Preview de VReye Pro

Lentes, sensor y ergonomía

De las lentes os podemos comentar que están fabricadas a medida, tienen un tamaño superior a las del DK1 de Oculus Rift y ofrecen un FOV de 123º, que es el mayor que hemos tenido ocasión de probar hasta el momento. Y nos bastaron 5 segundos en Tuscan para darnos cuenta. No podemos mostrar imágenes directas de las mismas.

En cuanto al sensor de movimiento, en este prototipo se encuentra situado en la parte de atrás de la cabeza y no en la zona de las pantallas. Es un tracker de YEI Technologies, aunque VRELIA nos ha comentado que este modelo concreto no va a ser el que utilicen en la versión final, y también están evaluando opciones de otros fabricantes. Lo normal será que el sensor termine situado en la parte delantera, al igual que Oculus ha hecho con el Rift.

Prototipo de VReye Pro

Este prototipo, a pesar de verse grande y aparatoso, es bastante ligero y cómodo de llevar, a pesar del peso de las dos pantallas. Aunque no disponemos de cifras exactas, os podemos decir que no es mucho más pesado que el DK1 de Oculus, lo cual nos sorprendió gratamente. La cinta que sujeta el HMD a nuestra cabeza es rígida, no es una cinta elástica similar a la que podemos ver en Oculus, Durovis o vrAse, pero como hemos comentado se ajusta bastante bien y no hemos echado de menos la elasticidad de los otros. Pero tampoco significa que esta vaya a ser la solución empleada en la versión final, como no nos cansaremos de repetir a lo largo de este artículo.

Por último, comentar que disponemos de ajustes de distancia focal por ojo, con lo cual dispondremos de una visión nítida aunque tengamos algunas dioptrías. Las dos ruletas laterales permiten enfocar perfectamente nuestra visión. La versión final incluirá, además, ajuste de distancia interpupilar, aunque dado el tamaño y la tolerancia de las lentes no nos parece un aspecto crítico.