ForeVR Bowl: ANÁLISIS

Una de bolos

A continuación tenemos el análisis completo enfocado en la versión de Quest (publicado el 7 de junio de 2021), y luego, tras la Conclusión, tenemos un anexo para la versión de PlayStation VR2.

ForeVR Bowl nos ofrece un simulador de bolos para Quest y Quest 2 que se puede disfrutar en modo de un jugador y multijugador online, ofreciendo además un modo de multijugador local basado en un sistema de turnos en el que nos pasaremos el headset de uno a otro jugador (permite hasta 8). Este último modo lo convierte en un juego ideal para cuando tenemos visitas en casa, quizás incluso sea una buena idea como primera experiencia de RV para muchas personas.

Una vez iniciado el juego, ingresamos en una estancia que incluye una pantalla interactiva a modo de menú, y además diversas estancias como pizarras de puntuaciones globales y locales, tienda/museo con los diferentes tipos de bolas, etc. Este "lobby" está diseñado con buen gusto y bien ejecutado, dejándonos una buena sensación de presencia. Disponemos, tanto en esta sala previa como ya durante el juego, de un sistema de locomoción por teletransporte, así como de la posibilidad de variar los grados de giro en los ajustes. En las notas de prensa nos han indicado que en una próxima actualización se incluirá la opción de giro suave, entre otras novedades que comentaremos más adelante.

Jugabilidad y escenarios

La primera vez que entras en una sala, la sensación de buena ejecución que teníamos en el lobby continúa. Se incluyen 6 escenarios, entre ellos una bolera clásica de los 90, otro en la luna, una bolera doméstica, etc. Se desbloquean rápidamente jugando partidas y consiguiendo puntos.

La jugabilidad, no obstante, nos deja luces y sombras. De primeras, nuestra sensación es de bastante dificultad, y es que nuestras primeras tiradas acabaron deslizándose por los carriles laterales. Cierto es que, una vez pasada la curva de aprendizaje inicial, se puede mejorar rápidamente y conseguir derribar todos los bolos en varias ocasiones durante una misma partida. He notado cierta desviación entre donde estaba apuntando mi mano real respecto a la mano virtual. Además, el juego es muy sensible a cualquier giro que hacemos con la muñeca, aplicándolo a la bola y produciendo efectos inesperados.

En el modo de juego libre (que no clasifica en los rankings globales), la jugabilidad es un poco más arcade, así como también lo es en el modo multijugador local. Con respecto a las bolas, hay 100 modelos distintos actualmente, cada una con un peso y un comportamiento distintos. Podemos visualizar las propiedades y el peso de la bola simplemente acercando la mano a cada una de ellas.

Comentar también que es un juego que requiere de bastante espacio para jugarlo si queremos representar las tiradas como lo haríamos en la realidad, tenedlo en cuenta los que dispongáis de poco espacio en la zona habitual de juego de vuestras casas, ya que de modo natural necesitarás al menos dar un paso atrás para darlo después hacia adelante, agachándote y con un movimiento completo del brazo.

Modo multijugador

Uno de los grandes atractivos del título es su modo multijugador. Es uno de los primeros juegos en incorporar los nuevos avatares de Oculus, aunque hay que comentar que éstos tienen algunos problemas de rendimiento, ya que se pueden ver claramente caídas de frames en los mismos. También, ocasionalmente, nuestros brazos virtuales desaparecen y vuelven a aparecer, y los desarrolladores ya han anunciado mejoras en la implementación de los avatares virtuales. Tened en cuenta todos los que entréis al modo multijugador que, por defecto, el micro lo tenemos muteado, debemos dar el permiso correspondiente en los ajustes del juego. El resto del juego tiene un buen desempeño, y que conste que lo hemos jugando en la primera versión de Quest.

El juego incluye también diversos 'easter eggs' como bolos musicales, bolas especiales, NPCs que bailan, etc. En definitiva, se trata de uno de los modos con más potencial, y es bastante satisfactorio el poder reaccionar a las tiradas de los otros jugadores, celebrar los plenos chocando las manos, etc.

El juego incluye una banda sonora propia, en nuestra opinión bastante acertada. También incorporarán en una próxima actualización la posibilidad de incrustar un visor de YouTube para poder poner los vídeos que deseemos, o incluso nuestra propia música durante el juego. Los textos de los menús y todas las opciones están en castellano.

Conclusión

Seguramente sea el mejor juego de bolos en VR. El único problema que reviste (además del tema del rendimiento de los avatares de Oculus) es que es prácticamente imposible llevar las diferentes propiedades de cada bola a nuestro tacto. No se puede representar el peso en unos Oculus Touch, ni otras propiedades que distinguen el comportamiento de unas bolas sobre otras, como su velocidad o la capacidad de rotación. Debemos visualizar las características de cada una y adaptar nuestra tirada a las mismas, y esto no es, lógicamente, muy realista. Quitando este tema difícilmente salvable, se trata de un juego muy recomendable que, además, no tiene un precio elevado, y que desde ForeVR ya han anunciado que va a tener muchas novedades, como nuevos escenarios, una ampliación de la banda sonora, nuevas bolas, corrección de bugs y más mejoras.

El juego ha sido analizado con Quest 1.

Podemos ver el juego en acción en el capítulo #19 de ROV Explorers:

Versión PlayStation VR2 (gopozgon)

Han pasado ya más de 2 años desde que la bolera de ForeVR Bowl abrió sus puertas en la tienda de Quest, y no ha sido hasta hace apenas unas semanas cuando se nos ha dejado entrar a los poseedores de PSVR2. ¿Qué tal se mantiene la bolera desde entonces?

Tras visitarla durante unas horas, el lugar no parece haber cambiado demasiado, seguimos estando ante un juego de bolos que cumple su cometido para partidas esporádicas, pero que quizás no ha aprovechado todo este tiempo para ir mucho más allá.

¿Arcade o simulación?

El título cumple su cometido de divertir con unas buenas partidas de bolos con amigos, pero ForeVR Bowl no busca exactamente traer una bolera a casa tal y como la conocemos, ya que se aleja sin esconderse de la simulación más pura, que por otra parte es difícil de alcanzar en un juego de bolos en el que no podemos recibir feedback del peso, y es que el impacto de nuestro propio movimiento con los controladores de PSVR2 no es el único que define el camino de la bola hacia sus enemigos, los bolos. Nuestro movimiento se reparte el protagonismo casi a partes iguales con el resto de variantes definidas por las características especiales de las más de 200 bolas disponibles, con diseños de lo más loco y llamativo, y valores diferentes de peso, velocidad, giro o perfil; que por cierto, estos perfiles que explican las particularidades de la bola están en perfecto inglés, pese a que casi todos los demás textos sí están en castellano, detalle que no da la mejor sensación de pulido y que no dejas de encontrarte en varios rincones del juego.

Estas características especiales de cada bola hacen que puedas tirar 2 bolas de idéntica forma y una se desplace casi como un cohete que parece que va a partir los bolos por la mitad, y que la otra con distintas características enfile la pista como el que va paseando tranquilamente y sin prisa a saludarlos cuando se decida a llegar, sin ninguna pizca de maldad para reventarlos al llegar. 

No sólo es una cuestión de velocidad, hay por ejemplo bolos que reciben una fuerza invisible que impide que caigan a los canales laterales, o varias características en función del tipo de núcleo de la bola, que podrás elegir en función de la tirada que quieras o necesites hacer en cada ocasión.

Las características de las bolas son importantes en el mundo real, pero en los lanzamientos de ForeVR Bowl cobran un protagonismo muy notable, algo que puede gustar más a unos usuarios que a otros. Puedes elegir entre 3 tipos de lanzamiento con más o menos ayudas, que dan la posibilidad de jugar de un modo más realista, pero el juego sigue manteniendo una vertiente arcade.

En mi primera partida, con una de las bolas "cohete" que debería llamarse "modo fácil" hice pleno en mis 3 primeras tiradas, y puedo asegurar que no he hecho más de un pleno seguido en la vida real en mis 41 años de vida.

Coleccionista de bolas

El título parece enfocado a jugar y jugar para subir de nivel y ganar dinero, para así desbloquear todas las bolas posibles o encontrarlas escondidas por los escenarios, aunque más allá de este aliciente; el título se limita a ofrecer la posibilidad de partidas sueltas en solitario en algunos de sus 9 escenarios, visualmente bien resueltos y con buena definición, o partidas sueltas pero en este caso en su opción de multijugador online, aún sin cross-play ni noticias de si va a llegar, al contrario de las versiones de Quest y Steam, lo que provoca que a día de hoy no parezca muy fácil encontrar partidas para disfrutar de la opción más divertida del título con partidas de hasta 4 jugadores.

Los bolos, mejor acompañado
La falta de un modo campaña, torneos, retos o similar hace que el título dependa quizás demasiado de la existencia de jugadores en línea para enfrentarte a ellos y disfrutar del juego en su total plenitud. 

En las partidas online que hemos conseguido jugar hemos podido observar los avatares de nuestros adversarios, representados por cabezas y manos flotantes que se movían de forma ligeramente errática, pero que independientemente de esto han sido claramente nuestros mejores momentos con el juego.

En resumen, estamos ante el mismo juego que ya conocíamos de PC y Quest, sin uso de las ventajas hápticas del visor y los mandos, o de los gatillos adaptativos, e incluso con alguna carencia extra como el cross-play, el reproductor externo, o el modo de cederse el visor como multijugador local, que también se perdió en su vertiente Standalone.

Aún así sigue ofreciendo diversión para el que le apetezca jugar unos bolos con las zapatillas de estar en casa en lugar de calzarse las poco agraciadas de las boleras, pero esto no evita que veamos puntos más grises, como sus  apenas 2 modos de juego y sus detalles que evidencian cierta falta de pulido, como la traducción parcial, trofeos que no aparecen dentro del juego u otros pequeños detalles, que aún así no empañan el núcleo del juego. 

Podemos concluir que ForeVR Bowl cumple su cometido de trasladarnos a una bolera virtual, también en PSVR2, pero sin alardes que lo hagan brillar.

Vídeo análisis: