Crystal Commanders: ANÁLISIS

Guerras de andar por casa

Parece ser que esto de ver figuras tridimensionales pulular por el mundo real está gustando. Al menos unos cuantos desarrolladores están apostando de forma firme con ideas que sacan partido de esta inmersión adicional para expandir conceptos de juegos anclados al pasado. Hemos visto como Spatial Ops se atrevía a dar un paso más con los shooters onrails, Wall Town Wonders construía una ciudad en las paredes del salón y ahora Crystal Commanders quiere que las batallas de su universo se libren también en nuestra humilde morada. Pero si esto de la realidad mixta no es lo vuestro, podéis estar tranquilos porque también permite jugarse íntegramente en VR.

Antes de cada misión y con una estética de cómic americano se nos cuenta qué sucede en el universo de Crystal Commanders a través de globos de texto en inglés (igual que las voces). Esas coloridas visuales se trasladan a la apariencia de las tropas del ejército, de formas geométricas sencillas y colores casi sin texturas, que destacan de forma estupenda en realidad mixta en la mayor particularidad del título de DB Creations. Un juego de estrategia en tiempo real que extiende sus unidades a lo largo y ancho de nuestra sala de estar porque si lo jugamos de esta forma nos moveremos de un lado a otro, físicamente, para enviar a nuestras tropas a por los enemigos que se esconden tras la mesa o a por aquellos del otro lado de la habitación.

El reconocimiento de la zona de juego funciona bien e incluso sabe diferenciar alturas para ubicar ciertos elementos en ellas requiriendo el uso de ascensores o aviones de reconocimiento para poder alcanzarlos. Esto funciona debido a la escala reducida de sus elementos como si unos Micromachines se enfrentaran en una batalla sin tregua a nuestros pies. La clave en Crystal Commanders es conseguir recursos con el vehículo correspondiente de los cristales o plantas esparcidas por la zona de juego para devolverlas a la base y crear con ellos nuevas instalaciones y por ende más tipos de unidades como tanques o vehículos aéreos.

A nivel jugable encontramos un producto muy sencillo aunque funcional y es quizá la parte en la que Crystal Commanders podría ir un un paso más allá. A lo largo de once niveles deberemos sacar a relucir nuestras dotes estratégicas con planteamientos cada vez más exigentes pero fáciles de superar si tienes algún que otro RTS a tus espaldas. Los tipos de unidades son poco variados y algunas mecánicas poco intuitivas (como los mencionados ascensores) notando en exceso esa idea de ofrecer un producto para todos lo más accesible posible y en ocasiones más resultón que efectivo. Pero fuera de la campaña, tiene mucho más que ofrecer...

Por suerte después de jugar no tenemos que recoger los "juguetes" del suelo

Entre amigos anda el juego

Algunos títulos sacan a relucir su verdadero potencial cuando nos enfrentamos a otro jugador y Crystal Commanders parece seguir esto al pie de la letra. Si tenemos la oportunidad de contar con un amigo en casa con otro visor es sin duda es cuando el juego brilla más viéndole frente a nosotros organizando sus tropas, construyendo sobre el terreno y preparando el ataque. Si por contra esto no es posible las partidas de jugador contra jugador online pasan al mundo completamente virtual igual de efectivo pero menos espectacular. Sea cual sea la situación tenemos varias reglas de juego además del clásico VS como la captura de zonas o "search and destroy" donde tenemos que localizar y destruir un vehículo concreto.

El multijugador no evita sentir la poca profundidad jugable del título pero sí permite perfilar mejor la gestión de las tropas ante un factor humano más imprevisible dentro de sus propias limitaciones. Sea como fuere sí notamos que la opción de juego en realidad virtual podría dar mucho más de sí. Contamos con la ventaja de movernos a través del stick, sin necesidad de hacerlo físicamente por el escenario, llevando el panel de mando siempre con nosotros en la mano pero por contra nos topamos con que esa sala de estar virtual se torna algo insípida demasiado pronto y tampoco sabe ofrecer novedades a la larga, lo que ejemplifica perfectamente la sensación general a los mandos.

Interpretar las alturas del terreno es un detalle de lo más curioso.

Pero si tu preocupación es no tener a nadie con quien enfrentarte, DB Creations tiene la solución con la posibilidad de jugar contra la IA en batallas fuera de la campaña. Y si lo que buscas es practicar para mejorar tu técnica existe una modalidad de juego libre con recursos infinitos, eligiendo una de las dos facciones existentes, que si bien sirve para llenar nuestros alrededores de pequeñas bases y vehículos no ofrece nada realmente interesante al no contar con un enemigo o desafíos con los que poner  prueba toda nuestra artillería. Una lástima que esta opción haga evidenciar más de la cuenta su escasa profundidad jugable para los experimentados en el género.

Por lo demás, Crystal Commanders es un producto bien rematado. El juego llega en inglés y aunque no resulte imprescindible para jugar, no hubiera estado de más que su historia se narrara en español. No es una gran pérdida pero siempre es de agradecer una traducción a nuestro idioma. La música es lo que más nos ha descolocado, con una melodía inicial (y también en ciertos momentos) que no encaja con el tono del juego. En el campo de batalla sin embargo todo está en su sitio, sin alardes, haciendo que sus explosiones e interacciones sean todo lo que creíbles que necesitan ser para terminar de cerrar una idea interesante aunque sin mayores pretensiones que entretener, lejos de propuestas más completas como Final Assault.

El escenario virtual es demasiado aséptico y simula el salón de una casa futurista.

Conclusión

Crystal Commanders es un RTS sencillo donde su mayor atractivo es ver cómo en realidad mixta nuestra sala de estar se convierte en el lugar ideal para sus batallas. Sus mecánicas están más que vistas y tampoco ofrece nada particular como para destacar pero se convierte en una propuesta ideal para aquellos que quieran iniciarse en el género o bien, simplemente, quieran disfrutar de él de un modo, hasta ahora, desconocido. Y si es en compañía de un amigo, mejor que mejor.

Análisis realizado con Meta Quest 3 sobre la versión del juego 1.1