Cooperativo familiar

Seeker: My Shadow es una aventura de puzles en la que nosotros, como dragón espiritual, debemos abrir paso a Kippo, una pequeña criatura, para rescatar a sus amigos. La gracia del asunto es que este pequeño ser de color rosa puede ser controlado por otra persona desde la televisión con un punto de vista propio, en tercera persona, mientras el jugador que tiene el visor controla a Spirit girando alrededor de pequeños niveles.

Desde este punto de vista, en primera persona y como ente gigante, ayudaremos en la medida de lo posible girando manivelas que activan ascensores, plataformas móviles o losas de piedra para que el segundo jugador pueda llegar a la salida del nivel. Este no cuenta con ninguna habilidad, por lo que simplemente se moverá por el escenario mientras activa interruptores o hace girar, cual hámster, ruedas que a su vez habiliten mecanismos a Spirit para trabajar así en equipo.

Esto exige observar bien cada nivel en busca de esos artilugios que permitan desbloquear obstáculos para seguir avanzando: abrir puertas, crear puentes, objetos a empujar... Por el camino, Seeker, recogerá huevos coleccionables (sin ningún tipo de uso) mientras que nosotros, como Spirit, hacemos lo propio con una suerte de sellos grabados en alguna roca del nivel y que ocultan cartas (también sin ningún uso posterior más allá de ser encontradas).

Seeker: My Shadow no es un título especialmente complejo, pero sí satisfactorio. Al menos lo es si como compañero de viaje contamos con los más jóvenes de la casa. Para el resto quizá su reducida dificultad lo relegue a una mera curiosidad de poco más de dos horas de duración incluso completándolo al 100%. Si no tenemos nadie con quien compartirlo podemos jugar de forma individual, pero sinceramente, pierde por el camino la comunicación clave entre dos personas y que sin duda es lo que le otorga identidad propia.

Los niveles son dioramas donde giramos a su alrededor en busca de mecanismos interactivos.

Una viaje por pulir

Probablemente es la naturaleza humilde del título lo que peores sensaciones transmite. Las transiciones abruptas, su interfaz mejorable, una inclinación de manos incómoda además de rígida, el control de la criatura algo lento y ortopédico... No son detalles graves, pero sí deja una impresión mejorable y solucionable con un poco más de cuidado. Y es aquí donde se echan de menos interacciones entre los protagonistas tan simples como una caricia o saludo para sentir que su mundo no es tan artificial.

Podemos jugar de forma individual, pero pierde la comunicación clave entre dos personas y que sin duda es lo que le otorga identidad propia

En cualquier caso, visualmente y sin ser nada del otro mundo, se presenta como un producto muy agradable. Encaja perfectamente con la filosofía de juego familiar gracias a sus formas sencillas, colores pastel y escenario tipo maqueta. Otro aspecto en el que también suelen pecar muchos juegos es el apartado sonoro, algo desganado y simplemente cumplidor, donde se nota que podría dar algo más de sí. Igual que tampoco aprovecha las bondades del visor para tener resistencia, por ejemplo, al interactuar con ciertos elementos.

Hay una buena idea detrás y la variedad de situaciones podrían dar mucho más de sí con retos secundarios que saquen partido de algunas de sus mecánicas. ¿Por qué? Tras acabar el juego nos deja un sabor de boca algo irregular tras ver cómo muchas resoluciones de puzles quedan relegadas a un solo uso sin darles tiempo a madurar o sacarles partido más allá de intentar presentar una aventura reducida y variada, pero a la larga, demasiado ligera aún contando con ingredientes para no serlo.

Colaborar es clave: Aquí activamos suelos de color para que el otro jugador avance.

Conclusión

Seeker: My Shadow es recomendable si podemos jugarlo junto a los más pequeños de la casa. Su clara apuesta familiar limita mucho que pueda ser disfrutado por otro tipo de jugadores que necesiten puzles o retos más complejos y un mayor pulido general. Es de agradecer que se sigan explorando multijugadores asimétricos y ver cómo crece su enorme potencial, aunque el perfil de usuarios, en este caso, sea tan limitado.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.000.003.