Smashbox Arena - PSVR: ANÁLISIS

Balón prisionero virtual

Cuando uno se pone frente a un juego enfocado a priori casi en su totalidad al juego online en VR, le dan ganas, por una parte de alabar a la compañía por su valentía, teniendo en cuenta que se adentra en un mercado en auge pero en el que aún no hemos llegado a los 2 millones de PSVR en circulación, y por otra parte entran ganas de temblar ante la posibilidad de una comunidad no lo suficientemente amplia para sostener el juego; aunque ya hay algunos juegos en VR enfocados al mundo online que gozan de buena popularidad, dejando claro que este enfoque en VR no es un salto al vacío siempre y cuando el juego tenga la calidad suficiente, por lo que vamos a tratar de aclarar en qué lugar se sitúa el juego que nos ocupa.

Jugabilidad

Estamos frente a un juego que en cierto modo nos recuerda a uno que hemos jugado innumerables veces en la calle junto a nuestros amigos (al menos en mi caso), como es el balón prisionero, puesto que en Smashbox Arena el protagonismo no lo tienen las innumerables armas disponibles habituales en la mayoría de títulos en los que nos sueltan en una Arena donde nos enfrentamos a otro equipo, sino que aquí el arma principal son la gran cantidad de bolas (orbes) distribuidas por todo el mapa y que debemos coger y disparar a nuestros enemigos para acabar con ellos de un único golpe, algo que haremos con una de nuestras dos manos (o las dos) a través de los mandos Move, única opción de jugar a este juego y que cumple sin problemas a nivel de Tracking.

El juego también nos ofrece “potenciadores” necesarios para dar cierta profundidad y variedad al juego, como son las granadas, bola de fuego, escudo, pistola francotirador, bola gigante y misil (lento, lentísimo) teledirigido, que estarán igualmente distribuidas por los distintos mapas, siendo puntos “calientes” de encuentro entre varios jugadores que van en busca de uno de ellos.

Otra de las características que aportan variedad aparte de los potenciados y hasta en cierto modo un punto de “estrategia” es el hecho de que si tenemos un orbe en nuestra mano, este se puede usar para repeler los del enemigo si lo dirigimos correctamente hacia el punto donde va a impactarnos, por lo que en varias ocasiones estaremos frente a un rival que al igual que nosotros no se decidirá a disparar su orbe ante la gran posibilidad de que repelamos su ataque y automáticamente después acabemos con él sin posibilidad de defenderse.

¿Qué tenemos que hacer para ganar?

Estas batallas se desarrollan en rondas de un minuto en las que tenemos que acabar con los 3 integrantes del equipo contrario para conseguir cada uno de los 5 puntos que necesitamos para vencer la partida. Si tras ese minuto, aún hay integrantes de ambos equipos en pie, entra en juego un lanzador múltiple de misiles que facilita que el final del turno llegue más pronto que tarde, aunque lo habitual es que con menos de un minuto será suficiente para cada ronda.

No existe respawn en ningún caso, por lo que en caso de caer eliminados antes que el resto de compañeros de nuestro equipo durante la ronda en curso, seguiremos viendo la batalla desde fuera como si de una especie de pequeña maqueta se tratase, hasta la siguiente ronda.

Conforme vayamos jugando a Smashbox Arena, iremos desbloqueando nuevas cabezas que no aportan nada más allá del aspecto estético a la hora de jugar, y que podremos elegir para jugar en cualquier modo.

En la imagen podemos ver los dispositivos de teletransporte

En constante movimiento

La forma de desplazarnos se basa en el teletransporte, pero no funciona exactamente igual a como estamos acostumbrados en otros títulos que usan esta modalidad, sino que en este caso lanzaremos un dispositivo hacia el lugar que deseemos teletransportarnos, y una vez caiga en su destino, 1 ó 2 segundos después apareceremos en dicho lugar; por lo que no es un teletransporte inmediato, y este “retraso” intencionado de unos pocos segundos provoca que podría no servirnos como rápida vía de escape ante un proyectil a punto de impactarnos, además de que nuestros rivales podrán conocer tu destino antes de que aparezcas allí para prepararte una “buena bienvenida” nada más aparecer.

Para poder teletransportarnos, siempre tendremos que tener alguna de nuestras dos manos libres (sin armas) ya que en caso contrario no será posible.

Consideramos que es una idea diferente y no queda mal en este tipo de juego, aunque no podemos decir lo mismo del giro sobre nosotros mismos, fijado en 30º y que no se puede modificar en ningún menú, por lo que en no pocos casos echaremos en falta un botón de giro de 180º ó al menos algo mayor a 30º para poder escapar ó ver donde pueden estar nuestros enemigos.

Modos de Juego

En cuanto a modos de juego, tenemos un entrenamiento de unos 10 minutos para explicarnos las mecánicas, un modo un jugador que no es más que una serie de 4 o 5 partidas contra bots con 3 modos de dificultad que iremos desbloqueando secuencialmente y que inexplicablemente han bautizado como “historia” pese a no disponer de una como tal, más allá de un par de frases al comienzo de cada partida; y por último el modo online que se presenta como la opción más divertida, principalmente si disponemos de amigos con quienes preparar partidas de 3 contra 3, ya que en caso contrario estaremos a expensas de encontrar una con otros jugadores online (cosa que nos ha parecido una tarea imposible) o jugar contra bots, ya que el juego es rellenado con ellos en caso de no tener suficientes jugadores online en ese momento.

Cuando hablamos de Bots, yo personalmente estoy a favor de su añadido en un juego online para paliar de alguna forma el posiblemente reducido número de jugadores disponibles, y he disfrutado enormemente de juegos como Eve Valkyrie que igualmente se rellena con bots en caso de necesidad, pero el problema de Smashbox Arena es que la IA de estos no es la mejor, encontrándonos en varias ocasiones con situaciones rocambolescas de bots disparando una y otra vez contra el mismo obstáculo, otros enfrentados a menos de un metro de distancia sin dispararse… y así alguna que otra situación que hace que el juego con bots pierda enteros.

Hora de celebrar la victoria

En el modo online podemos buscar jugadores en varias regiones diferentes, pero en lugar de mostrarnos una lista en la que vemos el número de jugadores por región para acudir directamente a aquella que nos interese, nos obliga a acceder una a una para ver cuantos jugadores online la están ocupando; y cuando ya de por sí es difícil encontrar jugadores, ese medio minuto de espera para visitar cada región no hace más que desesperarnos un poco más en nuestra búsqueda de una partida online.

Aspecto técnico

En relación al aspecto visual, estamos frente a un título técnicamente muy pobre, y que pese a gozar de buena definición (Al menos en Ps4 PRO), no parece preocuparse especialmente de las texturas ni del aspecto artístico, lo que provoca que en la mayoría de las pocas arenas disponibles (apenas superan las 5) tenemos la sensación de estar jugando en mapas de cartón piedra, que aún con cierto aspecto cartoon, creemos que podrían lucir mucho mejor.

Nuestros personajes son una especie de robots flotantes con tronco, cabeza y dos manos que tampoco destacan en ningún caso, por lo que técnicamente no hay nada que destacar.

Pese a estos problemas técnicos, la realidad es que las arenas están bien diseñadas, siempre con la intención de potenciar la confrontación continua y la necesidad de movernos continuamente entre varias alturas, pudiendo olvidarnos de campear en ninguno de los mapas disponibles.

Conclusión

Estamos ante un juego que tiene buenas ideas y unas mecánicas que lo convierten en un título divertido para compartir con amigos, pero que su nula inspiración en el modo “historia”, pobre aspecto visual, IA enemiga discutible y su reducida comunidad online, lo lastran definitivamente y provocan que nos cueste recomendarlo, a menos que contemos con varios amigos con los que poder organizar divertidas partidas online.