Dumb Ways Free for All: ANÁLISIS
12 NOV 2024 14:30
Los party games no se prodigan mucho en la realidad virtual pero desde Playside Studios quieren demostrar que son compatibles con horas de diversión por delante. Disponible para Quest 2/3/Pro.
Judías de colores
Puede que por nuestras tierras estos personajes sean totalmente desconocidos pero su origen parte de una campaña promocional sobre seguridad para el metro de Melbourne en 2012. A partir de aquí la marca se expandió al ocio electrónico con juegos para móviles de todo tipo con mucho peso en el sector educativo. Pero ahora con Dumb Ways Free for All estas judías multicolor quieren ser más divertidas y gamberras que nunca a través de 50 minijuegos de lo más variados para jugarse en compañía.
Desde el lobby central (un aeropuerto) podemos viajar solos, en partida rápida o con amigos. La finalidad es la misma: ser el mejor en un conjunto de pruebas de lo más dispares. Siempre en primera persona y sin movernos del sitio, nuestras manos serán las protagonistas de jugar a los bolos con cocos gigantes en un playa apartando cangrejos del camino, evitar que nos piquen mosquitos matamoscas en mano o afinar la puntería en pruebas de precisión con una pistola de lo más particular.
Las pruebas se presentan por grupos de siete, con puntuaciones individuales tras cada una hasta obtener una calificación final al completar todas. En función del rango obtenido recibimos puntos de experiencia para desbloquear prendas de ropa a comprar en la tienda del juego y vestir a nuestro "yo" judía para ser diferentes al resto de contendientes en las partidas con otros jugadores. Dumb Ways Free For All bebe más de un desarrollo al estilo de Rayman Raving Rabbids donde los minijuegos funcionan tanto en solitario como con hasta seis jugadores.
Competición multijugador
El objetivo no deja se ser completar todas las pruebas y desbloquear todos los elementos de personalización con un fuerte componente social que no hemos podido degustar demasiado previo lanzamiento. Pero sí nos podemos hacer una idea de como cada minijuego funcionaría en partidas multitudinarias. En algunos, los jugadores tienen su propia zona de juego, independiente a las de los demás, aunque podemos ver al resto como juegan a nuestro alrededor (cada uno tiene su espacio reservado en el escenario).
Otras pruebas comparten área de juego, una mesa central por decirlo así, pudiendo perjudicar al resto de competidores con nuestras acciones. Y lo cierto es que el cuidado puesto en cada prueba y su afán por puntuar más que el resto le ofrecen una profundidad interesante, requiriendo cierta habilidad, haciendo que sean divertidos tengamos o no a alguien con quien jugar. Es cierto que quiere ofrecer progresión individual pero se echa en falta algo más que nos incite a motivarnos en superar marcas y no dejar su corto plazo a la experiencia multijugador real.
El modo individual presenta los minijuegos en grupos a superar para pasar al siguiente.
A pesar de que todas las pruebas son bastante físicas no son cansadas pudiendo jugar el tiempo que gustemos sin problemas. Además todas ellas se juegan en posición sentada sin problemas. Haremos de pescador, fotógrafo y un sinfín de roles para garantizar una variedad que promete expandirse con 50 minijuegos más en dos próximas actualizaciones gratuitas. Por variedad no será y si encima visualmente es tan resultón y colorido como veis en las imágenes os podéis imaginar que Dumb Ways Free All es un producto cuidado que sorprenderá a más de uno.
Nos llega con textos en español aunque tampoco resulten imprescindibles porque el sentido del humor presente por personajes y situaciones habla por sí solo. La incursión de estas judías en la realidad virtual es más que acertada, con un feeling a los mandos de tener un buen producto entre ellas y si estás dispuesto a enfrentarte a otros jugadores en pruebas contrarreloj tan alocadas puede ofrecer diversión inmediata y sin complicaciones. Quizá bots o algo que potencie el jugar solo sería lo suyo, pero a fin de cuentas las risas y el verdadero reto vienen al competir de tú a tú con otras personas.
La variedad de situaciones es constante y comparten ese toque de superación personal.
Conclusión
Dumb Ways Free For All ofrece una variedad de minijuegos muy acertada y con las suficiente profundidad como para que cada partida online sea un auténtico pique. En solitario no dejan de ser pruebas que nos lo harán pasar bien un par de tardes, como cualquier party game, pero quizá si que necesitaríamos clasificaciones y algo más de recorrido si no tenemos a nadie con quien jugar. Es divertido, alocado y bien producido lo que sin duda es toda una alegría para los que busquen algo desenfado e inmediato, vamos, simplemente divertirse, algo que viene bien de vez en cuando.
El juego ha sido analizado con Quest 3.