Don't Knock Twice: ANÁLISIS

No llames dos veces...

Wales interactive es una orgullosa compañía británica con sede oficial en la ciudad que da origen al nombre, además de ganadores de numerosos premios de la industria desde sus orígenes allá por 2012.

Hoy nos toca hablar de ellos con cierto tono de "canguelo", ya que nos traen finalizado su último título de terror Don't knock twice. Tras habernos puesto ya los pelos de punta hace algunos meses con su corta demo, ya podemos adquirirlo en sus versiones PSVR, SteamVR y Oculus.

Ambientado en la película del director Caradog W. James (una mala traducción al español podría llamarlo Caraperro W. James) y protagonizado por la actriz de acción Katee Sackhoff, tendremos que adentrarnos en una mansión en la que mediante el uso de teletransportación (PSVR) o locomoción (HTC, OCULUS) resolveremos enigmas con un toque diabólico.

Nada más empezar nos encontraremos en el salón de una gran mansión, la cual tendremos que recorrer de arriba a abajo y nos llamará la atención un cierto estilo a la demo técnica "PT" de Silent Hill (que nunca llegó a materializarse en juego completo). Esto quiere decir que no tendremos acceso a todas las zonas, sino que tras ir dando con la clave en la situación concreta, se irán desbloqueando nuevas zonas. Se vive así la historia de una forma "pasillera". Más adelante volveremos a pasar por las mismas zonas de la casa para descubrir que éstas cambian a medida que se desarrolla la historia.

La ambientación es correcta, casi mítica: una noche lluviosa con algún que otro trueno, sonidos ambientales por doquier, alguien que golpea sin cesar algunas paredes, unos inquietantes cuadros y para la guinda no funciona la electricidad...

En lo referente a lo técnico: los escenarios no están demasiado cargados, no hay prácticamente objetos con los que interactuar o que tengan alguna funcionalidad. Encontraremos textos que intentarán situarnos en la acción pero debido al idioma anglosajón y el tamaño del texto no podrás entender apenas nada.

Debido a la poca interacción antes mencionada la acción se desarrollará rápidamente, con lo que la duración estimada de una sentada es de aproximadamente una hora y media. Vas a tener unos cuantos sustos, nada que no hayas visto antes en otros juegos o películas, pero con el terror psicológico que nos proporciona el sonido lo pasaréis mal.

En lo referente a PSVR cabe decir que se trata de un título modesto dentro de su catálogo, pero con unos gráficos y sensación de inmersión aceptable. Funciona bien en los entornos cerrados, normalmente pasillos y habitaciones de una mansión. No obstante, en algunos momentos podemos encontrarnos algunos objetos planos y sin volumen o entornos de peor calidad. Puntualmente a veces no se respetan bien las proporciones.

Es algo que no te saca de la inmersión pero que podréis observar si prestáis atención. También hemos observado algunos "bugs" que sin ser graves, nos hicieron pensar que alguna brujería estaba presente en el propio código del juego para jugarnos una mala pasada.

A pesar de todas estas pequeñas fallas que debemos citar, el juego consigue ser inmersivo y junto con el sonido te mantendrá tenso reservándote algún que otro sobresalto para el que no estaremos preparados.

 ¡Atrás satanás! Para derrotar al mismísimo mal no dispondremos de un arsenal muy variado. Como herramientas dispondremos: de una vela para iluminar, un móvil (donde nos llegarán ciertos mensajes inquietantes), un spray atado a una vela (a modo de lanzallamas) y un hacha. Encontraremos objetos coleccionables para añadir algo más de sal al plato.

Referente a la jugabilidad en las VR de sobremesa, el modo de locomoción aun siendo demasiado lento y dificultoso (al menos en la versión HTC VIVE donde se probó) nos ha parecido el más correcto para desplazarnos. A veces el jugador continúa andando aunque no toquemos el mando, nos quedaremos atrapados en algunas superficies o será habitual que no responda en la dirección en la que queremos ir.

Para evitar un poco todo esto debemos detener la acción para continuar con la siguiente. Desconocemos si con los controladores Touch de Oculus sucederá lo mismo.

El modo teletransporte es también lento y durante unos instantes la imagen se queda en negro, eso te hace sentir aún más intranquilo. En la versión de PSVR puedes usar Dualshock 4 o dos Moves. En cualquiera de los dos casos para desplazarnos utilizaremos inevitablemente teletransporte y giros de 90 grados mediante botones (en DS4 no se usa stick direccional).

No podremos cambiar entre dispositivos de control durante la partida en el menú principal.

Para hacer esto tendremos que recurrir a algún pequeño truco, pulsando la opción Activar/Desactivar VR, que por cierto, nos permitiría jugar también en pantalla plana con visor (modo cinemático) o sin él.

Por lo tanto, la selección del dispositivo de control es un aspecto bastante mejorable. Para comenzar a jugar debes tener activo solo el dispositivo de control que vayas a usar, de lo contrario puede que te detecte solo un Move o que no te detecte el Dualshock.

Si jugamos con Dualshock, seleccionamos los objetos mediante la mirada con un puntero. En el caso de Moves, éstos son representados por manos virtuales que nos permiten coger objetos con los gatillos. Mediante un botón se nos permitirá "alargar la mano" y llegar a objetos que nos sean menos accesibles. En PSVR jugar con Moves es la mejor opción y aunque dista mucho de ser perfecto, es suficiente para disfrutar de este juego. Si tienes espacio puedes jugar de pie para acercarte a objetos del entorno pero, a mi entender, en este sistema es más cómodo y práctico jugar sentado, a ser posible, con una silla giratoria para poder observar bien a tu alrededor.

Para los amantes de lo oculto, de lo oscuro y del terror... y ¿por qué no? para los masoquistas, pasaréis un rato "desagradable" jugando a este título durante el poco tiempo que os dure...