Análisis de la versión comercial de Oculus Rift

Conclusión

Con bastante tiempo de retraso respecto a las previsiones iniciales, Oculus ha puesto en la calle su primer HMD comercial para PC. El camino ha sido más largo del que todos esperábamos, y no ha estado exento de polémicas por su enorme incremento de precio respecto a lo que se nos dijo en un principio. Es evidente que el producto tiene una gran calidad, y también está muy claro que está dirigido a los jugadores más dispuestos a realizar un importante desembolso, pero igual de claro está que, a día de hoy, la realidad virtual de PC es algo para unos pocos. Hay pocas experiencias disponibles, el software todavía tiene que evolucionar y la realidad virtual comercial apenas está dando sus primeros pasos, aunque lo importante es que son pasos firmes.

La versión comercial del Rift es un gran dispositivo, no cabe la menor duda. Oculus ha sentado las bases de su plataforma, su tienda de contenidos ya está disponible y son muchos los desarrolladores que trabajan para crear juegos y aplicaciones. La realidad virtual no deja a nadie indiferente, y la reacción lógica de la mayoría de los que prueban esta tecnología con un producto como la versión comercial del Rift es pensar “lo quiero”. Se trata de un producto lo bastante bueno como para ser considerado una versión comercial, y después de casi 2 semanas con él no nos cabe la menor duda de que es lo mejor que Oculus ha sido capaz de fabricar con los componentes actuales y en el tiempo de que ha dispuesto, a pesar de que hay detalles que ensombrecen el lanzamiento, como los retrasos causados por la falta de componentes para su fabricación y el hecho de que, si alguien lo acaba de descubrir, deberá esperar 4 meses para poder tenerlo si hace el pedido ahora, especialmente teniendo en cuenta que su gran competidor, HTC Vive, tiene una mayor disponibilidad y dispone además de controladores de movimiento… pero no adelantemos acontecimientos, que eso merece un artículo aparte.

Y es que recomendar o no la compra del Rift pasa, inexorablemente, por hablar de HTC Vive, en cuya review nos vamos a poner a trabajar desde ya para contaros nuestro punto de vista y analizar meticulosamente las diferencias. El Rift por sí mismo es un producto sensacional, una entrada a la realidad virtual por la puerta grande y la culminación de un sueño para todos los que llevamos esperando este momento desde el fallido intento de despegue de la realidad virtual en los 90. Estamos en 2016, el momento ha llegado y Oculus ha cumplido con su promesa de poner un producto de gran calidad en la calle… con todos los matices que queramos en cuanto a precio, plazos y características, y a pesar de que seguimos pensando que la experiencia no estará completa hasta la llegada de Touch en la segunda mitad del año.

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