15 Oct 2017 23:31
Mensajes: 1899
Visores
Acabo de escribir un texto desenfadado sobre LAS TRES CLAVES DEL CORONAVIRUS: Tasa de mortalidad, a quién afecta y por qué se toman medias tan extremas.
Antes de nada me gustaría decir que este artículo está destinado a gente inquieta que esté dispuesta a dedicar 10 ó 12 minutos a leer datos y reflexiones sobre el coronavirus; dejando a un lado el alarmismo, el drama, las frases apocalípticas o las teorías de la conspiración. También me gustaría añadir que lo he escrito todo del tirón y no me he parado mucho a repasarlo. Lo he escrito de manera impulsiva porque me apetecía pensar en voz alta. Si tiene fallos, que seguro los tendrá, los iré corrigiendo cuando lo lea un par de veces más.
Dicho esto, para los pocos que hayan decidido seguir leyendo, vamos al lío.
1. La mortalidad del virus
Todos nosotros hemos leído, visto y oído estos días que la tasa de mortalidad de este virus estaba entorno al 3% (variando ligeramente dependiendo de la región en la que se analicen los datos). Así que lo primero que habría que preguntarse es “cómo se calcula la tasa de mortalidad”. La cosa es fácil, dividimos el número de muertes confirmadas por el número de infectados confirmados y lo multiplicamos 100.
Hagamos el cálculo:
España: 81 fallecidos / 2971 infectados x 100 = 2,72%
China: 3173 fallecidos / 80981 infectados x 100 = 3,9%
Italia: 827 fallecidos /12462 infectados x 100 = 6,63%
Con estas cifras uno se pregunta cómo es posible que en los albores de la epidemia se hablase de una enfermedad con consecuencias parecidas a una gripe común (gripe A en muchos casos, desde que ésta decidiese hacer gira mundial allá por el año 2009). Y la respuesta se resume en una sola frase:
Los datos de muertes son exactos, los de contagiados no.
Esto es muy sencillo de entender: Todos los muertos por coronavirus lo acaban haciendo en un hospital. Cuando una persona fallece se le hace una prueba y se certifica que ha muerto por COVID19, así que en el numerador de nuestro quebrado (la parte de fallecidos) es exacta.
¿Pasa lo mismo con el denominador? No. Y además la divergencia con los datos reales es extraordinariamente grande. ¿Por qué?:
1. Hay miles de personas con el virus que no notan síntomas o son síntomas muy leves. Esas personas (que son el 80% según datos oficiales) en su inmensa mayoría no son positivos confirmados, ya que una buena parte no llega a llamar para que les hagan una prueba. Simplemente siguen con su vida normal ya que no se sienten enfermos.
2. Por otra parte, hay miles de personas con síntomas de coronavirus que aunque solicitan una prueba no pueden ser testados, dada la limitación de los recursos disponibles. Parece ser que hay capacidad para hacer unos 1000 test diarios y las solicitudes doblan o triplican esa cifra. Esto nos deja un escenario en el que va a haber muchos más casos reales que casos confirmados. Sin embargo, recordad, el número de víctimas mortales siempre es preciso y al día.
Ahora quedaría la pregunta del millón: ¿Entonces cuántos casos reales habrá a día de hoy en España? Y si decíamos antes que las respuestas eran sencillas, no es el caso aquí. La parte buena es que afortunadamente nuestros amigos asiáticos de Corea del sur pueden ser de gran ayuda para hacer nuestra cuenta de la lechera.
El gobierno de Corea del sur está siguiendo una estrategia bien distinta a la del resto de países del primer mundo. En vez de hacer controles domiciliarios, o en hospitales, que impliquen rigurosos protocolos de actuación, están haciendo controles como quien pide comida en la ventanilla de un Mcdonalds. Esto lo hacen precisamente porque quieren tener una información más fiable que la que tenemos nosotros analizando una muestra mucho más amplia de la población. Con este método pueden hacer (según fuentes oficiales) más de 12.000 controles al día y eso les permite obtener un dato de infectados que se ajusta mucho más a la realidad. Está claro que seguirá habiendo muchos infectados que pasan desapercibidos, pero no tantos como en Europa.
Veamos las cifras:
Corea del sur tiene 7.134 casos positivos y 50 muertes. Si se diese el caso de que hubiesen identificado al 100% de los casos positivos (cosa totalmente imposible, creo que estaremos todos de acuerdo), eso nos daría un ratio de mortalidad del 0,7%. Como sabemos seguro que habrá casos positivos que han pasado desapercibidos para las autoridades (seguramente muchos miles) y por otra parte tampoco queremos dar datos inventados ni hacer suposiciones personales, podemos decir que la mortalidad de este virus es como máximo del 0,7%. La cifra real estará probablemente (y dependiendo de muchos datos que todavía no tenemos) en algún punto entre 0,1% y 0,7%.
¿Y ahora cómo hacemos una estimación de contagiados en España?
Si sabemos que la mortalidad real del virus es como máximo del 0,7%, extrapolemos los datos a nuestro país. Tenemos una información fiable que es la cifra de fallecidos (53) y sabemos que mueren (como mucho) 0,7 personas por cada 100 infectadas.
(Número de fallecidos /número de infectados) x 100 < 0,7
Sustituimos y nos queda que (50/número de infectados ) x 100 < 0,7
O sea, número de infectados > 5000/0,7
Número de infectados > 7142
Ya nos estamos acercando, pero aún no hemos acabado. Estos infectados de hoy son personas que ya han incubado el virus durante 10 días y han desarrollado la enfermedad, así que esta cifra se corresponde con el número de afectados hace 10 días, o sea, el 2 de marzo. Para calcular el número de infectados a día de hoy habría que multiplicar esa cifra por la tasa de contagio del virus, que no es más que la proporción de propagación, o para ser más concretos: el número de personas a las que contagia de media cada infectado. Ese ratio (según fuentes oficiales es de 2.5) así que el número estimado de contagiados actuales es de 17857
.
¿Este número es exacto? Por supuesto que no, ni mucho menos. De verdad que no pretendo hacerme pasar por gurú de las pandemias. Ahora bien, ¿Es probable que esta cifra esté más cerca de la realidad que los datos oficiales? Desde luego que sí. Y recordad que esto es un número mínimo. Es muy probable que el número sea 2, 3 ó 5 veces esto (Entorno a 100.000 contagiados), ya que supusimos una tasa de mortalidad del 0,7%, cuando probablemente sea del 0,2% ó 0,3%. Me gustaría también aclarar aquí que ofrecer una cifra que difiera tanto con respecto a la versión oficial no es ningún tipo de crítica hacia los poderes públicos. Es lógico que las cifras oficiales se basen en casos totalmente confirmados. Yo en su lugar haría lo mismo. Estoy seguro de que fuera de focos, manejan números estimados mucho más parecidos a estos que a los que lees en la prensa.
Sigamos con lo nuestro: ¿Es esto una mala noticia? Todo lo contrario. Esto es una excelente noticia. Eso quiere decir que cuando los epidemiólogos hablaban de una enfermedad similar a una gripe no estaban tan desencaminados. En mi opinión es muy pronto para comparar ambas enfermedades, pero es obvio que si nos paramos a pensar sobre el tema y trabajamos un poco los números, es fácil darse cuenta de que la tasa de mortalidad del 3% no se corresponde en absoluto con la realidad. Es algo que ya pasó con otros virus que arrojaban cifras en torno al 3% en sus primeros pasos y acabaron quedándose bien por debajo el 1% cuando se tuvieron datos más precisos, como la gripe A.
2. ¿A quién afecta esta enfermedad?
La siguiente pregunta que me hice durante varios días fue ésta. Y es que en días tan convulsos como los de esta última semana uno puede llegar a leer de todo: El médico anónimo del audio de whatsapp que dice ver morir a gente joven y sana en el hospital, el que dice que esto es poco menos que el ébola… Lo más fiable que tenemos hasta la fecha, al menos de lo que yo he tenido oportunidad de leer, son los datos de distribución por edades que hizo público el gobierno Italiano el 11 de marzo, donde dicen que el 100% de los fallecidos por coronavirus tenían más de 50 años y el 89,45% tenían más de 70. Además (sin aportar datos concretos) apuntan que casi el 100% de los casos tenían otro tipo de patologías que complicaron su cuadro clínico.
También los datos que se hicieron públicos cuando contábamos 34 muertes en España, que hablaban de una media de edad de 85,4 años entre los fallecidos y todos con enfermedades previas. Además apuntaban que la persona más joven tenía 70 años.
No me gustaría, eso sí, que se interpretase de manera incorrecta el anterior párrafo, no estoy tratando de decir que las muertes de gente mayor o enferma valgan menos que las de los jóvenes o sanos. Todos tenemos en nuestras familias a gente mayor o enferma, muchas veces ambas cosas juntas, y no tenemos ninguna intención de que se vayan antes de tiempo.
Pongo ese dato porque me parece relevante para ver la gravedad del virus en perspectiva. No es lo mismo un virus que mate a gente sana (ya que mataría también a los que están enfermos), que un virus que acelere el proceso en una persona con una salud deteriorada. Y es importante también porque convivimos a diario con otros virus que suponen una amenaza similar, como la gripe común, que acaba con la vida de entre 6.000 y 15.000 españoles todos los años.
3. Si es muy similar a una gripe común, ¿por qué parece que se paraliza el mundo para luchar contra el virus?
Tengo que reconocer que esta fue la pregunta que más me costó responder y es que las claves se empezaron a hacer públicas hace apenas un par de días. Supongo que casi todos en algún momento reciente nos preguntamos qué diferencia a este virus de una gripe, y las razones (por lo que dicen los expertos) son las siguientes:
El virus de la gripe es un mal que llevamos combatiendo muchos años, sobre el que tenemos mucha información y un dimensionamiento apropiado de nuestra seguridad social. Es decir, es un mal previsto y controlado. Además, y esto es muy importante, la mayoría de la población está ya inmunizada, de tal forma que ni enferman ni son transmisores de la enfermedad. Eso permite tener el número de contagiados y el ritmo al que se contagian bajo control.
El coronavirus, sin embargo, es un invitado al que no conocemos de nada, que se ha presentado sin avisar, tiene una tasa de propagación mucho mayor que la gripe y además no hay una sola persona inmunizada, con lo cual es susceptible de afectar al 100% de la población. Estos factores provocan una demanda desmesurada e inasumible de atención sanitaria, especialmente la de cuidados intensivos. La alarma no es porque el virus sea muy grave, sino porque desborda nuestros recursos… Por decirlo más resumido: Si permitimos que este virus campe a sus anchas, tendríamos que dejar morir a algunas personas en sus casas porque no podríamos atenderlos.
Hay que tener en cuenta, además, que aquí no hablamos sólo de infectados por este virus, sino de personas afectadas por otras dolencias: gente que sufre un infarto, embarazadas que se disponen a dar a luz, trasplantados, personas con cáncer, víctimas de accidentes de tráfico y un largo etcétera. En España se atienden diariamente a docenas de miles de personas que gracias al personal médico y los medios disponibles se curan de manera satisfactoria. Si tenemos el 100% de nuestra sanidad colapsada por “una segunda gripe” no podríamos atender urgencias de otra índole. Por poner un ejemplo simplón, podría morir gente de apendicitis porque no haya medios para operarle. Algo tan sencillo como eso podría matarnos.
Precisamente por todo esto nos piden que seamos responsables y trabajemos en equipo
Creo que tenemos una oportunidad única en la vida para demostrar que somos capaces de mirar por el bien de todos y actuar como una verdadera comunidad.
Los expertos (yo desde luego no lo soy) sólo nos piden 5 cosas:
1. Comportamiento tranquilo: No hacer compras compulsivas como si se acabase el mundo.
2. Quedarse en casa salvo causas de fuerza mayor y no hacer viajes.
3. Lavarse las manos frecuentemente.
4. Estornudar y toser en el codo.
5. No tocarse la cara.
Si cumplimos con nuestro compromiso parece ser que en verano podremos jugar en la playa, irnos de viaje o celebrar el cumpleaños de nuestros padres o nuestros abuelos. Es como una evaluación de cuando éramos pequeños, pero con una recompensa mucho mayor…
Os animo a todos y a mí mismo a aportar nuestro granito de arena a esta situación tan desagradable y seguro que pasajera.
Un abrazo a todos y mucho ánimo, rovianos.