas 3 horas nos habremos acabado el juego y además gran parte de ese tiempo nos lo pasaremos escuchando la voz de la Doctora, explicaciones que son en inglés. Afortunadamente contamos con subtítulos en español y el menú de opciones también está en castellano. Pero tanta "cháchara" hace que a veces nos sintamos más espectadores en una experiencia interactiva que verdaderos jugadores.

Luces y sombras en un juego muy recomendable para los seguidores de la serie, pero no tanto para el resto.

El juego ha sido analizado con HTC Vive.