Ready Player One: ANÁLISIS (Libro y Película)

28 MAR 2018  19:01

knob2001

60

Ready Player One: ANÁLISIS (Libro y Película)

Parzival y Art3mis en busca del huevo de pascua por los mundos virtuales de OASIS. El libro que vendió millones de copias desde el 2011 llega también a nuestras pantallas de cine de la mano de Spielberg. Después de leerse la historia, ROV se fue al preestreno. Esto es lo que vio.

Parzival y su vida virtual

"Mi madre tenía que sacarme a rastras de allí todas las noches, obligarme a apagar el ordenador, porque yo nunca quería regresar al mundo real. Porque el mundo real era una mierda."
Wade Watts (Parzival online)

Me gustaría poder desdoblarme. Hacer de mis años la mitad y poder escribir dos reviews distintas, una con la ingenuidad y desparpajo de los quince y otra desde el punto de vista actual, adulto y con mucha más experiencia. Como eso no es posible, habrá que empezar explicando que ambas versiones de Ready Player One -libro y película-, se valen de más referencias a la cultura de los 80 y los 90 que las propias referencias que generaron ambas décadas juntas. Es tal la catarata irrefrenable de nombres, citas, títulos, frases, ropas, músicas y videojuegos que aparecen entre sus más de quinientas páginas -o ciento cincuenta minutos de metraje- que sería tarea imposible intentar distinguirlas de una en una. Ya desde el primer capítulo o minuto te parecerá que cualquier cosa que hubiera existido durante aquellos años y hubiera cosechado un mínimo de repercusión, tuviera por fuerza que aparecer en Ready Player One (derechos de imagen mediante, claro). Ernest Cline, el autor del libro y co-guionista de la película, no se deja nada y a nadie en su plan obsesivo de trasladar al público/lector que además de vivir aquella época, también es capaz de embutirla en el centro de una historia futurista. Porque aunque pudiera parecer lo contrario, aún contando con todo ese buen puñado de referencias icónicas, era necesario echar en el caldero algo más para poder cobrar al espectador por el libro o por la entrada de la película. Algo con personajes, diálogo y alguna que otra trama que hiciera más llevadero este alegato de amor obsceno por sus años de pubertad.

 

[...Oasis se convirtió en una parte tan inseparable de la vida de la gente que los usuarios se mostraban dispuestos a gastarse un dinero muy real en adquirir accesorios para sus avatares: ropa, muebles, casas, coches voladores, espadas mágicas, ametralladoras…] Ready Player One. 


Así que entre tanta orgía de detalles, guiños y homenajes más o menos evidentes, Ernest ideó la historia de unos chavales con la realidad virtual como contexto en un juego interno que bien valdría de excusa para todo lo demás. Para colmo, los derechos de la película los compró Spielberg casi el mismo día que salió a la venta el libro. Spielberg, por si no lo conoces, es el creador indiscutible de los grandes hitos de aquellas mismas décadas que Ready Player One homenajea, así que el resultado podría haber sido una película de una auto-referencia cíclica tan grande que el universo entero podría haberse colapsado inmediatamente en un loop infinito: el personaje principal hablando de todas esas cosas que el propio director había dirigido años atrás. Por suerte, Spielberg siempre será un mago del entretenimiento y gracias a él -y solamente a él- todo este tranvía del caos llamado Ready Player One llega a la estación sin descarrilar más de lo necesario. El libro, por desgracia, es otro cantar.

Como decía al principio, me gustaría poder regresar al pasado de mis quince años y releer y volver a ver Ready Player One de nuevo para poder tener ese otro punto de vista ingenuo, alejado de las referencias y abierto a sorprenderme en cada página o secuencia. Porque esto de disparar a mis años mozos con la intención de sacarme alguna que otra lágrima empieza a cansar tanto ya, que creo que los de nuestra edad estamos perdiendo la capacidad de juzgar determinadas cosas. Stranger Things abrió la lata de los 80 y 90 en sus dos temporadas y hoy son muy pocos de los nacidos a finales de los setenta que no han sucumbido a vivir y revivir su particular "cuentamé". Pero no solo somos los cuarentones. Los treintañeros también tienen su ración de melancolía. Y los veinteañeros. Incluso los recién llegados al frikismo universal -léase mi hijo de diez años- tendrán momentos dónde soltar ese "ala, como mola, mira quien sale". Porque Ready Player One sabe perfectamente qué tecla pulsar en cada momento para levantarte del asiento. ¿Buscado o encontrado? Algunos dirán que son compatibles. Otros que se le ve el plumero. Además de apuntar a todas las generaciones a la vez, Ready Player One es una historia de héroes a la vieja -y universal- usanza. Un grupo de elegidos. Los Inigualables. Los Carismáticos. Los Renegados de la sociedad que les rodea. Luchando contra enemigos millones de veces más fuertes y más grandes que ellos. Ernest Cline sabe enfocar la historia de esa manera tan "Young Adult" -que llaman por América- que las referencias a veces tienen que abrirse paso a codazos con los clichés y las narraciones estereotipadas que empiezan a plagar los renglones sin capacidad de ponerles freno. ¿Es algo malo? En el caso de la película los clichés cuentan la misma historia de siempre pero envuelta en realidad virtual y dirigida por la mano del siempre increíble y siempre aventurero Spielberg. En el libro se narra una historia parecida a la película -aunque cambia bastante el argumento de una y otra- pero solo envuelta en realidad virtual; por desgracia, ni Ernest Cline es el Spielberg de la literatura de la ciencia ficción ni su forma de escribir pasará a los anales de la historia. El porqué Spielberg decidió cambiar, meter o directamente borrar muchos aspectos de la novela, solo lo sabrá él y la manera en que su cabeza ve el cine. Algunos, intuimos, son debidos a la poca imagen que darían una vez pasados a la pantalla y otras, seguro, porque le pareció más divertido que lo que Ernest escribió.

 

También me empapé de las filmografías completas de todos sus directores favoritos: Cameron, Gilliam, Jackson, Fincher, Kubrick, Lucas, Spielberg, Tarantino. Y, por supuesto, de la de Kevin Smith. Me pasé tres meses estudiando las películas para adolescentes de John Hughes, memorizando las réplicas más importantes de los diálogos.


Sería injusto comparar esta novela con las ideas que viven dentro de Ciudad Permutación de Egan, con el vocabulario -casi un idioma nuevo- del Neuromante de Gibson o la ironía y el futuro canalla del Snow Crash de Stephenson. Sí, todos hablan de realidad virtual, pero estos tres, al contrario que Ready Player One, decidieron ir más allá del mero entretenimiento. Puede que por ello ganaran sendos premios Hugo, Nebula o incluso Philip K. Dick. Quizás lo que más molesta, enfada y por qué no, entristece desde un punto de vista crítico -y exigente- es la manera en la que Ernst Cline dibuja los personajes. Retirando la capa moralista que espolvorea cualquier producto de entretenimiento enfocado a las masas (hablaremos del final cuando la hayáis visto) , quedan unos personajes tan estereotipados, que cansa infinitamente volver a verlos una y otra vez en todas las producciones que algo tengan que ver con el gaming o la informática. Desde mi punto de vista es, de nuevo, el mundo de las oportunidades perdidas, no porque yo lo hubiera hecho de manera distinta, sino porque una película virtual -de las pocas que tratan de lo nuestro- vuelve a cometer los mismos errores de siempre. Y no como homenaje, sino como recurso fácil y vago. Sí, diréis que no hay nada malo en hacer un producto de entretenimiento superficial, pero como entendidos en la materia hay un punto que molesta cuando alguien generaliza de manera superficial eso mismo que te apasiona.

 


Pero como esto no se trata de ir reventando a nadie la historia a base de spoilers u opiniones personales que seguramente estén muy influenciadas tanto por mi exigencia como por mi edad, vamos a dejar de hablar de la historia y sus personajes y volvamos a hablar de lo que realmente nos interesa en esta comunidad: el uso de la realidad virtual como elemento central de la narración. ¿Será Ready Player One el Top Gun que hizo que millones de chavales quisieran ser pilotos de caza? ¿O será el Karate Kid y el Kung-Fu? ¿Matrix y los móviles Nokia? ¿Sword Art Online? Gafas virtuales las regalan ahora mismo hasta los chinos cuando compras un tetrabrik de leche desnatada en la esquina de casa. Vive. Oculus. PSVR. Microsoft. Visores standalone, realidad Aumentada... cuando salgas del cine después de ver esta película prueba a acercarte a los grupos familiares y escucha lo que respondan los padres a la pregunta de sus hijos: "¿Papá, me puedo comprar unas gafas?" Porque si la pregunta del niño es importante para la industria, mucho más lo será la respuesta del padre. Me moriría por hacer una encuesta a pie de cine: ¿sabría decir en qué momento está la RV a día de hoy comparado con lo que acaba de ver en Ready Player One? Estoy seguro que el noventa por ciento de la gente no sabría qué decir.

 



Por esa razón es importante mantener los pies en la tierra. Mucha gente querrá ver ese OASIS tan extenso, casi infinito de planetas, lugares, mapas y guerras, de la manera en la que la ve Parzival y sus amigos. Querrá tener un andador milagroso (ya me contaréis cuando lo veáis), un traje háptico completo capaz de transmitir hasta el vuelo de una mosca sobre tu brazo, unas gafas translúcidas ¿? que igual permiten ver tu mundo al trasluz como ver la realidad virtual en todo su esplendor. El libro -que no la película- se detiene unas cuantas veces a explicar lo que ocurre:

“De los costados del visor se desplegaron auriculares, que se encajaron automáticamente en mis oídos. El dispositivo incorporaba también dos micrófonos de voz en estéreo, encargados de recoger y transmitir todo lo que dijera. Conecté la consola, inicié el Sistema Operativo de Oasis y puse en marcha la secuencia de arranque. Un breve destello rojo indicaba que el visor había empezado a escanearme las retinas”


O este otro:

 

"El Visor Sin Cables Adaptable de Talla Única Oasis era de un tamaño ligeramente superior al de unas gafas de sol. Recurría a rayos láser de baja potencia, y por tanto inofensivos, para representar el entorno de Oasis, de un realismo asombroso, en las retinas de quienes se las ponían logrando que todo su campo de visión se sumergiera de lleno en el mundo online. El visor estaba a años luz de aquellas aparatosas gafotas de realidad virtual que existían desde hacía un tiempo y supuso un cambio de paradigma en la tecnología de lo virtual. Lo mismo podía decirse de los Guantes Hápticos Ligeros Oasis, que permitían a los usuarios controlar directamente las manos de su avatar e interactuar con su entorno simulado como si, de hecho, se encontraran en él. Cuando agarrabas algo, abrías una puerta o conducías un vehículo, los guantes hápticos te hacían sentir aquellos objetos y superficies inexistentes, como si en realidad se encontraran ahí, delante de ti. Los guantes te permitían, como se decía en los anuncios de la tele, «llegar a Oasis y tocarlo». Combinados, el visor y los guantes convertían la experiencia de acceder a Oasis en algo que no se parecía a nada conocido y, una vez que la gente lo probaba, ya no había vuelta atrás"

 

Recordad que Ready Player One llegó a las librerías de medio mundo solamente un año antes de que Oculus empezara su campaña en Kickstarter -2011- y a casi cinco de que la RV despegara hasta convertirse en un mercado de millones de visores, con Microsoft, Facebook, HTC y cientos de otras empresas complementarias trabajando en otros cientos de proyectos. Pero la RV, como parte inseparable de la ciencia ficción, se ha basado siempre en alguna idea anterior. Si acabas de llegar a estas costas virtuales, comentarte que en 1973 un tal James Tiptree Jr. publicó un cuento corto titulado "La chica que fue conectada". Era la primera vez que la literatura fantástica -en realidad de cualquier literatura- se detenía en reflexionar sobre la idea de que el ser humano pudiera, de manera artificial, convertirse en un avatar diferente a su propia realidad. El mismo año de su publicación, el director alemán Fassbender rodó una película en 16mm para la televisión germana llamada "El mundo en el alambre". Si aún no la has visto, estás tardando (SPOILER: son más de 3 horas y media en alemán con subtítulos). La novela en la que se basa Sword Art Online se publicó en el 2009.  ¿Qué es lo que aporta Ready Player One a la historia de la literatura o el audiovisual virtual? En primer lugar la calidad en la ejecución de la película es espectacular. Un orgasmo de imágenes CGI. Movimientos de cámara inverosímiles. Un orden dentro de un caos controlado. Es Spielberg. Nadie dirige a los actores como él. Todas sus historias, mejores o peores, tratan de personajes de carne y hueso. La empatía con el espectador es tan difícil como necesaria, y Spielberg es capaz de trasladarnos sus emociones como pocos en el cine. También está Alan Silvestri en la Banda Sonora Original. Warner Bros pone los millones de dólares que se necesitan. Es el Matrix que muchos queríamos pero en formato videojuego, accesible a cualquier generación.

 

 

CONCLUSIÓN

Da lo mismo que el libro de Ready Player One te apasionara como ningún otro o que por el contrario te agotara con tanta referencia continua a tantas y tantas cosas. Da lo mismo que la película haya nacido como un mero negocio del entretenimiento en manos de un genio como Spielberg. Ready Player One es una super producción. Un pedazo de triple AAA hablando de una realidad virtual muy cercana a la nuestra. Con nuestros códigos. Nuestros utensilios (visores, andadores, guantes hápticos, joysticks). Es el mejor embajador que podríamos pedir para evangelizar la RV a todas las generaciones.  Es más, puede convertirse en la película de culto que consolide todo este mundo virtual en los años venideros. Con el tiempo, mi hijo podría recordar este libro como yo recuerdo Snow Crash o Neuromante. Porque cada generación tiene su "Golpe en la pequeña china", sus propios "Goonies" o "El Gigante de Hierro". Con Ready Player One, de una manera o de otra, todos encontraremos algo con lo que identificarse. Solo espero que no tengan que pasar otros veinte años antes de que alguien de la talla de Spielberg nos vuelva a guiñar el ojo. Como demostró Matrix o el Neuromante, Sword Art Online, Snow Crash o Ready Player One, la RV da muchísimo juego. Quien sabe. Quizás el estreno de Ready Player Two dentro de unos años pueda ser retransmitido en streaming hacia todos y cada uno de los visores del planeta tierra. Eso querrá decir que todo ha ido bien y habitar OASIS esté más cerca que nunca. Hasta entonces, nos vemos allí donde nuestros visores nos lleven.

+ LIBRO: RITMO, MILLONES DE REFERENCIAS

+ PELÍCULA: SPIELBERG.

+ CALIDAD CGI

+ INTENCIÓN GENERAL

- DEMASIADAS REFERENCIAS TANTO EN LIBRO COMO EN EL FILM

- HISTORIA DE SIEMPRE

- CALIDAD NARRATIVA

7 "Muy bueno"

Ready Player One (Película)

7

Lanzamiento / Marzo 29, 2018

Año 2045. Wade Watts es un adolescente al que le gusta evadirse del cada vez más sombrío mundo real a través de una popular utopía virtual a escala global llamada Oasis, hasta que su excéntrico y ...

Nota de los usuarios

7

Ready Player One (Libro)

7

Lanzamiento / Agosto 16, 2011

Es el año 2044 y el mundo es un desastre. Las fuentes de energía fósiles están prácticamente agotadas y el precio del combustible está por las nubes. En ...

Nota de los usuarios

9