Last Stand, juego PvP de realidad mixta de los creadores de Drop Dead

Last Stand es la respuesta de Soul Assembly, donde lleva un paso más allá todo lo que han logrado con Drop Dead: The Cabin – Home Invasion.

Last Stand combina montones de términos, al ser un juego Mixed Reality multijugador PvPvE que combina el espacio físico real de los dos jugadores para crear un mundo híbrido entre lo virtual y lo real. Es claramente de las demos para XR más interesantes que tuve durante la reciente Gamescom, al ser también el juego que pretende llevar un paso más allá el mundo de la Mixed Reality.

El amanecer de los muertos virtuales
¿La premisa? Estamos en un apocalipsis zombie y nos hemos atrincherados en una tienda del centro comercial más cercano, que será nuestra habitación. Al otro extremo del pasillo nuestro oponente ha hecho lo propio, siendo en ese caso la tienda su propia habitación. Y como sólo hay recursos para uno, nos tocará liarnos a tiros mientras sobrevivimos a las oleadas de zombies para intentar quedarnos con todo.

Los duelos de Last Stand se dividen por rondas, viendo quién es el mejor 5 rondas. De por sí, el juego parece una expansión del mencionado Drop Dead: The Cabin – Home Invasion, con los zombies asaltando poco a poco nuestra base. A medida que los vayamos matando, conseguiremos puntos con los que comprar armas y munición, para así ir haciéndonos más fuertes. Pero ahora, no sólo tendremos que fijarnos en los no-muertos.

En todo momento, nos podrá dejar como un colador el oponente al otro lado del centro comercial, intentando usar las coberturas reales de nuestra casa para protegernos al mismo tiempo que soltamos plomo. El sistema de avatares de Last Stand es increíble, al ofrecer personajes con movimientos muy naturales que representan a las mil maravillas lo que estamos haciendo. Esto nos permite cubrirnos de manera natural, y que el rival haga lo propio, para vivir intensos duelos donde disparar a ciegas protegiendo todo nuestro cuerpo.

El stand donde pude probar la demo tenía varias cajas de cartón a modo de pilares, siendo increíble pasar de uno a otro, mientras los zombies no dejaban de llegar. Esto nos obliga a fijarnos en muchos aspectos a lo largo de la partida, logrando que nos lo pasemos en grande. El buen gunplay ayuda mucho, cómo no, aunque he de reconocer que me costó algo acostumbrarme a sacar los cargadores de básicamente mi sobaco.

Unas compras mortales pero muy divertidas
Algo muy interesante es cómo los escenarios no son fijos. En su lugar, con nuestros disparos iremos destruyendo poco a poco las barricadas del oponente, dejándonos más aberturas desde las que hacer daño. ¿Resultado? Cuanto más dure la partida, más fácil será que nos dejen como un queso suizo. Logré derrotar al desarrollador de Soul Assembly de paliza, y me lo pasé increíblemente bien. Casi me dieron ganas de lanzarme en plan Max Payne usando el puff que había en el stand, pero me contuve, que igual cargarse un visor ajeno en una feria no es una buena carta de presentación. Pero así de intensas y divertidas pueden llegar a ser las partidas de Last Stand.

Además, las posibilidades son muy amplias. Este concepto se puede aplicar para un modo más puramente PvE, con partidas cooperativas frente a zombies todavía más numerosos y agresivos. O quizá un PvP donde no dañemos al rival directamente, pero el objetivo sea acabar con más zombies o sobrevivir más… Destruyendo sus protecciones para que esté más desprotegido.

Esos boquetes de la pared dan buena ventilación, pero también una entrada para los zombies

Habrá que ver cómo funciona Last Stand en un entorno real, ya sea usando diferentes tipos de habitaciones o cómo de equilibrado estará al tener más o menos espacio de juego. Desde Soul Assembly tienen varios planes para dar soporte al juego a largo plazo tras su lanzamiento a finales de año, con una beta planificada (os podéis apuntar en su web) para ir puliendo todos los aspectos técnicos. Hasta entonces, id pensando en cómo poner los muebles, que la lucha en el apocalipsis zombie de MR promete ser encarnizada.