Fantastic Contraption - PSVR: ANÁLISIS

ANTES ESTABA EN CASA, AHORA, EN UN PATIO DE JUEGOS - EXPERIENCIA E INMERSIÓN

Antes de centrarnos en comentar cómo se siente el control del juego y que tal funciona este enfoque en la realidad virtual, debemos pararnos a comentar el mecanismo que los de Radial Games han creído conveniente utilizar en el menú del juego, lugar que nos servirá de nexo entre los diferentes retos y la selección de los mismos.

Fantastic Contraption tiene uno de los menús más confusos creado hasta la época. Es exagerada la dificultad que entraña el hecho de querer navegar por él, y es que, debido a su falta de explicaciones, todo queda (una vez más) en el ensayo y error.

Fantastic Contraption tiene uno de los menú de juego más complicados y erráticos que recordamos. Encontrar las opciones acaba siendo un suplicio. 

Para acceder debemos colocarnos una especie de casco de realidad virtual sobre nuestra cabeza. Éste lo encontraremos en todo momento a nuestro lado mientras jugamos. Si lo usamos nos adentraremos en una especie de limbo estrellado en el que se nos ofrecerán una serie de opciones. El problema de esta zona es que por alguna razón ha sido diseñada mostrando gran cantidad de elementos en 3D basados en las físicas, tales como palancas, plataformas y objetos modificables que si bien son divertidos a la hora de juguetear con los moves, son el recurso más confuso e innecesario que hemos visto en mucho tiempo. Esto se traduce a que si por ejemplo, estamos jugando y queremos guardar el vehículo que hemos creado, debemos salir del mapa, acceder al menú, agarrar dicha máquina (en formato miniatura) de una pequeña mesa en la que ha aparecido, y dejarla caer sobre una tabla de madera, que por cierto es giratoria y que gracias a sus físicas puede hacer que ese elemento caiga al vacío. ¿Sentido?, el mismo que el que llevamos buscando desde que comenzamos el análisis, ninguno.

Lo peor es que nadie nos explica cómo funciona, por lo que es posible que juegues y jamás entiendas que puedes guardar una creación ya que nadie te lo explica amén de no ser intuitivo. Es posible incluso que no sepas como escoger mapa, para qué sirve la hoguera que hay en la zona, que significan las pequeñas palancas que hay o cómo demonios volver al mapa por el que te habías quedado. Algo gravísimo no solo en este tipo de juegos, si no en cualquier otra experiencia interactiva. Es posible que los desarrolladores hayan querido hacer del menú un propio juego, que hayan tratado de hacerlo divertido,  y es buena idea, el problema es que han volcado demasiado trabajo en estos recursos dejando de lado lo más importante, su practicidad.

 Aquí podemos ver parte del menú principal. Todo consta de palancas, tablas y otros elementos que reaccionarán al ser tocados. El problema es que no se nos explica como usar las diferentes opciones, y el que puedan girar sobre sí mismas es más un inconveniente que una bendición.

Dejando de lado esta visión tan funesta que nos ha ido acompañando a lo largo del análisis, romperemos una lanza a favor del juego, y es que su vertiente de realidad virtual así como sus controles son una delicia. Aún teniendo una jugabilidad algo escasa, el juego es atractivo debido a las bondades que nos ofrece construir en VR.

Aunque sea un juego criticable en muchos aspectos, como experiencia de realidad virtual y jugable es una delicia.

Es curioso lo intuitivo que resulta ponerse a construir y lo realmente bien que responden los PlayStation Moves. Maniobrar las piezas exactamente de la manera que quieres es una delicia además de resultar muy orgánico. No tardaremos en montar máquinas con facilidad pareciendo que llevamos años haciendo lo mismo, y es que, los controles son tan exactos que aquello que se nos ocurra lo plasmaremos con facilidad. Además el uso de los dos mandos nos ayudará a poder estirar, atraer, escalar y montar con gran simplicidad. Realmente resulta una experiencia divertida y es esto lo que hace tan mágicas las primeras horas de juego.

Es una lástima que teniendo un control tan trabajado, y que construir, que al fin y al cabo es el objetivo del juego, sea tan gratificante, al final la propuesta se sienta incompleta. Pensad lo mucho que ganaría si se añadieran más piezas. Podríamos incluso jugar por el mero placer de construir maquinarias para “ver qué pasa”, pero esto es algo que pocas veces haremos debido a lo limitados que nos sentimos.

La inmersión por su parte es total, y sus gráficos aunque siendo sencillos casan muy bien con la propuesta. La diversión que supone construir nos ayuda a sumergirnos con facilidad en su universo, y aunque no acabamos de comprender sus opciones, el frankensgato estará ahí, siempre apoyándonos, esperando pacientemente a su fin.

MODOS DE JUEGO Y DURACIÓN

Fantastic Contraption contiene un único modo de juego centrado en la superación de los diferentes objetivos. Está compuesto por algo más de 40 niveles cada cual más complicado. Su curva de dificultad está bien medida, aunque es posible que hayan ciertos retos que puedan, de repente, disparar su dificultad,  algo que no viene condicionado por el equipo desarrollador del juego, si no por nuestra propia cabezonería venida de obcecarnos con superar ciertos mapas de una manera obviando quizá caminos menos tortuosos.

Hay que destacar que su duración depende completamente de la creatividad de la persona que juegue. A nosotros nos ha durado cerca de diez horas, repitiendo alguno de los retos y tratando de encontrar diferentes modos para superar los mapas. 

CONCLUSIONES

Fantastic Contraption es el típico juego que deseas de corazón que salga bien, que tratas de obviar sus fallos por tal de darle una oportunidad ya que lo que propone, que es construir, funciona perfectamente, siendo en sus primeras horas una experiencia muy gratificante. El problema reside en su simplicidad. En su falta de opciones. Es una lástima que un juego que nos insta a ser creativos tan solo nos ofrezca cuatro herramientas para ello, siendo casi imposible que se nos despierte nuestro genio interior, acabando por ser más una cuestión de ensayo y error que de creatividad desmedida. Al final termina por ser ser un juego monótono disipando poco a poco esas positivas primeras impresiones que trae consigo esta experiencia.  Aunque no es un mal juego solo nos queda desear que para la próxima, los de Radial Games traten de ahondar más en sus mecánicas por tal de ofrecernos nuevas y creativas herramientas con las que poder solucionar los problemas que ellos mismos nos proponen.

Desde ROV queremos hacer especial mención a nuestro querido Franskensgato, y desearle desde aquí el mejor de los futuros. Su integridad, su capacidad de poner siempre la otra mejilla (quizá la única parte no extirpable de él), y su siempre disponibilidad en ofrecernos el brazo aunque tan solo queramos arrancarle la mano, es y será siempre un enorme ejemplo de superación ante la crudeza de la vida. Como diría el célebre y constipado músico Eros Ramazzotti: Minino, gracias por existir.

Este juego ha sido analizado con una copia digital de PSVR. Fantastic Contraption está disponible en PlayStation Store a un precio de 21,99€ (19,79€ si sois miembros de Playstation Plus). También está actualmente disponible para Oculus Rift y HTC Vive a un precio de 27,99€.