Tekken 7 PSVR - Un excelente juego que decide no tomarse en serio la realidad virtual

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En el noble género de dar tortas como panes, Tekken es el panadero del barrio. Ya hace más de veintidós años que la saga de Bandai Namco reparte leña sorprendiéndonos con cada nueva entrega. Sus carismáticos personajes, su endiablada jugabilidad y su intrincada historia han hecho de esta saga un icono en el género de la lucha. Desde ROV, y por razones obvias, hemos querido profundizar en el nuevo modo de juego que nos trae, y es que Tekken ha decidido dar el salto a la realidad virtual.

Que Tekken 7 está siendo un juego muy bien valorado por críticos y usuarios es evidente. Sus virtudes son muchas y su acabado final muy satisfactorio, ahora bien, en materia de realidad virtual, la propuesta es vergonzosa, un claro ejemplo de cómo no deben hacerse las cosas.

Como juego de pelea Tekken 7 es soberbio, una grandísima experiencia en el género de la lucha. Como experiencia de realidad virtual es vergonzoso, un claro ejemplo de dejadez y falta de ambición.

Quizá son unas palabras un tanto tajantes, pero el juego de Bandai Namco ha decidido tirar por el camino fácil, no darle demasiadas vueltas y añadir dos modos de juego tan básicos y anodinos que tan solo se nos ocurre que su inclusión ha servido como reclamo para colgarse la etiqueta de juego con funciones VR.

Es por esta razón que no lo analizaremos como en el resto de propuestas, si no que nos centraremos en explicar en qué consisten sus opciones, cuáles son sus deficiencias, y qué camino debería tomar la saga si realmente quiere aprovechar las virtudes de la realidad virtual.

¿DE QUE TRATAN LOS MODOS VR DE TEKKEN 7?

Lo primero a destacar es que Tekken 7 no se puede jugar en su totalidad en VR. El juego tan solo nos ofrece dos modos centrados en la realidad virtual a los que podremos acceder desde el menú principal. Estos modos son totalmente independientes de la historia, algo así como un extra al que podemos acceder en todo momento.

La primera opción nos permite librar un combate de práctica. En este modo el HUD desaparece por completo, la pelea no tiene límite de tiempo y no existe barra de vida. En definitiva, se nos ofrece exactamente lo mismo que el modo “práctica” original, una pelea eterna donde nunca ganaremos o perderemos, tan solo atacaremos al oponente que hayamos elegido mientras “disfrutamos” de la profundidad que nos ofrece la realidad virtual. Es así como se nos ofrece un modo carente de reto o significado, un escaparate para dar tortas sin objetivo alguno más que el de practicar nuevos golpes. Para más inri tan solo se nos ofrece un escenario en el que aplaudirle la cara a nuestro enemigo, una suerte de explanada sin límite, bajo un cielo estrellado que no nos dice nada y que demuestra lo poco en serio que se han tomado los desarrolladores este modo.

Como añadido tenemos una serie de opciones de visualización donde podemos cambiar el ángulo de cámara, así como acercarnos o alejarnos de los luchadores mientras pelean. También podemos ralentizar el tiempo por si nos gusta ver cómo nuestro contrincante recibe puñetazos con todo lujo de detalles.

Por su parte el efecto VR no es nada novedoso. Los personajes están definidos y el fondo es vistoso, pero por otro lado el escenario es siempre el mismo y se mantiene inalterable. Además, por mucho que nos acerquemos a los luchadores estos siempre se quedarán en la misma posición, manteniendo en todo momento la misma distancia existente entre nosotros y ellos. Esto da lugar a una falsa sensación de profundidad que genera cierta incomodidad y que nos expulsa de esa inmersión tan laureada que trae consigo la realidad virtual.

Como podéis observar el escenario del modo VR es un claro ejemplo de la desgana de Namco Bandai a la hora de desarrollar este modo, además es el único lugar del que "disfrutaremos" en su modo virtual.

La segunda opción que nos ofrece Tekken 7 en VR es una suerte de galería en el que ver a los diferentes personajes a modo de vestuario. Tiene una profundidad suficiente como para entrar un par de veces, ver qué se cuece y salir corriendo, pues no nos ofrece más que ver a los luchadores de cerca, poder recrearte mirando aquello que más te guste de aquel personaje que más te seduzca y preguntarte qué demonios estás haciendo perdiendo el tiempo así.

¿Sorprendidos? Así de "espectacular" luce el modo galería, en el que ni tan siquiera podemos movernos libremente. ¿Te apetece ver los preciosos ojos de Jin Kazama de cerca? ¡Lo siento! Tendrás que limitarte a mirar desde el punto más cercano que los desarrolladores hayan decidido.

Como comprenderéis ambos modos VR no valen la pena, sobre todo si tenemos en cuenta el montaje que trae consigo hacer uso de las gafas, y que absolutamente todas las opciones que se nos ofrecen podemos encontrarlas en su versión no VR, obviamente con menos inmersión, pero sin embargo con muchísimas más opciones.

Desde ROV jamás recomendaríamos una experiencia de realidad virtual como la que trae consigo Tekken 7, ya que su dejadez da argumentos a aquellos que tachan a la realidad virtual de ser un contenedor de meras experiencias y una moda pasajera. Al final lo que ha hecho Bandai Namco no ha sido más que adaptar dos modos que ya existen en la versión original y pasarles el filtro de la realidad virtual, siendo a su vez dos de los modos con menos importancia del propio juego.

Desde Bandai Namco han asegurado que si el interés por la realidad virtual en Tekken 7 aumentaba, podrían plantearse lanzar mucho más contenido. El problema es no ofrecer un contenido de calidad y esperar a ver qué pasa. Es una verdadera lástima que los desarrolladores del juego hagan tan evidente su falta de confianza en esta tecnología, y esperen que milagrosamente la gente se siente satisfecha con el mínimo contenido que nos ofrecen.

¿Sería difícil adaptar un juego como Tekken 7 a la realidad virtual? No debería. El mismo intento de Bandai Namco lo corrobora. El modo entrenamiento VR nos demuestra que el género en este medio funciona. Es curioso ver a los luchadores frente a nosotros, mientras observamos sus movimientos con todo lujo de detalles. No obstante es fácil estar jugando y que se nos ocurran multitud de recursos que podrían haber sido añadidos para sacar mucho más partido a la realidad virtual. A “golpe pronto” se nos ocurre por ejemplo, situar la cámara en primera persona al hacer ciertos golpes especiales para sentirse en el cuerpo del luchador, poder observar el escenario para planificar hacia qué zona empujaremos a nuestro contrincante para aprovechar las características del espacio en el que nos encontramos, que os agarres o golpes especiales lancen a los oponentes hacia nosotros para sorprendernos, o sencillamente ofrecernos la misma experiencia del modo arcade/historia pero con este añadido, nada más. De esta manera se vería un cierto trabajo al respecto, unas ganas de tratar de innovar y aprovechar un nuevo medio como es la realidad virtual. Tekken 7 podría haber sido la primera gran incursión en este medio, de manos de uno de los juegos más icónicos de pelea. Una entrada por la puerta grande.

Desgraciadamente no será este juego el que nos muestre las enormes virtudes de la VR en el género de la pelea, por lo que tendremos que esperar a ver qué ocurre en un futuro. Deseamos que desde Namco Bandai cambien de chip y traten de añadir más contenido en vez de tomar el camino fácil. Actualmente tienen la opción de o bien aceptar que su producto en materia de realidad virtual es insuficiente, o bien obviar la ausencia de contenido realizado y escudarse en la falta de pasión de la gente por la realidad virtual, mirando hacia otro lado y dando por perdida esta batalla. Esperemos que recapaciten.

Aún siendo un juego nefasto en realidad virtual, Tekken 7 es un grandísimo juego que recomendamos cuando dejemos de lado las gafas y deseemos jugar en nuestro televisor.