Análisis del Oculus Rift DK2

6 AGO 2014  8:58

Juanlo

98

Pantalla OLED

La gran estrella del Oculus Rift DK2 es la nueva pantalla Super AMOLED fabricada por Samsung, de hecho Oculus la ha tomado “prestada” del Galaxy Note 3. Dicha pantalla tiene una matriz Pentile de 1920x1080 píxeles y una frecuencia de refresco de 60, 73 o 75 Hz. Dependiendo de la velocidad de refresco utilizada, la persistencia será completa, de 3 ms o de 2 ms respectivamente. La famosa baja persistencia de la que tanto se ha hablado en los últimos meses funciona a 73 o a 75 Hz, y consiste sencillamente en que los píxeles se iluminan durante un breve periodo de tiempo (2 o 3 ms, según la frecuencia elegida) y a continuación vuelven a negro. De esa forma se elimina el molesto efecto blur que conocemos muy bien los que tenemos un DK1. Una solución realmente ingeniosa que Oculus aprendió de los experimentos de realidad virtual de Valve.

 

Pantalla del Oculus Rift DK2 sin la lente

Pantalla del Oculus Rift DK2 sin la lente

 

Y es que es necesaria una frecuencia de refresco muy alta para que la baja persistencia sea efectiva, a 60 Hz o menos nuestros ojos podrían ser capaces de apreciar el parpadeo de los píxeles al encenderse y apagarse. Para evitarlo, a 60 Hz la baja persistencia se desactiva por completo en el DK2. En Oculus persiguen una frecuencia de refresco de al menos 90 Hz para la versión comercial, ya que a mayor frecuencia, más baja será la persistencia y más natural resultará la sensación, y esto es algo que nuestra vista agradecerá especialmente en realidad virtual, mucho más que en un monitor convencional. Es otro de los mecanismos con los que Oculus pretende que nuestra mente sea capaz de hacer “clic” y lograr la tan perseguida presencia.