Yupitergrad 2: The Lost Station - ANÁLISIS
7 AGO 2023 15:00
Secuela del título que supuso toda una revolución por su movimiento tan dinámico y en primera persona y por su marcado sentido del humor. Gamedust vuelve con una propuesta totalmente adaptada a VR que funciona de forma independiente respecto al título anterior. Prepárate para explorar el espacio. Disponible para Quest y Pico, y próximamente en PC VR.
Una estación espacial en apuros
Tomaremos el control de un aventurero espacial que deberá investigar una estación en la que están sucediendo todo tipo de cosas extraordinarias. Conocer el origen de esos desajustes será nuestra tarea principal, y contaremos con la inestimable ayuda de nuestra robótica compañera Alsha, que servirá como segundo componente del dúo cómico que formará esta pareja de protagonistas.
The Lost Station comienza exactamente en el punto que lo dejó el primer juego, pero nos hace un resumen en una secuencia corta de los acontecimientos sucedidos. El estudio quiere que podamos jugar a esta segunda parte sin ningún tipo de problema argumental, y en la práctica funciona como un título totalmente independiente que podrán disfrutar tanto los fans de la franquicia como jugadores curiosos que se acerquen a este Spiderman eslavo en VR. Nuestro camino lo marcará un sistema informático de abordo de la estación espacial, y nada más comenzar nos daremos cuenta de que The Lost Station pretende ser un más y mejor de manual, encontrando elementos ya conocidos que vimos durante la primera entrega.
Repetir la fórmula del éxito
Yupitergrad 2 pone sobre la mesa los puntales que le hicieron saltar al éxito en su primera entrega. Como si fuésemos el hombre araña, nos balancearemos por los pasillos de la estación espacial mediante cuerdas. Y no, no formaremos parte de un espectáculo circense ni seremos parte de la nueva temporada del anime Ataque a los Titanes, sino que serán nuestras principales herramientas, tanto de movimiento como durante los combates para hacer frente a esas hordas de drones y robots que querrán impedir nuestro avance. Y es que tendremos a nuestra disposición todo tipo de armas y artilugios que encontraremos a lo largo de nuestro viaje y que también nos servirán para ir resolviendo puzles que se interpondrán entre nuestro objetivo y nosotros mismos. La estación está patas arriba y deberemos abrirnos paso como buenamente podamos.
Unos controles por movimiento como los descritos para Yupitergrad 2 podrían hacernos pensar en mareos constantes, pero nada más lejos de la realidad. Desde el estudio han incluido todo tipo de configuraciones para adaptar la sensibilidad de juego a cada tipo de jugador y proporcionar una experiencia de juego lo más cómoda posible para todo el mundo. Balancearse mientras luchamos no será un quebradero de cabeza sino una experiencia muy divertida en la que no tendremos que preocuparnos de nada más que disfrutar.
Balancéate hacia tu objetivo
La acción principal consistirá en ir balanceándonos por unos pasillos laberínticos mientras resolvemos puzles y combatimos contra enemigos robóticos. Contaremos con un par de guanteletes desatascadores que nos permitirán balancearnos cómodamente por la estación espacial, y el trabajo realizado en este movimiento es realmente notorio, con unas físicas muy satisfactorias que realmente nos harán sentir que estamos flotando en ese universo de ciencia ficción. Será tan natural moverse por la estación como andar en nuestro día a día. Al principio tardaremos unos minutos en acostumbrarnos, pero cuando lo hagamos ya no habrá vuelta atrás.
Estos guanteletes también podrán mejorarse al mismo tiempo que lo hará nuestra habilidad de balanceo, ya que por ejemplo una de las posibles mejoras son propulsores que nos vendrán de perlas para movernos con mayor celeridad en determinadas secciones. Dominar este movimiento será fundamental para evitar todo tipo de obstáculos y trampas que nos encontraremos por el camino: desde láseres hasta ventiladores que giran y podrán eliminarnos. Lástima que el juego pueda terminar cayendo en un bucle jugable repetitivo y sencillo de superar. Nos habría gustado alguna ramificación del camino que supusiese un reto mayor y que nos diese acceso a algún premio suculento o algún coleccionable. Sin duda, habrían sido elementos que habrían dotado a Yupitergrad 2 de una mayor variedad de situaciones jugables.
Yupitergrad 2 también incluye ciertos elementos de metroidvania con un backtracking inevitable que en muchas ocasiones no tiene mucho sentido argumental y que se puede llegar a sentir como un cierto modo de alargar su duración de forma artificial. Recorrer caminos que ya hemos recorrido con anterioridad puede llegar a frustrar y hacer que disfrutemos menos de esta experiencia en realidad virtual.
La duración de Yupitergrad 2: The Lost Station oscilará entre las 5 y las 8 horas dependiendo de nuestra habilidad a los mandos y de lo pausada o menos pausada experiencia que deseemos tener en esta estación espacial abandonada. Uno de los puntos fuerte del juego, jugabilidad aparte, es el humor tan directo y sarcástico que el estudio introduce y que ya fue una seña de identidad en Yupitergrad 1. A destacar su final, con una intensa lucha contra el jefe final que nos hace quedarnos con ganas de más y desear que ya esté en desarrollo una tercera parte de esta IP.
Combate hasta la muerte
El combate es una de las grandes novedades de Yupitergrad 2 respecto al título original y un añadido extra que, sin duda, hará las delicias de los fans de la vertiente de los juegos de acción. Cada guantelete podrá ser mejorado de forma independiente para mejorar su poder de ataque adhiriendo elementos como cañones que facilitarán nuestro avance. Pese a que se agradece la introducción de una nueva mecánica jugable, también hay que admitir que es más simple de lo que cabría esperar y la variedad de armas no está a la altura. No esperéis encontrar aquí una propuesta como la de Swarm, ya que The Lost Station sigue apostando fundamentalmente por el plataformeo y los puzles frente a la acción desmedida en combates.
La mala noticia es que no solo de añadidos nos toca hablar en este punto, sino que entra el combate y se va un modo de juego que fue de los favoritos de la comunidad en el primer juego. Toca decir adiós a los contrarrelojes y con ello a su componente fundamental de rejugabilidad. El título original incluía un modo de juego con niveles cortos en los que debíamos alcanzar el final en el mínimo tiempo posible. Suponía todo un reto y un motivo para volver a Yupitergrad recurrentemente. Sin este modo de nosotros contra el tiempo, se nos queda un Yupitergrad 2: The Lost Station como una experiencia de un único uso a la que no volveremos jamás. Lo apuesta todo a la campaña principal, olvidándose de uno de sus modos más queridos, y esperamos que si llega una tercera parte vuelvan a apostar por esta variante que le daba un toque de frescura a su propuesta.
Una ambientación espacial
A nivel visual Yupitergrad 2: The Lost Station sigue apostando por la fórmula del primer juego con un apartado gráfico cartoon que centra la atención en el sombreado de todos los elementos con bordes negros y líneas gruesas. Para meternos de lleno en esa estación espacial abandonada apuesta por una gama de colores apagados que nos hacen sentir realmente en el espacio. Gráficamente cumple y solo notamos ciertos tirones que no llegan a afectar a la experiencia jugable durante combates con un gran número de enemigos. Cada objeto tiene un color característico que nos puede llegar a hacer entender su función de un solo vistazo. Pese a que estamos en constante movimiento, no sentimos esa sensación de mareo ni su apartado gráfico se ve afectado.
A nivel sonoro se agradece que el estudio nos haga llegar el título con subtítulos en español, y cabe destacar una banda sonora que apuesta más por el silencio y por una buena selección de efectos de sonido para hacer que realmente nos sintamos perdidos en medio de la nada. La música cumple perfectamente su función y sirve como acompañamiento perfecto para esta ópera espacial. A destacar la selección de voces (en inglés) de los protagonistas para dotar de un mayor énfasis a sus diálogos cómicos.
Conclusión
Yupitergrad 2: The Lost Station es un juego independiente que bebe de una excelente primera entrega. En su camino por ser un más y mejor intenta innovar introduciendo el combate y mantiene casi todo aquello que le dio el éxito al primer Yupitergrad. Sin embargo, se deja por el camino el modo contrarreloj y en nuestra opinión el resultado final no alcanza lo visto en el anterior videojuego. Esperamos con ansia una tercera parte que le dé una vuelta de tuerca a la saga.
El juego ha sido analizado en Quest 2.
gopozgon
Visores
#1 3 FEB 2024 11:08
Viene de camino a PSVR2.
Elnota1
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#2 » Respuesta a gopozgon #1 3 FEB 2024 11:14
gopozgon
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#3 » Respuesta a Elnota1 #2 3 FEB 2024 11:18
Pues si. La verdad es que los gatillos casi se dan por hecho, aunque como hay algún caso que no, toca esperar