Audio Trip: ANÁLISIS
11 MAY 2020 10:35
Pasamos unas horas bailando con el título debut de Kinemotik Studios para descubrir qué aporta este nuevo título musical al extenso catálogo del que ya disponemos en este género. Disponible para Rift, SteamVR, WMR y Quest.
Un nuevo gallo en el corral musical
Después de la saturación de juegos de oleadas que nos invadieron en los primeros pasos de la realidad virtual comercial, tras el éxito de Beat Saber empezó a crecer una nueva burbuja de juegos rítmicos, y aunque este Audio Trip entró de lleno en ella desde que se lanzó en Early Access hace unos meses y la mayor parte de este pastel se lo sigue llevando Beat Saber -que aún no ha perdido una pizca de hambre-, otros aún han sabido buscar su hueco en la mesa haciéndose con una porción lo suficientemente digna como para quitarse el hambre, donde podemos encontrar títulos con detalles que les dan personalidad y algo que les hace en cierto modo especiales, como pueden ser OhShape obligándonos a encadenar diferentes posturas, o BoxVR centrándose más en el ejercicio por encima de todo lo demás.
Audio Trip también tiene cosas buenas que le diferencian de la mayoría de ellos, así como otras no tan buenas que igualmente trataremos de contaros en el análisis.
Una de cal y otra de arena
La primera impresión es muy buena, con un menú translúcido flotante con diseño futurista que manipulamos por completo con nuestras manos y aporta esa sensación de que estamos ante un título muy cuidado. La pega aquí es que, pese a que el diseño del menú es muy bueno, cuando nos paseamos por todas sus opciones nos quedamos únicamente con la posibilidad de jugar las 11 canciones disponibles de inicio en las 3 dificultades, con la variante de poder jugar versiones más cortas de cada una de ellas, por lo que rápidamente podríamos echar en falta un mayor número de temas y opciones.
Esta falta de canciones se debería ir subsanando lo más rápido posible, tal y como han prometido los desarrolladores, que tratarán que lleguen tan rápido como sea posible (hablaban de 20 temas de inicio en la versión final). Además de esta carencia, creemos que también le sentaría bien un modo campaña o similar que nos lleve a través de las diferentes canciones, sin dejarlo todo únicamente en la posibilidad de jugar de forma individual cada una de ellas a nuestro gusto, sin mecánicas de progreso o desbloqueo, aunque al menos sí se han añadido a tiempo para el lanzamiento las necesarias clasificaciones globales y entre amigos, que aportan esa competitividad tan necesaria en este tipo de juegos.
La selección de canciones es buena, con temas de música electrónica y pop, buena parte de ellos muy conocidos, con canciones de artistas reconocidos como Lady Gaga, Skrillex, Zedd y Deadmau5.
Por otra parte, tenemos el modo multijugador, que no es más que el clásico "modo party" que consiste en pasarnos el visor para comparar nuestros puntos, y el modo creación, que nos permite crear nuestras propias coreografías con las canciones existentes, ya sea para dejar brotar nuestra vena creativa o para buscar un equilibrio de dificultad modificando las coreografías existentes para que se adapten más a nuestro gusto o nivel, en caso de que notemos el fácil demasiado fácil o el medio demasiado difícil.
¿Juega bailando, o baila jugando?
Audio Trip no se basa en los "beats" como estamos acostumbrados; es decir, los objetivos no tratan de situarse en el momento justo acorde a estos, sino que están ahí para decirnos el lugar en el que deben estar nuestras manos cuando dicho objeto pase por nuestra posición, con la intención de que mientras encadenamos todos ellos, incluso quienes nos estén observando desde fuera del visor puedan ver en nuestros movimientos algo más parecido a un baile de lo que estamos acostumbrados en otros títulos rítmicos, en parte gracias a unas coreografías que han sido realizadas con ayuda de expertos y que nos parecen muy acertadas en la mayoría de los casos.
Como es habitual en muchos de estos títulos, tenemos objetivos de dos colores distintos que debemos hacer coincidir con la mano que sostiene el objeto de ese mismo color, con variantes que nos obligan a seguir la dirección de una estela durante unos instantes y otros más similares a lo visto en Beat Saber, que debemos golpear en la dirección correcta, además del añadido de los obstáculos que nos obligan a desplazarnos o agacharnos mientras bailamos, como ya hemos visto en otros títulos como BoxVR o Beat Saber.
Para poder cumplir con las coreografías que nos plantean, es conveniente tener un espacio libre de obstáculos de al menos 2 metros de ancho, porque es un juego que no sólo nos hace mover los brazos continuamente hacia casi todos los puntos frente a nosotros, sino que a menudo nos obligará a movernos hacia uno y otro lado para esquivar los obstáculos.
Por defecto tenemos activada la opción de ver frente a nosotros una silueta que anticipa los movimientos de baile que tendremos que hacer inmediatamente después, y es algo que, sin facilitar las cosas de forma notable, sí que ayuda a seguir correctamente la coreografía, todo ello sin molestar visualmente, manteniendo el tono artístico general del juego.
En relación a su aspecto visual, cumple sin problemas más allá del menú que comentábamos, gracias a cada uno de los 11 diferentes entornos que acompañan cada canción, en los que tenemos la sensación de ir desplazándonos en una cinta transportadora por mundos sencillos pero rodeados de luces y formas dinámicas que cambian constantemente y hacen nuestro viaje lo suficientemente inmersivo y vistoso para no echar en falta nada en este sentido.
El arte de bailar queda reservado para unos pocos
El título cumple a rajatabla la frase de "fácil de aprender pero difícil de dominar", con un tutorial extremadamente sencillo (y suficiente) que nos deja muy claras las mecánicas en menos de 1 minuto, pero que luego nos hará sudar en cada canción incluso desde el modo más fácil de entre los 3 disponibles, que aunque es accesible, sigue siendo complicado conseguir las 5 estrellas; todo ello pese a la última reciente actualización que rebajaba el nivel de dificultad fácil y complicaba -aún más- el difícil, algo que supone que la curva de dificultad se antoje en algunos temas un poco brusca, con un nivel medio que podría ser prácticamente el "difícil" en buena parte de los juegos, y un modo "difícil" para verdaderos expertos en este tipo de juegos.
El título nos permite activar un modo en el que por muchos que fallemos podremos continuar intentando cumplir con la coreografía sin temor a que esta termine por encadenar demasiados errores, aunque la puntuación no cuenta con esta opción activada.
CONCLUSIÓN
Audio Trip sufre el mismo problema que tantos juegos que tienen una base lo suficientemente sólida para que sea un título muy a tener en cuenta, y que aun con su cierta similitud con Synth Riders, sigue diferenciándose de otros tantos clones, pero para todo ello deberá superar un arranque inicial con un número de canciones y opciones algo reducidas que podrían situarle en una situación algo complicada a la hora de mantenerse a flote mientras el juego se va ampliando con el paso de las semanas, como promete el estudio. Si logra mantener el interés de sus jugadores con sus no pocas virtudes y el estudio pone su empeño en ampliarlo a menudo, tenemos ante nosotros un notable título rítmico con muy buenas coreografías que no tiene por qué quedarse con las migajas que dejen el grupo de juegos musicales más destacados, y que sin duda tiene a su alcance una buena porción de una tarta con quizás demasiados comensales.
El juego ha sido analizado en Oculus Quest.