Magic Leap One, solo para Estados Unidos por $2,295

De momento el resto del mundo deberá esperar, y nos llama la atención que la entrega se realiza en persona, ya que un representante de Magic Leap lo lleva a su destino y además le ayuda a configurarlo.

Así pues, se cumple a medias lo afirmado por Rony Abovitz, CEO de Magic Leap, quien dijo que tendría el precio de un equipo premium (correcto) y que podría sería comprado por cualquiera... aquí le faltó precisar que se trata de cualquiera que resida en los Estados Unidos. En cualquier caso, el precio de $2,295 cuadra más o menos con lo que se ha venido especulando durante los últimos meses, así que la mayoría de los usuarios finales sin duda preferirán esperar a que llegue la versión más económica destinada al consumidor de a pie. Mientras tanto, es hora de que el grueso de los desarrolladores se pongan manos a la obra (recordemos que algunos socios estratégicos ya disponen de algunas unidades) para ir dando forma a las aplicaciones para este visor de realidad aumentada que tanta expectación levantó hace algunos años, pero cuyo hype se ha visto notablemente reducido a medida que han ido mostrándolo al público.

Magic Leap One Creator Edition incluye una serie de aplicaciones que forman los cimientos de la experiencia y que se pueden integrar para el desarrollo de otras más complejas. Entre ellas destaca el navegador Helio, el reproductor multimedia Screens, y la aplicación colaborativa Social, todas ellas potenciadas por el sistema operativo LuminOS. Además de estas aplicaciones, también están disponibles algunas experiencias como:

• Tónandi, una exploración que nos llevará de viaje por los sonidos y las imágenes de la banda musical Sigur Rós.
• Create, un sandbox que transforma nuestra casa en un mundo submarino en el que tendremos plena libertad para dibujar, construir y crear de formas hasta la fecha inimaginables.
• Dr. Grordbort’s Invaders, co-desarrollada por Magic Leap y Weta Workshop, llegará próximamente y nos permitirá defender, pistola de rayos en mano, nuestro propio salón de unos robots invasores.