Ghostbusters Hyper-Reality Experience, o cómo me traspasó un moco verde

19 OCT 2016  11:50

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Ghostbusters Hyper-Reality Experience, o cómo me traspasó un moco verde

Os contamos nuestras impresiones tras convertirnos en un Cazafantasmas, en la primera experiencia de The Void disponible en el Madame Tussauds de Nueva York.

Preparativos

Si rondas las 40 primaveras recordarás y tendrás entre tu filmoteca favorita películas míticas de los 80 como Indiana Jones, los Goonies y, como no, Cazafantasmas. Si además te apasiona la realidad virtual y te sientes lo suficientemente joven como para disfrutar como un niño, estás de suerte. Recientemente el espacio Madame Tussauds situado en New York City ha abierto una nueva atracción con motivo de la tercera entrega del film Ghostbusters (Cazafantasmas).

 

 

Previo pago de 55 dolares podremos disfrutar de la visita al resto de exposiciones, museo de cera, diversas experiencias relacionadas con la película y a la guinda del pastel, Ghostbusters Hyper-Reality experience. Semejantes "palabros" prometen mucho pero os aseguro que hacen honor al título en cada una de sus letras, pese a las limitaciones técnicas del equipo.

 

El tiempo de espera era de unos 45 minutos en los que hay varias pantallas que te van dando instrucciones acerca del equipo y qué hacer en caso de que algo falle. La experiencia es para grupos de cuatro personas y tiene una duración de 15 minutos incluyendo la parafernalia de ponerte el equipo, 15 minutos que no saben a poco.

 

La experiencia no es solo ponerte el visor y ya está, no, la experiencia va mas allá. Desde que entras todo está perfectamente ambientado para hacerte sentir un cazafantasmas de verdad, y es que cuando te llega el turno, tu grupo pasa a la sala donde están los equipos, una especie de garaje alargado completamente negro con luz tenue de unos 20 metros cuadrados, allí están los equipos de protones colgando de las paredes cargando baterías, estas mochilas, que no son más que equipos MSI, de las que salen un cable que conecta al visor y una especie de fusil de asalto inalámbrico.

 

 

Te asignan una unidad y te colocas de espaldas a ella. En sí, la sensación que te da la mochila es como ponerse un equipo de buceo, tiene como cinco cierres desde el pecho hasta la cintura. Metes los brazos por los tirantes mientras sigue colgando del arnés, aprietas bien las cintas y alguien vestido con el mono de cazafantasmas llega, revisa tu equipo, te coloca el visor, te baja la visera y pasas al mundo virtual. En él ves la misma habitación con el mismo mobiliario y una representación virtual de tus compañeros vestidos con el mono de faena, las armas y mochilas preparadas. También ves tus brazos y puedes ver el arma en tu mano.

 

Te pregunta si ves bien, te levanta el visor, suelta el arnés del equipo y sientes su peso, mucho más pesado que llevar el portátil en una mochila, calculo que serán unos 6 kilos. Te pregunta si estas cómodo y después de intercambiar dos thumbs up (señal de ok), te da dos golpes en el pecho y solemnemente te dice "you are all set".

 

Aquí ya la sonrisa te va de oreja a oreja y te crees el mismísimo Bill Murray con un dispositivo nuclear cargando en la espalda. Se te olvida completamente que lo que llevas en la mochila es un ordenador. Esto es lo que yo creo en todo momento que tengo colgando en la espalda, ¡¡¡ojo que es nuclear!!!!