Audica: ANÁLISIS

Harmonix haciendo lo que sabe hacer

Hace apenas unas semanas salió del Early Access lo nuevo del equipo Harmonix -veteranos en esto de los juegos musicales-, conocidos por juegos como Rock Band o su más reciente incursión virtual a través del divertido Dance Central. La saturación en este tipo de juegos va en aumento tras el éxito del famoso juego que vamos a intentar no nombrar en el análisis para centrarnos solo en el título que nos ocupa, pero aún así, antes ya lo intentaron otros como Starship Disco o Audio Beats, y a posteriori Beat Blaster o Beats Fever, que trataron de subirse en menor o mayor medida al carro de "ese de cortar cubos con espadas láser". En este análisis vamos a tratar de explicar el porqué de que Audica no es solo "una copia más" del juego con éxito de turno.

La experiencia es un grado

En Harmonix no son nuevos en esto, y eso se nota en Audica, que aun sin hacer nada rompedor o no visto antes, consigue ofrecernos un título notable apoyándose principalmente en aquello que importa, que no es otra cosa que una banda sonora muy amplia y de buena calidad que además va en perfecta sincronía con su parte jugable, y es que cada disparo o movimiento no está puesto ahí sin más para rellenar los minutos que dure la canción como hemos visto en otros títulos, sino que casa de forma notable con el ritmo; algo que se antoja indispensable para conseguir una inmersión total en este tipo de juegos y poder situarlo dentro del género musical, en lugar de tildarlo de una especie de "shooter" con música de fondo sin más.

Banda sonora y jugabilidad

El juego nos ofrece una notable selección de más de 30 canciones de inicio, varias con una temática principalmente electrónica como viene siendo habitual en juegos de este género, a las que hay que sumar 4 exclusivas de la versión de PS4 y aquellas que se vienen sumando desde su lanzamiento a través de DLCs de pago (también se pueden adquirir por separado), y que como ocurrió con ese juego que se sitúa en el top de ventas mes sí, mes también, nos ofrecen canciones que aportan cierta variedad al paquete inicial -aunque seguimos esperando la llegada del Rock y el Rap entre otros- con grupos muy conocidos para llamar la atención, como pueden ser Maroon 5, Ariana Grande, Imagine Dragons, One Republic o LMFAO, entre otros.

Durante cada canción nos sitúan dentro de un escenario desde el que no dejan de llegar objetivos de dos colores distintos a los que disparar con las pistolas que tenemos en cada mano, cada una de ellas reservada para los objetivos de su color, además de una especie de bolas a las que golpear directamente con las pistolas como si de partir cubos con espadas se tratase.

Entre los objetivos a los que disparar encontramos aquellos sencillos a los que únicamente hay que acertar sin más, otros en los que debemos mantener el gatillo pulsado durante unos segundos, una evolución de estos últimos que requieren que hagamos un desplazamiento concreto mientras sostenemos el gatillo e incluso objetivos a los que hay que disparar sosteniendo la pistola en vertical u horizontal para continuar sumando puntos y manteniendo el multiplicador en un buen valor que nos permita ascender en las tablas de clasificación; con las que podremos compararnos con nuestros amigos, de forma global o incluso poder comparar de un vistazo nuestras puntuaciones en todas las canciones con las de un determinado usuario que seleccionemos.

La importancia de la clasificación

Para conseguir una puntuación perfecta en cada nota debemos conseguir la mejor sincronía (disparar en el momento justo), hacer lo propio con la puntería (acercarnos lo máximo posible al centro del objetivo) y golpear con fuerza a los objetivos que vienen hasta nuestra posición. Mientras no fallemos, cada pocos aciertos conseguiremos aumentar un multiplicador que igualmente se reducirá con los fallos, algo que rara vez ocurrirá en la dificultad inicial -ideal para hacernos con la dinámica del juego, aunque menos divertido-, de forma esporádica en la dificultad estándar, pero que ya puede tratarse de un reto muy disfrutable para la gran mayoría de jugadores; dificultad avanzada que ya nos propone un reto altamente complicado para un gran porcentaje de jugadores, y experto para humanos con injertos biónicos o jugadores realmente buenos en este género con un nivel de concentración, rapidez y agilidad de la que personalmente carezco, pero que siempre encuentran su porcentaje de público que demanda la mayor dificultad.

Además de estos modos de dificultad predefinidos, tenemos la opción de configurar a nuestro gusto el juego desde el menú de configuración, pudiendo modificar tanto aspectos estéticos como jugables, con opciones como la de reducir la asistencia al apuntado, que de inicio viene con el valor máximo para que sea suficiente con apuntar hacia la zona aproximada en la que está el objetivo.

Desarrollo y modos de juego

Aparte de la opción de jugar de forma individual en cualquiera de las canciones para superar nuestra puntuación y tratar de mejorar nuestra posición en la lista de amigos, existe un modo creación que en PS4 queda un poco descafeinado únicamente dándonos la opción de mapear la localización y tiempo en que aparecerá cada objetivo en una canción en cuestión, pero sin la posibilidad de compartirlo con otros usuarios. También hay un modo multijugador que nos invita a pasarnos el HMD con nuestros amigos, y como modo principal de un jugador tenemos la campaña que nos invita a superar todas las canciones que vienen de inicio en el juego a través de 5 escenarios diferentes que se irán desbloqueando cuando consigamos el número de estrellas (en este caso símbolos circulares) requerido para cada escenario, y que además de estos nuevos escenarios, también nos llevará a desbloquear nuevas skins para nuestras armas según avancemos.

Además de la dificultad que elijamos para la campaña, que provocará el aumento de los elementos y el número de ellos que nos aparecen en cada canción, durante la misma y en casos concretos también se añaden modificadores que debemos cumplir para superar la canción, como aumento de velocidad de los objetivos, armas invisibles, cambios constantes de colores e incluso la obligación de mover nuestros brazos para no llegar o superar una cantidad de metros predefinida, siendo éste último el que menos nos gustó, ya que en los casos en los que hay que mover los brazos sin parar dejamos de sentir que de alguna forma estamos "bailando" al ritmo de la música, para acabar sintiéndonos una especie de Leonardo Dantés bailando el baile del pañuelo a máxima velocidad en medio de una discoteca de música electrónica.

Explosiones de colores

Visualmente estamos ante un título correcto, y aunque los pocos escenarios disponibles tienen un diseño futurista simple pero efectista, la resolución es baja y esto hace empobrecer la sensación global de un conjunto que aún así sigue siendo correcto, al que se suman las continuas explosiones en decenas de partículas que se suceden con cada impacto de nuestras balas, haciendo que globalmente estemos ante un aspecto que no molesta a la hora de acompañar al núcleo jugable.

CONCLUSIÓN

Audica no va a revolucionar el género musical en ningún caso, pero indudablemente ofrece un acercamiento a este que no tiene mucho que envidiar a cualquier otro intento virtual en lo que a golpear o disparar objetivos al ritmo de la música se refiere. Una gran banda sonora inicial que acompaña de forma notable a las mecánicas jugables nos asegura horas y horas de diversión para tratar de subir en las clasificaciones de cada tema, y si te aburres de estos…. siempre tendrás la opción de comprar los packs de canciones que van añadiendo, o incluso las canciones sueltas de estos que más nos interesen.

Hay música -y balas- para rato.

El juego ha sido analizado con PSVR.