Loco Dojo Unleashed: ANÁLISIS

Referenciando un clásico

Las ideas locas y las risas han sido traídas por el estudio Make Real, dando lugar a un juego que, sin dar rodeos, podríamos asemejarlo ligeramente a algo así como un Mario Party en VR, con un estilo casual lleno de minijuegos, a la vez que llega a entremezclarse con mecánicas de juego de mesa en que avanzamos por turnos, todo dentro de una escenografía de artes marciales, aunque las mecánicas no tendrán que ver con esta temática.

Loco Dojo Unleashed es una nueva versión del juego de PC VR Loco Dojo, que llega sin juego cruzado aunque sí con compra cruzada.

Desde cazar hasta ordeñar

Si alguna vez te imaginaste protegiendo cerditos de una horda de murciélagos haciendo uso de un par de nunchakus de salchicha, o intentando prepararte el desayuno mientras un grupo de cactus no hacen más que romperte los huevos, ¡pues ha llegado tu momento de hacerlo realidad! Y si no lo tenías en mente, siempre es buen momento para tener nuevas metas.

El principio de esta experiencia es sencillo: si juegas solo te enfrentas a 16 minijuegos que puedes abordar a gusto tras desbloquearlos, para lo que necesitas conseguir por lo menos una copa de bronce en cada uno, siendo fácil en unos mientras que otros requerirán algo más de experiencia. Ya la cosa se complica si juegas con amigos, y las mecánicas dependen de cada minijuego.

Otra modalidad que tenemos en solitario es enfrentarnos a 10 de estas experiencias aleatorias con el fin de conseguir puntos/monedas, de forma que según la cantidad de monedas obtenidas iremos subiendo el nivel de nuestro cinturón de artes marciales, aunque en realidad va en la cabeza, ya que carecemos de cuerpo completo, pero los colores son los mismos que en kung-fu, karate o judo, con el cinturón negro en la cumbre. Claro que alcanzar las máximas puntuaciones no será fácil, y dado que el juego no tiene ningún tipo de persistencia en el avance, entonces rara vez lograremos el cinturón negro, yo por lo menos lo más cerca que he estado es a una moneda de conseguirlo.

Jugar solo es divertido, pero no logra exprimir la verdadera esencia de este título, que brilla en el multijugador. Aquí las formas de jugar son las mismas: escoger un desafío en concreto o con avance, teniendo la particularidad de que dicho avance se ve combinado con un componente de juego de mesa, donde una ruleta nos dirá cuanto podemos avanzar e incluso se irán obteniendo habilidades que podremos poner en casillas (minijuegos) concretas del mapa, otorgando ventajas como la imposibilidad de perder en una ronda o ganando el doble de monedas, por mencionar algunas.

A nivel de equilibrio veo un gameplay bien diseñado, permitiendo un balance de juego suficiente para mantener la tensión en la puntuación hasta el final, momento en que podremos desbloquear un reto final que no es diferente de lo ya experimentado, pero sí podrá ser decisivo para definir el lugar de cada uno en el podio.

Esta mecánica de juego de mesa no se acerca a lo que conocemos en juegos como Mario Party, pero es lo suficientemente divertida para complementar el espíritu competitivo entre amigos manteniendo las risas.

Coordina, guerrero, o cae en la deshonra

Los minijuegos son cuando menos extraños, haciendo que la primera vez que los probemos fácilmente nos quedemos confundidos mientras nos reímos de lo absurdas que son algunas de las situaciones. Pero no hay que asociar esto con que sean fáciles, al contrario, es probable que fracasemos en los primeros intentos.

Entender los objetivos no será suficiente, hay que coordinar y concentrarnos considerablemente en algunos casos si es que queremos conseguir una copa en lugar de una nube lloviendo sobre nuestras cabezas en señal de derrota. El llegar a la copa de oro ya es otro cuento, pues hay algunos desafíos que requieren considerable practica para alcanzarlos, por lo que las curvas de dificultad varían mucho.

Mi experiencia de juego

Opto por no dar demasiados detalles de los minijuegos, pues parte de lo divertido está en encontrarse sorprendido y confundido en cada nuevo reto, aún así puedes ver algunos en el gameplay al final del artículo y adelanto pequeños detalles, como que te encontrarás cabalgando cerdos, ordeñando cerdos, controlando cerdos a control remoto (sí, hay varios juegos sobre cerdos), o incluso cazando hamburguesas con flechas que son serpientes. Como punto negativo he de hacer énfasis en la carencia de traducción, ni en texto ni en doblaje, que luego de entender el objetivo de cada escenario deja de ser un problema, aunque al principio es confuso si no podemos entender las instrucciones. Vale la pena mencionar que solo son 16 retos, pero lo suficientemente variados como para no sentir que fueran pocos.

Lo mejor sucede cuando jugamos con amigos. No solo las risas aumentan en gran medida, sino que algunos juegos adquieren nuevos roles, pasando de realizar la misma acción para ganar puntos a ser enemigos que se sabotean entre sí. Cabe aclarar que no hay crossplay con la versión de PC VR, y teniendo en cuenta que la probabilidad de encontrar a alguien jugando en Quest de por sí ya es baja, hace muy poco viable el buscar una partida de desconocidos a la cual unirse.

A decir verdad, en solitario he jugado varias veces divirtiéndome en tramos de una media hora como máximo, pero en multijugador he llegado a estar dos horas o más sin siquiera darme cuenta, haciendo notar que el énfasis está en jugarlo acompañado, bien sea solo contra un amigo o en un máximo de cuatro competidores.

Gráficos y mecánicas

Gráficamente está bastante bien, tiene un estilo caricaturesco, pero todo se ve bien definido. Los modelos de las criaturas no apuntan a ser realistas; por el contrario, la mayoría parecen juguetes vivientes, dándole un toque de gracia adicional, y cada reto se sitúa en un escenario diferente con buen aspecto en términos generales.

Las mecánicas varían mucho, añadiendo normalmente objetos a nuestras manos o interactuando directamente con algo que podemos agarrar frente a nosotros, lo importante radica en mencionar que no hay momentos de desplazamiento, así que el movimiento se centra en lo que hacemos delante o girando el torso.

Conclusión

Si tenemos amigos que se animen a competir con nosotros es muy probable que las risas no falten, pero si buscamos algo para jugar en solitario nos encontraremos con la carencia de una campaña y apenas un par de horas de novedades mientras desbloqueamos todos los niveles. Los minijuegos me resultan bien diseñados, hay apenas un par que no me han entretenido tanto, el resto son divertidos y retadores, luego cuando se suma el componente de juego de mesa se logran potenciar aún más.

En cuanto a su público objetivo, diría que es apto para todas las edades, sin importar lo absurdas que resulten algunas pruebas. Como temas negativos estaría la ausencia de más minijuegos y algún tipo de campaña, que con suerte el futuro nos traerá alguna expansión. Lo bueno es que el equipo desarrollador ha expresado su interés en añadir nuevos minijuegos este 2022, pero sin fechas estimadas, por lo que habrá que esperar. Mientras tanto, consigue otros tres amigos y demuestra quién tiene el mayor dominio de las artes ancestrales.

El juego ha sido analizado con Quest 2.

Podemos ver el juego en acción en este gameplay comentado:

También podemos verlo en este capítulo de ROV Explorers.