Clash of Chefs VR: ANÁLISIS
29 OCT 2021 15:45
Hora de adentrarse en una cocina virtual con cuatro diferentes restaurante. Tu objetivo será preparar todo a tiempo o tus clientes estarán molestos. Disponible para Rift, SteamVR, WMR y Quest.
El trabajo en la cocina
Manos a la obra, nuestros comensales tienen hambre y debemos solucionarlo antes de que se enfaden. Es esta la tarea a la que hemos sido transportados de la mano del estudio Flat Hill Games, en donde el campo de juego viene a darse en la cocina.
Un juego, cuatro tipos de cocina
Puestos en labor tenemos la posibilidad de jugar en cuatro restaurantes diferentes: americano, italiano, japonés y mexicano. Cada uno tiene su propia ambientación, recetas y música, así que el restaurante americano nos pondrá a hacer hamburguesas con patatas fritas, mientras que en el japonés tendremos que preparar sushi o ramen, en el italiano se nos dan los ingredientes para elaborar pasta y pizza, y finalizamos con el restaurante mexicano, en el cual los nachos, tacos y tortillas dominan el menú.
Todos los restaurantes tienen tres modalidades de juego: Campaña, Sin fin y Normal, siendo la primera la más práctica para entender de qué va la cosa, pues se empieza con las recetas más básicas acompañadas de un tutorial, para luego ir preparando comidas más elaboradas hasta completar los 20 niveles de cada campaña, los cuales tienen una duración aproximada de entre tres y ocho minutos, o menos si nuestras habilidades así lo permiten. En el modo sin fin ya se requiere experiencia, pues los pedidos son más complejos y perderemos en caso de no lograr entregar tres. Luego el modo normal es solamente para practicar, ya que ahora los comensales llegan sin prisa y solo se busca que nos adaptemos a la cocina
La jugabilidad es sencilla e intuitiva, tal que basta con entrar en alguno de los modos de juego para ver qué nos aparece en la lista de pedidos e ir combinando los ingredientes. Claro, teniendo en cuenta aquellos que deben ser cocinados o cortados previamente, mientras que otros basta con tomarlos y soltarlos en el plato.
Un chef experimentado
Habiendo entendido las mecánicas, el proceso se vuelve cada vez más automático, los niveles son progresivos, haciendo que nos adaptemos fácilmente al aumento de dificultad; incluso diría que es demasiado fácil, pues lo único que afecta a nuestra calificación final es el dejar que un cliente pase de estar contento a intranquilo y a enojado, siendo ésta última casi difícil de alcanzar, tendremos que confundirnos mucho para que eso llegue a suceder, lo que dio lugar a que me pasara todos los niveles a la primera sin sentir un mayor esfuerzo.
Aún así no es como que el juego sea un tranquilo paseo así sin más, por el contrario tiene sus momentos en que el frenesí de estar preparando distintos platos genera una tensión similar a la de trabajar en un restaurante, pero de lo que sí peca es de simple, sin ninguna situación extravagante ni interacción con los clientes, o sucesos extraños en la cocina, en realidad se centra en ser un juego que tiende a ser un simulador simplificado de cocina en que lo único que nos puntúa es como de rápido preparemos todo.
El tema multijugador puede ser uno de los aspectos que mejoren un poco la experiencia, abriendo la posibilidad de quedar en un versus con algún amigo a ver quién puntúa más en un tiempo límite. Sin embargo, si quieres hacerlo con un jugador aleatorio es mejor abandonar las esperanzas, ya que en varios días que estuve intentando encontrar partida nunca encontré a nadie jugando, aunque el juego lo compensa con partidas asíncronas de alguien que jugó previamente y podremos descargar para enfrentarnos a la "grabación" cuya puntuación buscamos superar.
Los restaurantes temáticos están bien conseguidos, con sus estereotipos propios de cada región aplicados al menú, aunque con platos sencillos que se hacen repetitivos a la larga. Y si de repetitividad hablamos, hay que hacer mención de uno de los aspectos más molestos del juego: la música, ya que cada escenario tiene UNA ÚNICA PISTA DE AUDIO, que a la larga se torna fastidiosa si es que no la ignoramos por completo, o podemos simplemente desactivarla desde la configuración.
Dicho todo esto, he de añadir que veo este título como una experiencia para los más jóvenes, es un juego que a un niño le podría entretener en mayor medida.
Física, gráficos y opciones
Los objetos por lo menos cuentan con colisiones entre la mayoría de ellos, exceptuando principalmente las manos, que además desaparecen al agarrar cualquier cosa; por otra parte, es interesante que los alimentos se pueden llegar a quemar si nos descuidamos, o dañarse al no servirlos rápidamente, al punto de que una carne de hamburguesa dura menos de un minuto antes de ponerse verde.
Gráficamente tiene un estilo caricaturesco que me recuerda mucho a Jimmy Neutron, no es destacable, pero se ve bien. En lo que respecta a las opciones, se nos permite cambiar la altura del mesón, desactivar la música o los efectos de sonido y tiene varios idiomas para elegir, entre ellos el español.
Conclusión
Clash of Chefs es un juego de cocina entretenido de un estilo bastante normal, con toques de simulación cuyas mecánicas son intuitivas y sencillas. Los distintos restaurantes le dan algo de variedad, aunque dentro de los mismos los cambios sean pocos. Sin embargo, la cantidad de niveles es suficiente para darnos varias horas de juego (por lo menos unas cinco). Lo veo como una experiencia amena para los pequeños de la casa, ya que si estás mayor y te gustan los juegos de cocina retadores, bizarros y frenéticos, no creo que sea lo que estás buscando, pero si buscas algo casual para entretenerte en la cocina sin tener que limpiar después, entonces ponte manos a la obra en este mundo virtual.
Podemos ver el juego en acción en este gameplay comentado:
El juego ha sido analizado con Quest 2.