Arktika.1: ANÁLISIS
26 OCT 2017 17:47
Os presentamos nuestro análisis final del juego. Lo hemos terminado y os contamos si es la decepción de la que muchos hablan o el juegazo que todos queríamos. Os recordamos que 'Arktika.1' es exclusivo de Oculus Rift.
Un Triple A, para bien como para mal
En estas semanas que han pasado desde el lanzamiento del juego y de las primeras impresiones que os presentamos, hemos tenido la ocasión, no solo de pasarnos el juego, sino de convivir con un montón de impresiones o análisis sobre el mismo.
Desde aquellos que le han dado más palos que a una estera, a aquellos que consideran el juego como aquel título que todos estábamos esperando en VR. Y como a continuación veremos, y como casi todo en esta vida, en el término medio está la virtud.
Desproporciones, Yagas, gráficos e inmersión.
Lo primero que nos llama la atención al empezar el juego es que nuestro lado del coche, el del copiloto, no tiene asiento. ¿Y por qué no tiene asiento? Váyase usted a saber. Uno no sabe muy bien por qué. Y aunque este no fue mi caso, esta ausencia provocó que muchos jugadores se sintieran fuera de lugar.
Si uno centra la mirada en la luna delantera, observará que los copos de nieven caen en ella para ser aplastados por el parabrisas, dejando un tapiz borroso que responden a un muy real cambio térmico entre el interior y el exterior.
Este momento ejemplifica perfectamente lo que nos vamos a encontrar en 'Arktika.1', pues el juego es capaz de entregarnos momentos de una veracidad abrumadora, con otros donde las proporciones o sobre todo algunos bugs podrían desestabilizarte la experiencia inmersiva.
Sobre las proporciones, aunque personalmente no me vi afectado, si fue consciente de ello en un momento de juego. Solo os diré "pelota de ping pong".
Como digo, esto de las proporciones puede llegar a afectarte mucho, o como fue en mi caso, puede ser algo meramente anecdótico o hasta gracioso. Hay gente que se ha quejado de las manos virtuales de nuestro avatar. Gigantes. O de su altura, digna de un chicarrón el norte. Y es que no se hacen hombres como en la madre Rusia.
Pero para mi no fue algo que me sacara de la inmersión. Simplemente lo veo como otra de las cosas buenas de la realidad virtual. Podemos ser capaces de asumir el papel de un robot, de un esqueleto, de un tipejo escuchimizado y de hasta de un sosias de Arnold Schwarzenegger. Y este último parece el caso en 'Arktika.1'.
Con ese planteamiento la inmersión es total y a esta sensación favorece plenamente los magníficos gráficos del juego. Posiblemente, estemos ante el titulo más robusto en este aspecto de cuantos hemos jugado en RV, con un importantísimo papel de los elementos climáticos.
También me sorprendió como los objetos que nos rodeaban podían ser afectados por nuestros disparos. No solo pilares o muros donde nos parapetábamos, sino además elementos decorativos como maniquís que quedaban en su estructuras de alambre cuando vaciábamos un cargador sobre ellos. Esa interacción plena con los objetos del entorno es un nuevo punto a favor en la inmersión.
Y por supuesto también ayuda el sonido. Con poderosos graves y con un inmejorable seguimiento, que nos ayuda notablemente a entrar en situación. Y no olvidemos aquellos momentos de tensión, los mejores del juego, donde el sonido y la música ejercen un papel vital para crear esa sensación de desasosiego necesaria. Momentos estos que se deben a los Yagas, unos seres deformes, tipo Gollum pero con dientes y uñas muy largas, que nos atacarán de forma violenta y furiosa, y que aparecerán en las primeras fases del juego, siempre asociados con ambientes de poca luz. Ni que decir tiene que en 'Arktika.1' nos vendrá bastante bien tener una linterna anclada a alguna de nuestras armas.
Ahora me ves, ahora no me ves.
Otro de los elementos que se ha criticado mucho en 'Arktika.1' es que su sistema de locomoción es por teleportación. Que un juego de este tipo debería de tener un sistema de locomoción libre y no algo que nos limite.
Personalmente no puedo estar de acuerdo con este deseo. Porque realmente es solo eso, un deseo, no un elemento negativo del juego. Hay gente que no se marea con sistemas libres de locomoción. Pero otras personas sí. En estas situaciones los desarrolladores establecen a elección del jugador estas dos opciones. A gusto del consumidor. Y muchos aficionados han exigido eso en 'Arktika.1'. Pero olvidan que en este caso hay una gran diferencia con respecto a otros títulos. En 'Arktika.1' la teleportación tiene una justificación argumental.
La teleportación es un "arma" que solo posee nuestra facción y que por eso la utilizamos a nuestro único beneficio, en clara ventaja con respecto a nuestros enemigos. Un arma que ellos ansían con el fin de conseguir sus fines, pero que aun no han podido emular.
El ser los únicos que nos desplazamos de esta manera nos habilitará a plantear una serie de opciones estratégicas a la hora de enfrentarnos a nuestros enemigos. Principalmente a aquellos jefes finales de fase, que nos complicarán las cosas. En especial el jefe final del juego, al que solo podremos derrotar si sabemos trasportarnos en el momento idóneo al sitio adecuado.
Así, el sistema de locomoción no se presenta como un mero capricho de los desarrolladores, sino la base de su sistema de juego, donde encontraremos tiroteos básicos, pero también otros (los más brillantes) planteados sobre distintos niveles de altura y profundidad, y donde el sistema de locomoción tendrá una base estratégica.
Un paseo. Dependiendo de la dificultad.
También se ha criticado mucho la IA de los enemigos. Que son a cual más incapaces y que normalmente deambulan por el mapa como si fuesen unos meros patos de tiro al pichón de las ferias de pueblo.
Y es verdad, hasta cierto punto. Todo depende de la dificultad del juego. Si jugamos en el nivel más básico, el fácil, sin duda encontraremos un juego solo apto para recién llegados al mundo del videojuego. Los enemigos no serán ni por asomo una amenaza para nosotros. Y sí, su comportamiento es, por decirlo de manera suave, errático.
En cambio, si vamos elevando la dificultad (al menos a su nivel medio), encontraremos un mayor desafío. Aunque eso sí, aconsejo el nivel de dificultad máxima para aquellos que seáis jugadores habituales.
Los Yagas son los más frenéticos y no buscaran coberturas. Más bien irán a lo loco a despedazarte. Por lo que podrán suponer un mayor desafío si no miramos a donde tenemos que mirar en el momento adecuado o no tenemos una linterna a mano (recordad, siempre se mueven por terrenos de oscuridad total).
El resto de enemigos son copia, pega y colorea, siguiendo un patrón muy similar a los enemigos de cualquier shooter comercial, tipo 'Call of Duty'. Estos tienen una especie de hipervelocidad que los ayuda a parapetarse (no es algo que quede muy claro en el juego, pero puede deducirse de un intento infructuoso de conseguir nuestra teleportación, algo que como veremos conforme avancemos en el juego, están intentando emular).
Los únicos que nos complicarán la tarde son aquellos escopeteros con una gran capacidad para aguantar nuestros disparos. Y por supuesto el jefe final de juego, que hace uso de un sistema de teleportación limitado unido a un escudo esférico que lo defiende momentáneamente de cualquier ataque.
Diseñando armas.
Si en algo coincidimos todos los jugadores que hemos probado 'Arktika.1' es que su joya de la corona se encuentra en "La armería". Un lugar donde iremos confeccionando nuestras armas. Primero adquiriéndolas. Hay un total de x, cada una de ellas con sus especiales características, algunas realmente devastadoras. Aunque todas son pistolas de una mano, algunas hacen las veces de ametralladoras y otras de escopetas. Su recarga también será bien diferente, aunque con la mayoría está se producirá cuando bajemos las armas a la altura de la cintura.
A cada arma (salvo a la más potente del juego) se le puede ajustar una serie de accesorios. Principalmente miras, algunas de seguimiento de enemigos, zoom ópticos o linternas (como he dicho anteriormente, indispensables).
A la mayoría de las armas les podremos ampliar el cargador o el daño, además de incorporarle una mira laser, que servirá perfectamente para ubicar en la distancia nuestros disparos.
Y no olvidemos accesorios ya no para las armas, sino para nosotros mismos, como aumentos para el escudo de nuestro traje, o un escudo de energía para uno de nuestros brazos, que modificará la forma en la que nos enfrentemos a los enemigos, pues ya no atacaremos con dos armas, sino obviamente con una.
Además en un momento del juego encontraremos un spray de pinturas, lo que nos servirá para dar color a lar armas. Y hay rojo chillón, tranquilos.
Adicto al tiroteo.
Otro de los mejores elementos del juego, muy por encima de cualquier shooter, ya no digo solo de RV, es el diseño de los niveles. Aunque las 10 fases de las que consta el juego tienen lugar en escenarios muy similares (en la mayoría de ellos tendremos segundas misiones, por lo que la repetición es obligada), el diseño es magnífico. Destacando una misión donde entraremos en una fábrica de procesamiento interactuando con distintas máquinas mientras nos enfrentamos a los enemigos, u otra donde tendremos que luchar contra la oscuridad y los Yagas, equipándonos con ciertas barritas de neón que encontraremos en dispensadores distribuidos por el mapa. Una fase esta última que es mi favorita del juego.
El resto de niveles es variado aunque va perdiendo fuelle y brillantez conforme avanzamos en el juego, siendo a su vez los objetivos poco interesantes o incluso en casos puntuales, confusos. Y esto, tristemente es para el que escribe el talón de Aquiles del juego.
Esta historia ya me la sé.
Desgraciadamente los jugadores de RV no estamos servidos de buenas historias. Y 'Arktika.1' no es la excepción.
Si para muchos el problema está en los fallos técnicos, para mí el gran elemento negativo del juego se encuentra en un guion que se muestra interesante en su planteamiento, pero que finalmente se diluye para convertirse en una mera justificación para ir encadenando fases aisladas donde nuestro objetivo es tan convencional como agotado. El enfrentamiento final con un malo de los del todo a 100. Todo este proceso nos ocupará 10 misiones y unas 8 horas de juego.
Una historia que en su planteamiento bebía y mucho de los 'Metro', termina llevándonos a un claro 'Call of Duty' descafeinado. Y eso tiene poca justificación para unos desarrolladores que no solo han dado importancia a los guiones de sus juegos, sino que además han hecho una genial adaptación de una de las novelas más celebres de su país. Es decir, saben de la importancia de una buena historia y un buen guion.
'Arktika.1' se convierte, toda vez que lo hemos terminado y tenemos la imagen global del mismo, en el típico juego Triple A, con un gran acabado técnico y poca chica en el guion, que tiene brillantes momentos iniciales que hacen más difícil admitir que sus últimas misiones no están a la altura de las expectativas que íbamos generando conforme avanzábamos en el juego.
Conclusiones
Creo que los aficionados a veces tendemos a ser extremistas. Y no hablo solo de los aficionados a los videojuegos. Sino también al cine, los comics, la televisión.
Películas de gran presupuesto siempre están acompañadas de opiniones excesivamente negativas. A veces injustas. Solo porque son las películas del momento, o por que han tenido una campaña de marketing descomunal.
A veces se busca ese extremismo para conseguir visitas en un canal de YouTube o para captar nuevos lectores en una publicación online. Estos planteamientos no son para nada nuevos y muchos los sufrimos desde que tuvo lugar este actual imperio de las redes sociales.
Con 'Arktika.1' mi interés en todo momento a la hora de analizarlo ha sido ser fiel a mis sensaciones. Y os reconozco que hasta la sexta o séptima misión, lo he disfrutado con intensidad. Gracias a sus impresionantes gráficos, a su magnífica inmersión, a su excelente sonido, a su excepcional crafting de armas, o a su inteligente diseño de niveles.
A partir de ese momento, he sido más consciente de ciertos problemas técnicos del juego. De enemigos que matas y que se quedan congelados en el escenario (uno sigue disparándoles a pesar de estar muertos porque no caen al suelo) o de ciertas desproporciones (recordad, pelota de ping pong), y lo hice porque el juego empieza en ese momento a ser demasiado formulista. Apretando el acelerador y añadiendo misiones sin fundamento donde somos meros recaderos que finalmente llegan a esa fase final donde tenemos que derrotar a un enemigo sin ningún tipo de carisma. El juego nos deja en una situación indefinida. Sin un final claro. Sin un clímax. Como si esperaran llamarnos para un DLC. ¿Quién sabe?
Es cuando me queda meridianamente claro que el gran problema de este juego, no es que tengamos las manos de un gorila, o que los enemigos tengan una IA de risa en su nivel fácil de dificultad. Lo realmente problemático del juego es que empezando tan bien, se desinfle y nos entregue un guión que es una mera justificación para plantearnos un juego a lo 'Call of Duty' descafeinado en vez de un 'Metro'. Y viniendo de sus desarrolladores, es muy decepcionante.
A pesar de ello, tengo que recomendar el juego. Principalmente porque los desarrolladores lo están cuidando con ciertos parches desde su salida, y porque él mismo tiene tantas o más cosas buenas que malas. Solo que esperaría un poquito más a comprarlo. A más parches y a alguna rebaja.
Por todo eso 'Arktika.1' no es el juegazo que podría ser. No es el triple A que esta RV está pidiendo a gritos. Seguiremos esperando.
SuperjointVr
#11 » Respuesta a AlehandoroVR #10 27 OCT 2017 11:29
Roborecall le da mil patadas!!!! Las físicas son impresionantes la calidad gráfica lejana... las armas divertidas como molaría un roborecall 2