Sniper Elite VR: Winter Warrior - ANÁLISIS

Un partisano en la nieve

Esta segunda entrega para VR de la conocida saga de Rebellion para pantalla plana Sniper Elite VR, nos vuelve a poner en las botas de "El Partisano". Con este nombre genérico representamos el papel de un aliado italiano en plena Segunda Guerra Mundial que se dedica a hacerle la vida imposible a los nazis de turno. Y no hay nada mejor y más aceptado socialmente que reventar a cámara lenta la cabeza de un nazi con nuestro fusil de francotirador.

Porque no olvidemos que esas escenas post-disparo a cámara lenta, destrozando partes del cuerpo de alguno de nuestros enemigos, es marca de la casa de esta franquicia. Un ejercicio porno de destrucción visual que en realidad virtual adquiere otra dimensión. Una mejor claro, como todo lo que hacemos en realidad virtual. 

Winter Warrior en su modo campaña está compuesto por 8 actos. Cada uno de una duración variable en su modo de dificultad normal. No es para nada un juego largo. Al contrario. Yo tardé unas 3 horas y media en completarlo. Pero es cierto que con una mayor dificultad podremos conseguir alargar la experiencia. La historia es prácticamente una excusa para reventar cráneos enemigos. Y los objetivos de varias misiones son prácticamente iguales; Destruye tal arma experimental o mata a tal persona. De ahí no saldrás. Tampoco le vamos a pedir que invente la Coca Cola. Audio en ingles pero con subtítulos en castellano. Textos de menú en castellano. Ya digo, si activas los subtítulos no tendrás que leer demasiado.

La primera entrega de la saga en VR fue un título que disfruté enormemente. Es cierto que, al jugarlo en PSVR con el Aim Controller, la inmersión, al menos al coger el rifle de francotirador, era total. Siempre y cuando el seguimiento del controlador no fallaba al ponerse de espaldas a la cámara. Que era bastante a menudo.

Pero claro, en otros menesteres, recoger ítems o la autocarga de la munición hacía mucho menos inmersivo al título. Eso sí, este primer título era mucho más espectacular y más épico. Solo hay que recordar su primera fase a modo de tutorial para ver que esa gran cantidad de enemigos solo la encontramos en la penúltima fase de Winter Warrior. Así que lo del rollo helado y frío va también en lo limitado del número de enemigos a eliminar.

Winter Warrior es un título que, como cualquier shooter de estas características, se ve enormemente beneficiado en VR de un ítem tipo el Aim Controller para jugar. Porque con los controladores de Quest, la mecánica, obviamente no es tan inmersiva. Hay dos opciones de apuntado con el fusil de francotirador. Una de estas opciones implementada en el primer título toda vez que la comunidad se quejo de la complicación de apuntado. La forma de alinear los controles para poder tener visión clara desde la mira telescópica es una mecánica, en su modo realista, que no está del todo pulida. O al menos no es intuitiva para un arcade. Tendremos que mover ambos controladores para "alinearlos" y no siempre es fácil. Al menos no en los primeros compases del juego. Menos mal que existe otra opción, la standard, más adaptada el canon de este tipo de títulos, donde solo tendremos que variar la posición del controlador izquierdo (derecho si somos zurdos) para apuntar. 

Armas a cascoporro

Una de las mejores cosas de Winter Warrior es la variedad de armas con las que podrás interactuar. Hay de todo. Pistolas (pudiendo ir a dos manos), carabinas, fusiles, recortadas, granadas modelo 24, el piat (Lanzador Antitanque de Infantería) y por supuesto los rifles de francotirador.

Aquí es donde el título tiene su elemento más destacado. Aplicado a una mecánica de progresión muy conseguida que convierte al título en un juego con elementos RPG. Y es que después de cada misión tendremos alguna arma nueva que hemos adquirido o robado a nuestros enemigos y que podremos añadir a nuestro arsenal. Este se podrá seleccionar en nuestra base, más concretamente en un pajar, donde prepararemos las armas para nuestra siguiente misión. Y de esa manera nuestro personaje, sin subir de nivel, si tendrá más fácil cumplir con sus diferentes misiones. Ya que no es lo mismo tener una recortada de un cartucho que de cinco o un rifle de francotirador en el que hay que cargar cada bala que disparamos a uno que tiene 8 balas en un solo cargador. 

También habrá una progresión en nuestros enemigos, pero no muy variada, la verdad sea dicha. En las últimas fases aumentarán su número y aparecerán unos soldados blindados que serán capaces de aguantar más de un impacto. Salvo si hacemos las cosas bien y reventamos su cabeza. También habrá francotiradores enemigos que obviamente harán mucho daño de un solo disparo. Pero nada que no podamos superar. Es por eso que se echa de menos algún jefe final de fase. Hay un objetivo bastante importante al final del juego que no desvelaremos, pero terminar con él es tan sencillo como apuntar y disparar. 

Y aunque sea un título donde el rifle de francotirador es el claro protagonista en esta entrega, a diferencia de la primera, no nos lo pone fácil en su modo campaña para que nos luzcamos con esta arma. Porque los mapas son de dimensiones excesivamente reducidas en la mayoría de sus misiones y en más de una ocasión lidiaremos con un indeseable popping que es el cáncer en un título donde las distancias largas son indispensables. Esto es más evidente en las primeras fases del juego. Salvo en la penúltima misión, donde la distribución alargada del mapa nos ayuda enormemente a utilizar el francotirador (además de que adquirimos el mejor fusil de la entrega). En el resto de misiones yo tiré más de pistolas, fusiles o recortadas. 

Es por eso que a ratos este Winter Warrior en su modo campaña me recordaba más al Medal of Honor que a su primera entrega para VR. Y eso sería un gran elogio para muchos si a diferencia del título de Respawn Entertainment este Winter Warrior no tuviera un gran fallo que va a ponernos en numerosos aprietos.

¡No puedor, no puedor!

He llegado a desesperarme literalmente y a morir muchas otras veces por culpa de los fallos de agarres de las armas y los objetos del título. Es más, la mecánica es buena, pero no está bien implementada en este Winter Warrior. Y digo que la mecánica es buena porque es la misma que tenemos en Dungeons of Eternity o en Alyx. Marcas con la mano el objeto y haces un movimiento de tirón hacia ti que añade a tu mano automáticamente el mismo. Pero en Winter Warrior nos encontraremos repitiendo el movimiento un sinfín de veces hasta poder enganchar el objeto en cuestión. Si a esto se añade la mala distribución de los objetos en tu cuerpo virtual -que es cierto que en parte puedes modificar en el menú inicial- te verás muchas veces cogiendo la granada en vez de las pistolas, demasiado juntas en tu lado izquierdo del torso. 

Creo que el título necesita pasar por una serie de mejoras para que el jugador pueda preocuparse de los enemigos y no de estar haciendo del gran Chiquito de la Calzada intentando sacar la pistola de la funda.

Exclusivo de Meta Quest

Recordemos que este Winter Warrior es un título exclusivo para visores de Meta Quest. Yo lo he jugado en unas Quest 3 y puedo decir que a nivel visual, sin ser un alarde técnico, sí que es un más que digno título. Y cumple con creces con las expectativas que me hice en un primer momento. De hecho, quede sorprendido del nivel de definición y limpieza visual que me encontré nada más ponerme el visor. Como si hubiese lanzado el Quest Game Optimizer para que el juego aprovechara toda la definición del último visor standalone de Meta. 

Las opciones de confort están y pueden ser implementadas de forma habitual en el menú del título. Yo jugué con movimiento libre en todo momento 

La infiltración que es muy necesaria para un francotirador está bien implementada, agachándose y circulando por las zonas menos iluminadas para no ser detectados, pudiendo ir a culatazos para ir eliminando sigilosamente a los enemigos que no nos han visto y así no activar ninguna alarma y descubrir nuestra presencia al resto de enemigos.

No podemos saltar. Solo podremos subir escaleras en una mecánica que deja mucho que desear. No será muy frecuente utilizarlas, pero la mecánica está a medio camino entre un sistema realista y otro de teletransportación. Y si nos pilla utilizándola en mitad de un tiroteo, tenemos todas las papeletas de pasar a mejor vida. 

La gestión de nuestra salud es igual que el primer título e igual que un Call of Duty. Tu visión periférica se irá cerrando y volviendo roja conforme vayamos recibiendo impactos sucesivos, hasta morir. Tendremos que escondernos y poco a poco regenerar nuestra salud. 

Y aquí tenemos otro de los grandes problemas del juego. Los puntos de guardado que como el primer título son emisoras de radio, están muy alejadas una de otras en según que misiones y te verás obligado a repetir casi todo el capítulo si mueres casi cuando estés terminándolo. Algo que a mí me paso un par de veces. Es una manera de alargar una duración total de la campaña que ya veis no es demasiado larga.

Modos de juego

Antes he hecho hincapié de que en el modo campaña, dadas las reducidas dimensiones de sus mapas, el rifle de francotirador no será todo lo protagonista que debería de ser debido al título de esta franquicia. 

Pero tenemos la suerte de tener, una vez terminada la campaña, dos modos de juego más. Uno de ellos el verdadero escondido del título y que pone en el sitio que se merece de claro protagonista al fusil de francotirador.

El primero, Last Stand, es el típico modo horda, donde la mejor táctica para eliminar a los enemigos es el fusil de francotirador. El mapa es amplio y juega muy bien con las distancias. Superar oleadas también nos supondrá ir desbloqueando armas.

El segundo, Sniper Hunt, nos sumergirá en el típico juego del gato y del ratón con otro francotirador. Muy en la línea de la película Enemigo a las Puertas. Este modo de juego también basa su mecánica en oleadas, enfrentándonos a francotiradores cada vez más capacitados. Sniper Hunt es sin duda el modo de juego más divertido y que más rejugarás de todo Winter Warrior. 

Conclusión

Sniper Elite VR - Winter Warrior tiene más ese sabor de expansión que de una segunda parte. Hasta los desarrolladores evitan poner un 2 en el título. Por lo que parece clara su naturaleza.

La primera entrega es más épica, y técnicamente más potente. Lo digo por si te sirve de guía si vienes de ella.

También son claras las pretensiones del título en arreglo al precio que han puesto en la store de Meta. 14,99 euros me parece un gran precio para los distintos modos de juego, su duración y lo que aporta al jugador. 

Tiene evidentes problemas, que lastra la experiencia. Pero creo que el título tiene capacidad de mejora. Son problemas que pueden arreglarse con un parche. A poco que los desarrolladores pulan la mecánica de agarre de objetos y armas o la distribución de las granadas en el inventario de nuestro cuerpo, nada habrá que objetar.

Es un título que pide a gritos uno de esos accesorios que venden Protubevr o similares. Sin estos el título funciona, obviamente, pero se pierde parte de la inmersión que algunos si disfrutamos en el primer título en PSVR con el Aim Controller.

Pero al fin y al cabo sus mecánicas más importantes funcionan. Las armas se sienten diferentes. El retroceso y la estabilidad están presente en muchas de ellas, al menos en un sentido claro de arcade que es lo que le pedimos al título. 

Su modo campaña puede ser decepcionante, por su repetición o por su falta de explotar el concepto de francotirador que pone título a la saga. Pero gracias a su modo Sniper Hunt la nota media sube y tendrás un título muy divertido y rejugable, idóneo para aquellos que buscan lo que un Sniper Elite promete.

Así que ¡Apunta, dispara y corre! ¡A reventar cráneos nazis en grandiosa cámara lenta!

El juego ha sido analizado en Quest 3.

Vídeo análisis: