Another Fisherman's Tale: ANÁLISIS

Aires de aventura

Sin duda, las hazañas de aquel pescador que centraba la narración en la resolución de unos rompecabezas con problemas de tamaño nos supieron encandilar a todos. Estrujarnos los sesos resultó más que satisfactorio a pesar de su excesivamente corta duración, algo que este Another Fisherman's Tale (secuela de A Fisherman's Tale) viene a solucionar, proporcionando, además, nuevas formas de vivir las hazañas de Bob.

La estructura de los niveles y también de su mundo es algo distinta. Ahora predomina cierto toque aventurero y de progresión en cada capítulo o maqueta, haciendo que también su tono sea mucho más ligero que en el primer título. Esto es algo que sin duda alegrará a muchos jugadores frustrados por la dificultad de algunas partes, y entristecerá a los que buscaban nuevos retos en alta mar.

Esto no quiere decir que su propuesta sea un paseo, pero sí es cierto que el mayor intríngulis del juego pasa por proporcionar estímulos constantes de la mayor variedad posible. Para ello ahora nuestro querido pescador tiene cuerpo de marioneta y puede desmembrarse con suma facilidad. Y es aquí, cambiando de manos y lanzando la cabeza al aire cuando de manera brillante descubrimos cuán diferente es esta secuela.

Alcánzame ese brazo

El inicio de Another Fisherman’s Tale es bastante revelador y ejemplifica lo que, a medida que avanzamos, explora su diseño. Desde el punto de vista de Bob, vemos como el tronco y las extremidades aparecen desperdigadas por el escenario. Nuestro objetivo, cómo no, es reconstruir nuestro cuerpo con la ayuda de las manos, caminando cual Cosa Addams y recopilando cada una de las partes sin importar como conseguirlo.

Con la cabeza enjaulada tenemos que mover otras partes del cuerpo para salir.

Este inicio forzado tendremos que utilizarlo de manera orgánica a cada paso: Lanzamos las manos para abrir puertas, recoger objetos y cualquier otra cosa que se nos ocurra, mientras hacemos lo propio con la cabeza, para estudiar el nivel desde otra perspectiva. Esta técnica nos hará ver dónde se ubica la clave para avanzar o el camino por el que guiar al resto del cuerpo (tronco y piernas se mueven en conjunto) con un control invertido que nos hará más patosos de lo que somos.

El punto más disruptivo del producto de Innerspace VR pasa por un sistema de control que, si bien te haces a él, no resulta del todo intuitivo. Sobre todo el de unas manos que, tras lanzarlas, exigen el uso del giroscopio para marcar la dirección de la extremidad y después avanzar pulsando el gatillo (regulando el avance con el recorrido del mismo). Algo que tiene su razón de ser por el concepto de marioneta y el manejo de sus cuerdas, pero que no termina de funcionar tan fino como nos gustaría para la fluidez de su gameplay.

El mayor intríngulis del juego pasa por proporcionar estímulos constantes de la mayor variedad posible

A esto, como viene siendo costumbre, se suma el anecdótico uso de los VR Sense y las funcionalidades del visor. Es curioso como cada vez que vuelve la cabeza al cuerpo notamos la vibración correspondiente, pero la presión de los gatillos es casi imperceptible, y de las funciones hápticas mejor olvidarse. Para el movimiento del personaje contamos con teletransporte y/o movimiento libre, a elegir, aunque su desarrollo se disfruta mucho con esta última opción.

Por suerte, a nivel visual el título luce fantástico. Sin muchos alardes, con particular estilo roto y anguloso, sabe resaltar su colorido mundo gracias a una imagen clara (aunque mejorable en textos). Aquí Another Fisherman’s Tale ha sabido crecer ganando en personalidad, creatividad y también en la construcción de unos escenarios más amplios y creíbles. El toque fantástico sigue presente, y esta vez pasa a ser un factor jugable más importante. ¿Cómo? Tan fácil como reemplazar nuestra mano por pinzas de cangrejo o garfios piratas que, además, ofrecen mecánicas diferentes como cortar cuerdas o engancharse en puntos de escalada.

Este fondo marino es una de las nuevas zonas de exploración más abiertas.

En ese sentido, cada detalle visual tiene un porqué en la parte jugable, y a pesar de mostrar partes de exploración, éstas se encuentran limitadas por muros invisibles o la nula interacción fuera de los objetos clave. De forma obvia, esto suaviza la dificultad de la aventura, impidiendo investigar más de la cuenta, pero también la hace sentir más inerte de lo que debiera. Nos hubiera gustado perder más tiempo en sus variados niveles en este sentido.

Y es que, a pesar de alargar su duración hasta cerca de las cuatro horas, el camino se siente algo rígido, marcado y siempre demasiado obvio. Es complicado bloquearse en alguna parte de Another Fisherman’s Tale, y quizá, sólo quizá, nos hubiera parecido bien que esto ocurriera. Su precuela, en parte, además de ingeniosa, sabía entorpecer nuestro viaje con puzles que exigían algo más de lo habitual, y ese poso o huella que dejaron en nosotros, aquí no lo encontramos.

Es complicado bloquearse en alguna parte de Another Fisherman’s Tale, y quizá, sólo quizá, nos hubiera parecido bien que esto ocurriera

Su duración sigue sabiendo a poco, y aunque podamos desactivar las pocas ayudas visuales y de voz si no encontramos la solución de forma inmediata, no tenemos otros alicientes donde bloquearnos, explorar o trastear. Incluso el factor rejugable que pueden ofrecer los trofeos desaparece al formar todos parte de la historia, olvidándonos así de buscar esos pequeños secretos que siempre piden una mayor atención al detalle.

Además de esa sensación aventurera y la necesidad de progresar, todo lo narrado siguen siendo las vivencias ensalzadas de Bob (muchos pensarán en Big Fish) al trasladarlas a su familia. Un trasfondo que poco a poco toma sentido en una bonita historia que nos acompaña en todo momento con voces en inglés y subtítulos en español. Además, para la ocasión hay alguna que otra escena de corte en tercera persona que le sienta de fábula a ese aspecto maqueta que también sirve de lobby para seleccionar nivel.

Y por supuesto, cuenta con un trabajo de doblaje estupendo, con alguna que otra sorpresa cerca del último tercio del juego que se acompaña de una banda sonora muy trabajada. Una buena compañera de viaje que sabe adaptarse a cada situación y poner énfasis a cada escena. Un estupendo empaque para la secuela suavizada de un título de puzles que quiere ser algo más y que no siempre sabe conseguirlo.

El trabajo visual sigue la misma línea pero con mucha más riqueza.

Conclusión

Innerspace VR tenía el difícil objetivo de superar su primera aventura de nuestro querido pescador. Another Fisherman’s Tale va a por todas multiplicando su duración y ofreciendo una mayor variedad de situaciones con un envoltorio más ligero. Sus rompecabezas son geniales, pero a sus vez más sencillos de resolver dando importancia al avance constante y la historia que quiere transmitirnos. Su fantástico universo nos sigue atrapando, pero quizá sin la fuerza de la primera vez, resultando aun así una experiencia muy satisfactoria.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.001.000.

El juego estará disponible el 11 de mayo para PC VR, Quest 2 y PSVR2.