Andrew Bosworth responde sobre Cambria y el visor de Apple

El vicepresidente de Reality Labs Andrew Bosworth ha vuelto a responder preguntas en una sesión AMA en su cuenta de Instagram, desmintiendo los rumores que decían que el visor Project Cambria/Quest Pro vaya a lanzarse al mercado sin mandos, un dispositivo que no será barato porque incluye una "enorme cantidad de nueva tecnología con altos costos de fabricación" que merecerá la pena.

Project Cambria será un visor caro, se sabe que costará significativamente más de 800 dólares, que sí se lanzará con controladores, aunque pueda usarse con tecnología de seguimiento de manos. Bosworth dice que el margen de beneficio de Meta Quest 2 no es muy alto, algo que se compensa con lo obtenido por la venta de juegos y aplicaciones. En el visor de alta gama cuyo lanzamiento está previsto este año, su estrategia empresarial es otra. Su coste de fabricación y las nuevas tecnologías que incorpora justificarán su alto precio.

Un seguidor le pregunta si podrán competir con el visor de Apple y sus propios chips integrados, algo que hace sonreír al CTO de Meta y decir que está encantado con que otras empresas muestren interés por la realidad virtual, y más si una de ellas es Apple, ya que eso tendrá efectos positivos en el mercado, especialmente para los desarrolladores.

Otras de las preguntas que responde Bosworth es sobre la duración de la batería de los visores XR, sobre lo que dice que el objetivo de Reality Labs ahora no es conseguir un visor cuya batería dure todo un día como la de los móviles, porque las personas no vamos a estar en la realidad virtual todo el tiempo, sino entrando y saliendo. Una batería de mayor duración, a día de hoy, implicaría mayor peso, visores más incómodos.

Sobre si Meta tiene intenciones de hacer lanzamientos anuales de visores, como ocurre en el mundo de los smartphones, su respuesta es que podría ser, que en reuniones internas han hablado de hacerlo cada 12,18 o 24 meses. En cuanto a la posibilidad de que las gafas XR acaben siendo tan cotidianas como usar móviles, el plazo vuelve a ser la década de 2030, debido a los desafíos tecnológicos y la necesidad de que esos dispositivos tengan un precio que la gran mayoría de consumidores pueda asumir.