Fantavision 202X: ANÁLISIS

Artificios de otra época

Parece que fuera ayer cuando PlayStation 2 llegaba a nuestras manos, y entre los juegos que acompañaron a la máquina hubo uno, quizá el menos llamativo, que poco a poco fue convirtiéndose en un título de culto. Tras veintitrés años, aquella propuesta de hacer explotar fuegos artificiales acompaña de nuevo de lanzamiento de una consola de la compañía. Fantavision 202Xes una oda a otra época, pero… ¿también algo más?

Desde Cosmo Machia han querido respetar al máximo la esencia del original conservando cierto aire rancio que nos inunda desde el primer momento: la música parece extraída directamente del hilo musical de un ascensor, la voz en off  (en inglés) no puede ser menos motivadora y al final, por algún motivo, todo se acompaña de vídeos con personas reales grabados casi directamente en los 80.

Todo el envoltorio, además tener una interfaz proveniente de la versión plana (podemos jugar con o sin VR) nos desubica y hace presagiar lo peor. Y lo cierto es que, tras ver uno de los peores tutoriales que recordamos con varios vídeos lentos y tediosos, aunque muy bien explicados, nos ponemos manos a la obra. Y qué mejor excusa, ahora que se acercan las Fallas, que sentir la pólvora lo más cerca posible.

Iluminando el cielo

Y una vez metidos en faena, lo cierto es que Fantavision 202X no deja indiferente. Los primeros instantes son confusos si no jugaste al original de PS2. Bajo un cielo estrellado, mientras sobrevolamos las costas de una ciudad playera, una serie de fuegos artificiales llegan hasta la zona de juego. El objetivo es sencillo: hacerlos explotar en combinaciones de colores.

Por tandas se lanzan una serie de colores que debemos combinar para hacerlos estallar.

Pero primero debemos marcar al menos tres del mismo color para después detonarlos, antes de que se desvanezcan y reduzcan nuestra vida, y así sumar puntos al contador. Suena fácil, y lo es, pero no tanto dominar unas mecánicas mucho más complejas de lo que parecen a simple vista. Explotar los cohetes sin ton ni son no hará que lleguemos muy lejos, y mucho menos que nos establezcamos en las tablas de clasificación (local) como los reyes de Fantavision 202X.

Y la gran mejora de esta suerte de secuela es sacar partido de los controladores de PSVR2, aunque no tanto como nos gustaría... Aquella vieja mirilla que irremediablemente controlábamos con los sticks ha pasado a mejor vida, si así lo queremos, para a base de apuntar con los mandos, seleccionar directamente los fuegos de colores adquiriendo así una nueva dimensión y fluidez en el gameplay.

El nuevo control dota de una nueva dimensión y fluidez al gameplay

De este modo, es mucho más sencillo e intuitivo afrontar los escasos ocho niveles que se incluyen. Y es una pena que la mayor lacra sea la de un contenido de juego escaso. Con apenas un par de variantes de juego, otro par de niveles de dificultad y sin rastro, al menos, de clasificaciones online donde competir con jugadores de todo el planeta, se antoja una ocasión perdida a la hora de revivir esta colorida experiencia. Un par de horas que se extenderán tanto como queramos sacarle a un juego pensado para ser dominado.

Combos por doquier

A pesar de su reducida oferta jugable, Fantavision 202X sigue enamorando, partida tras partida, a los que nos gustan los juegos de puzles como los de antes. Pronto vemos cómo estás limitaciones para solo hacer explotar petardos de un mismo color quedan atrás, pudiendo enlazar otros colores en la cadena si elegimos los petardos multicolor. Estos nos permite sumar un color tras otro, si añadimos los mínimos necesarios para que exploten.

Pero la dificultad para dominar su propuesta va mucho más allá. No todos los petardos tienen la misma forma, y ésta indica cómo será su explosión. Muy importante, ya que los retazos de color de cada una harán explotar petardos del mismo color que surquen la pantalla en ese instante, sin necesidad de seleccionarlos. Más o menos dispersas, dichas explosiones harán que nuestro cerebro, llegado un momento, nos haga entrar en momentos de auténtica sinestesia.

Completar la palabra Starmine nos llevará a una fase de bonus espectacular.

En alguna de estas explosiones veremos aparecer ítems que servirán para enlazar combos, recuperar vida y sumar estrellas al contador Starmine. Estos ítems únicamente se activan al incluirlos dentro de una cadena, y si conseguimos tantas estrellas como letras contiene la palabra Starmine comenzará una fase bonus del mismo nombre. Esta fase especial servirá para sumar puntos al marcador, teniendo en ella únicamente los colores de petardos con los que hicimos la cadena para entrar a ella.

Ocasión perdida

Es en dicha fase Starmine donde Fantavision 202X brilla con más fuerza:  los fuegos artificiales directamente nos explotan en la cara, cientos de partículas de color inundan todo el nivel y nuestro campo visual para recordarnos que esto es la realidad virtual. Y es precisamente entonces cuando vemos cómo Cosmo Machia se ha conformado con lo mínimo para la ocasión.

A pesar de tener tan cerca esas explosiones no hay ni rastro de vibración en el visor y las de los mandos son simplemente cumplidoras. Esto se extrapola a todo el título: menús mal adaptados (en español con retazos de italiano), con una resolución también mejorable y una jugabilidad que, aunque inmersiva por momentos, se le podría sacar más provecho. Algo que solo vemos en el modo de juego "Dinámico" donde la cámara es mucho más cercana y realmente sentimos que es lo que debería ser.

En la fase Starmine los fuegos artificiales nos explotan en la cara y cientos de partículas de color inundan todo el nivel

Sí, sobrevolar diferentes escenarios por momentos es muy evocador, y aunque gráficamente no tengamos ninguna maravilla frente a nosotros, los fondos nocturnos junto a los vivos contrastes de cada explosión saben sacar partido de las pantallas OLED del visor. Realmente notamos esa inmensidad de cielo, vemos cada estrella brillar y cada partícula destacar sobre el negro profundo de cada escenario.

Viajaremos hasta un espacio repleto de robots gigantes.

Conclusión

Fantavision 202X es una puesta al día demasiado comedida de un juego de culto con más de dos décadas a sus espaldas. Un buen título de puzles que se beneficia de un control adaptado y algunos momentos espectaculares a nivel visual, pero parco en opciones o modos de juego que prolonguen su vida más allá de superar nuestra propias marcas. Con un poco más de esfuerzo podríamos tener entre manos un producto recomendable para mucha más gente.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2.