The House of Da Vinci VR: ANÁLISIS

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The House of Da Vinci VR: ANÁLISIS

Un éxito en móviles que ya cuenta con tres entregas da el paso a la realidad virtual completamente versionado para sacar partido de sus posibilidades. Disponible para Quest y PC VR.

La obra de un genio

Florencia, siglo XV. El pintor, inventor, músico y poseedor de otros tantos títulos ha desaparecido ante nuestros ojos. Como su aprendiz somos los únicos capaces de llegar hasta él a través de salas repletas de inventos suyos. Auténticas obras de ingeniería mecánica muy difíciles de resolver. Por fortuna contamos con un par de artilugios que nos ayudarán a descubrir las pistas o claves que el propio Leonardo ha dejado por el camino. Acoplados en los guantes contamos con un activador de una visión especial que además permite alterar el tiempo y ver eventos pasados.

 

Basados en inventos reales del legendario polímata, The House of Da Vinci VR, propone una aventura de rompecabezas interconectados en una suerte de escape room virtual para avanzar de sala en sala hasta desvelar los hechos ocurridos. Como decíamos, el lanzamiento original en móviles se ha reformulado para adaptarse del mejor modo posible a las interacciones posibles en VR. Y aunque lo intenta, una de sus grandes lacras viene precisamente dada por la interacción de los elementos sintiendo en demasiados casos como ese diseño original le pasa factura.

 

 

Por un lado nos movemos mediante teletransporte a cada uno de los elementos interactivos que componen las salas y contamos con un giro por ángulos en caso de necesitarlo. Lo mejor es hacerlo con nuestro propio cuerpo porque el centro de rotación no parece estar del todo en su sitio. En cualquier caso, puestos en faena nos enfrentaremos a palancas, botones, engranajes y un sinfín de interacciones que desvelarán cajones ocultos, cerraduras y objetos de todo tipo que podemos guardar en nuestros guantes a modo inventario.

 

Tales objetos sirven para progresar en el puzle que tenemos frente a nosotros o en otro de la misma sala, complicándose a medida que progresamos en la aventura. The House of Da Vinci VR nos propone de forma constante combinar varios de ellos para construir una llave que abra un cofre o un instrumento que permita girar ciertos mecanismos. Además también deberemos investigar los objetos recogidos de forma particular para desvelar su forma real y así poder ser útiles en los rompecabezas. Por suerte si esto es necesario se indica con un trazo de color sobre el objeto en el mismo guante.

 

The House of Da Vinci VR

El trabajo visual es estupendo, solo echamos en falta movernos con libertad.

Virtualmente mejorable

The House of Da Vinci VR es un título muy complicado. Quizá no como debería, pero lo es. Por un lado es difícil discernir qué elementos son interactivos y cuales no teniendo que recurrir a acercar la mano al objeto y ver si cambia su pose habitual por una en la que intente tocar algo. Esto complica sobremanera los rompecabezas que además muestra todos sus elementos igual de destacados, sin jerarquías visuales. Creednos si decimos que muchas veces hemos tocado objetos al pasar la mano por su lado sin esperar que tal embellecedor de un cofre fuera móvil, lo que genera cierta frustración sobre cómo resolver el acertijo.

 

El otro obstáculo y no menos importante es la muy mejorable interacción. La precisión a veces tiende a ser milimétrica. Pulsar un botón debe hacerse cuando el dedo índice se extiende y se tenga ángulo correcto del objeto, deslizar (una mecánica que viene del móvil y se siente antinatural) resulta mayormente incómoda además de poco intuitiva... Es en estos pequeños detalles cuando The House of Da Vinci VR pincha y nos saca de la inmersión. Esos momentos cuando una estupenda idea y buen trabajo de rompecabezas se va al garete.

 

 

Porque a nivel de puzles, su diseño es estupendo. Es una gozada ver como artilugio tras artilugio estos se abren y desmontan en piezas para habilitar una nueva sección del rompecabezas. El trabajo con ellos resulta muy inteligente y a pesar de recurrir en su mayoría a objetos mecánicos saben evolucionar, complicarse y sobre todo satisfacernos. Además visualmente es un título muy competente. Comenzar con la Florencia al atardecer y llegar hasta el laboratorio de Da Vinci convence y nos hace desear movernos a nuestro aire. Lástima que por el propio visor la oscuridad de los escenarios sea tan luminosa, algo que la futura versión de PSVR2 puede subsanar.

 

No llega a ser Form, ni mucho menos, tampoco The 7th Guest (aunque comparta mecánicas y "espíritus"), pero sí se asemeja a The Room VR: A Dark Matter por lo que si estáis faltos de más puzles en esa línea, aquí hay un buen candidato a tener en cuenta. Aunque venga con textos en inglés no son necesarios para jugar y si necesitáis ayuda extra para superarlo el propio juego tiene un sistema de pistas pulsando un botón que dice, de forma muy visual, cuál es nuestro siguiente paso a dar, algo que quizá todos utilicéis en algún momento...

 

The House of Da Vinci VR

Hay pistas gráficas si nos atascamos por si no fueran suficientes las visiones de eventos pasados.

Conclusión

The House of Da Vinci VR cuenta con unos puzles fantásticos repletos de mecanismos que se giran y retuercen frente a nosotros. La gran lacra es lo poco intuitivo que resulta en ocasiones y una interacción que puede desesperarnos a veces. Si superamos esto pronto estarás deseando que sus secuelas sean versionadas a la realidad virtual. Y es que sus tres o cuatro horas de juego pueden saber a poco.

 

Análisis realizado en Meta Quest 3 sobre la versión del juego 0.7.76

+ El diseño de los puzles y sus mil formas

+ Visualmente muy competente

+ Su sistema de pistas

- Interacción muy mejorable

- Poco intuitivo en demasiadas ocasiones

7 "Muy bueno"